Por Walter Krohne
Chile tiene ya muchos postulantes a la primer magistratura de la nación en La Moneda. Sin embargo, varios de estos candidatos, sin tener todas las condiciones requeridas, siguen marcando en las encuestas, aunque surgen sorpresas que recuerdan a la antigua ex Concertación, una coalición criticada hasta el cansancio, a pesar que debe reconocerse que entonces había un Chile mejor liderado que ahora.
Así, esto explica que en estas circunstancias se olviden los errores que puedan haberse cometido en el pasado, porque hoy la cruda realidad manda y basta ahora que una de estas figuras experimentadas de la política chilena se destaque, como es Yasna Provoste (DC), frente a la gestión de un plan de paz entre La Moneda y el Congreso Nacional, para que aparezca de inmediato este lunes su nombre, no sólo como brillante gestora, sino también como una posible candidata presidencial. A ella le ha tocado destacarse en un escenario muy especial donde los actores en general “son un montón de políticos fracasado e inútiles”.
Así, en menos de tres días la presidenta del Senado es vista ya como carta presidencial que pueda sacar al país de la grave crisis política en la que Chile se encuentra.
Ella con mucha modestia recibe hoy el pronóstico de las encuestas de cara a las elecciones presidenciales de noviembre. La Cadem, por ejemplo, publicada precisamente este lunes, -que mantiene a Pamela Jiles a la cabeza de la lista-, la hace figurar con un 4% “en iuntención de voto” superando así a “viejos tercios” como a Heraldo Muñoz (PPD), que tiene un 3%; Ximena Rincón (DC), también con un 3%; y a Paula Narváez (PS), con 2%.
Y no solo eso porque Provoste también sobrepasa al Frente Amplio con Gabriel Boric, quien tiene un 3% en intención de voto, a Pablo Vidal, quien aparece con un 1%. Sin embarco ella como dama y política responsable, ha sido clara en comunicar que no pretende impulsar una candidatura suya a la Presidencia de la República (por el momento).
Ella es vista hoy como gestora de un proceso terminal, que «está obligada» a finalizarlo con éxito porque a estas alturas parece ser la única carta más segura para salvar la institucionalidad en Chile.
Yasna Provoste Campillay es una profesora y política democratacristiana chilena de ascendencia diaguita, ministra de Estado de los presidentes Ricardo Lagos y Michelle Bachelet. El 14 de julio de 2006, fue nombrada Ministra de Educación, cargo en el que permaneció hasta el 16 de abril de 2008, fecha en la que fue destituida por el Senado, luego de ser acogida la acusación constitucional presentada en su contra por la Cámara de Diputados en marzo del mismo año, en la cual la derecha, que ahora ella quiere ayudar a gobernar y salir de la crisis, estuvo fuertemente comprometida.
Así, con esta trayectoria en las dos últimas semanas surge como una promesa al estar a la cabeza de las negociaciones con el gobierno de derecha tras la fracasada agenda dominada por el proyecto del tercer retiro del 10% de fondos de pensiones de las AFP de la última semana.
Este 4% de intención de voto le da posibilidades a Provoste de moverse tranquilamente y muy segura frente a un gobierno semi-fracasado y derrotado por la oposición y el Tribunel Constitucioanl.
Ahora también ha aparecido Evelyn Matthei (UDI) que los analistas no saben bien el papel que puede llegar a jugar. Ella ya fue candidata presidencial en 2013 y lleva a sus espaldas la fuerte y triste derrota frente a Michelle Bachelet (ver foto de su derrota a la izquierda). En síntesis es más de lo mismo. Ademas en la lista también están José Antonio Kast, Mario Desbordes (RN), Sebastián Sichel ; e Ignacio Briones (Evópoli), todas, con excepción de los dos primeros, cartas nuevas de la política chilena.
Y todo esto ocurre en un ambiente malo para La Moneda con un Presidente que tiene una aprobación presidencial de apenas 11% y un rechazo de 79 por ciento.
¿Es o no es crisis la que está viviendo Chile, el otrora modelo y ejemplo de desarrollo en América Latina?