Este jueves murió el biólogo chileno Humberto Maturana, Premio Nacional de Ciencias en 1994 y autor de la teoría de la autopoiesis o autopoyesis (en griego: auto poiesis, ‘a sí mismo; creación, producción’) que es un neologismo que designa la cualidad de un sistema capaz de reproducirse y mantenerse por sí mismo.
El biólogo tenía 92 años y estaba en plena actividad intelectual. La ministra chilena de Cultura, Consuelo Valdés, quien confirmó su fallecimiento, lamentó su deceso, como también lo ha hecho el mundo científico chileno e internacional.
«Un hombre que dedicó su carrera a la investigación científica y también a la filosofía y la literatura», dijo la ministra.
«El Dr. Víctor Hugo Carrasco, su médico geriatra, señaló que Humberto falleció por complicaciones respiratorias de una neumonía no relacionada con COVID-19. Fue un proceso breve y tranquilo en el que estuvo bien cuidado en su hogar, acompañado por sus seres queridos”, se indicó en un comunicado firmado también por Matríztica (una escuela de pensamiento y centro de estudios que Maturana fundó junto a Ximena Dávila).
Maturana fue autor, junto a su alumno Francisco Varela, de la teoría de autopoiesis, la cualidad de un sistema capaz de reproducirse y mantenerse por sí mismo. En los años recientes su trabajo se centró en cambiar la pregunta por el «ser» hacia la pregunta por el «hacer».
Decía «partimos de la convicción que la interacción social es un fenómeno básico, a la vez mínimo y fundamental, de la dinámica societaria y un tema por excelencia de las ciencias sociales, aunque conectado con la psicología, la neurobiología y las llamadas ciencias cognitivas».
«La transformación cultural ya comenzó»
Durante la pandemia, Maturana se dedicó a hacer charlas y conversatorios online para debatir sobre el sentido y el impacto de la pandemia en la humanidad. Su última entrevista la dio hace menos de un mes y en ella, abordó su propia muerte al hablar sobre eutanasia. «Es absolutamente legítimo decir ‘hasta aquí vivo’. Yo, Humberto Maturana, quiero escoger el momento en que voy a morir. No quiero ser una carga, no quiero generar daño», dijo a La Tercera el último fin de semana.
En abril de 2020, en conversación con Emol, el biólogo dijo que el virus le entregaba al ser humano la oportunidad de «hacer ciencia». «La ciencia, lo único que hace —que no es poco— es fundamentar la validez de lo que se hace», dijo. «Lo que nos dice es la naturaleza de las consecuencias de lo que hacemos y de dónde es válido lo que estamos haciendo con respecto a ellos. Cuando la mamá le enseña al niño que si hace algo de cierta manera va a tener tal resultado, en el fondo está haciendo ciencia. No hay que esconderse detrás de la palabra ciencia».
Su muerte también ha sido lamentada por el rector de la U. de Chile, Ennio Vivaldi, quien destacó que «fue inspirador al abrir alternativas para percibir y acercarse a la biología».
Diez frases y reflexiones del filósofo chileno (filosofía social) Humberto Maturana
1. El sufrimiento del hombre no se debe a la falta de certidumbres, sino a la de confianza. Hemos perdido la confianza en el mundo, y como perdimos la confianza queremos control, y como queremos control queremos certidumbres, y como queremos certidumbres no reflexionamos.
2. Somos los únicos seres que vivimos en el lenguaje y esa no es para nada una actividad trivial.
3. No es cierto que los seres humanos somos seres racionales por excelencia. Somos, como mamíferos, seres emocionales que usamos la razón para justificar u ocultar las emociones en las cuales se dan nuestras acciones.
4. Se dice que el progreso tiene que ver con la competencia. No quiero desvalorizar a Darwin, pero es un hecho que cuando competimos, el autoengaño es pensar que mi bienestar radica en negar al otro.
5. Lo peculiar en nosotros es que vivimos en el lenguaje, podemos reflexionar y elegir. Por eso, en el preciso momento en que el otro pasa a ser referente de lo que hago, me desvalorizo a mí mismo.
6. Nunca las guerras resuelven los conflictos humanos, porque no son de la razón sino de la emoción y se resuelven solamente en las mesas cuando hay conversación y respeto.
7. Las enfermedades son diagnósticos, que especifican una mirada. Cuando uno trata algo como una enfermedad, ciega, sesga la mirada, entonces no ve algo. Y en este caso lo que uno no ve es que la persona que está con una adicción está atrapada en un modo de vivir del cual tiene salida, encontrando algo que necesita profundamente, que es el servir, tener presencia y respeto por sí mismo.
8. Sin aceptación y respeto por sí mismo uno no puede aceptar y respetar al otro, y sin aceptar al otro como un legítimo otro en la convivencia, no hay fenómeno social.
9. La posibilidad de innovar siempre esta ahí si uno está dispuesto a reflexionar, a soltar las certidumbre de donde está parado y a preguntarse si quiere estar donde está.
10. Yo podría decir que el aborto es un don divino, total si es posible hacerlo, y todo fue creado por Dios, entonces es un don divino, si con estas cosas no es tema de la prohibición, sino de entender de qué se trata y hacer un uso responsable de cualquier cosa que uno tenga a mano.