La Organización Mundial de la Salud (OMS) aprobó este viernes la vacuna Covid-19 de China para uso de emergencia, facilitando el camino para que las naciones más pobres tengan acceso a otra vacuna muy necesaria para ayudar a poner fin a la pandemia.
Así informa el diario New York Times diciendo que la aprobación permite incluir la vacuna Sinopharm en Covax, y que está dentro de la iniciativa mundial de la OMS que está diseñada para promover una distribución equitativa de vacunas en todo el mundo.
Los países ricos están acumulando dosis. La India, un importante fabricante de vacunas, ha detenido las exportaciones para hacer frente a su empeoramiento de la crisis del coronavirus. Las preguntas sobre la seguridad después de efectos secundarios extremadamente extraños llevaron a algunos países a hacer una breve pausa usando dosis de AstraZeneca y Johnson & Johnson o cambiar su orientación en torno al uso.
El acceso fiable a las vacunas podría mejorar aún más la próxima semana cuando el W.H.O. considere otra inyección china, realizada por la empresa Sinovac.
Andrea Taylor, que analiza los datos globales sobre vacunas en el Duke Global Health Institute, calificó la posible adición de dos vacunas chinas en el programa Covax como un «cambio de juego».
«La situación en este momento es tan desesperada para los países de ingresos bajos y medianos bajos que cualquier dosis que podamos sacar vale la pena movilizar», dijo lTaylor. «Tener potencialmente dos opciones provenientes de China realmente podría cambiar el panorama de lo que es posible en los próximos meses».
Entre las vacunas utilizadas en Chile está precisamente la Sinovac.
Para China, la aprobación representa un éxito en sus esfuerzos diplomáticos de vacunas y una oportunidad para llenar el vacío dejado por las naciones occidentales y las compañías farmacéuticas en los países de ingresos bajos y medianos. Sinopharm es la primera vacuna china clasificada como segura y efectiva por la OMS y su aprobación podría aliviar las preocupaciones sobre la falta de transparencia de las compañías de vacunas chinas.
Los reguladores de China y otros países han aprobado la vacuna Sinopharm en los últimos meses, aunque la compañía no ha publicado datos de ensayos clínicos de fase 3 para que los científicos evalúen de forma independiente.
La OMS recibió acceso a estos datos antes del anuncio, pero hay datos limitados sobre qué tan bien funcionará la vacuna contra las muchas variantes de coronavirus que se acumulan en todo el mundo.
Vacunación en Chile
En Chile ya se han vacunado contra el coronavirus 7.067.635 personas residentes en el país con las dos dosis del esquema de inoculación de Sinovac o Pfizer-BioNTech, informó el Ministerio de Salud.
Además, el conteo oficial muestra que 8.454.068 tienen la primera dosis de alguna de estas vacunas.
«La población objetivo es 15.200.840 de personas, donde un 55,6% de la población se ha vacunado con primera dosis y un 46,5% de la población se ha vacunado con segunda dosis», detalló el titular de la cartera, Enrique Paris.
Además, «3.003.967 personas mayores de 60 años y más han participado en la campaña, y respecto al género, el 53,9% de los inoculados corresponde a mujeres y el 46% son hombres».
Con respecto a la influenza el ministro informó que 3.348.233 personas ya han sido vacunadas.
Fabricación de vacunas en Chile
El rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, destacó este viernes el trabajo que están realizando con el laboratorio Sinovac para producir vacunas en Chile, aunque recalcó que faltan recursos para completar el proyecto.
En conversación con Cooperativa, el rector señaló que el centro de producción de vacunas l «significaría empleo, desarrollo biotecnológico.
«Lo que nosotros hemos hecho aquí es ponernos en contacto con el Gobierno para ver donde estaría ubicada la producción», dijo Sánchez, adelantando que se evalúa el norte del país, Santiago o Puerto Montt.
Aún así, el académico indicó que «necesitamos recursos, estamos levantando de nuevos recursos, aunque sean parciales del mundo privado, para poder presentarle al Ministerio de Salud el protocolo ya con parte de financiamiento, el resto depende del Estado».
La autoridad académica dijo además que «hasta el año 2002 fabricábamos vacunas en el país y Chile se caracterizó y fueron muy cotizadas la vacuna contra la rabia, con la listeria, pero alrededor del 2004 ya se cerró la producción en Chile, al considrarse que se podían comprar y era más económico hacerlo afuera».
«Pero hoy día, mirando lo que ha ocurrido y lo que puede seguir ocurriendo con distintos agentes virales, pandemias, no cabe duda que este es un tema de soberanía, de autonomía nacional, es un tema estratégico que tenemos que avanzar», añadió.