La Sala de la Cámara de Diputados aprobó en general el proyecto de la oposición y apoyado por algunos díscolos del Gobierno, que fija un impuesto por única vez, de un 2,5% a los altos patrimonios del país, además de subir transitoriamente a 30% el impuesto a la renta de las grandes empresas y eliminar algunas exenciones tributarias.

No habría que descartar que esta posiblemente futura ley espantará a muchos potenciales inversionistas en Chile, lo que perjudicará más al país de lo que podfría favorecer según la izquierda.

La iniciativa fue aprobada por 105 votos a favor, 18 en contra y 26 abstenciones, contando así con el respaldo de diputados de Chile Vamos, pese al rechazo que ha manifestado el Gobierno a la medida, lo que demuestra una vez el desórden existente entre algunas fuerzas que apoyan al gobierno.

La escasa seriedad parlamentaria quedó demostrada en el debate, ya que en general los oficialistas criticaron este impuesto, asegurando que será difícil de implementar y que no recaudará lo que se busca. Así, insistieron en su idea de generar incentivos tributarios para que pymes y grandes empresas puedan retirar utilidades del FUT, junto con establecer un sistema de repatriación de capitales, lo que buscarán reponer en la comisión de Constitución.

Desde la oposición en tanto, subrayaron la importancia de implementar este impuesto a los «súper ricos», argumentando que será necesario para financiar nuevas ayudas dado el contexto actual de crisis sanitaria, junto con recalcar que las principales fortunas del país han crecido fuertemente en medio de la pandemia. Durante el debate el diputado Gonzalo Fuenzalida (RN), promotor de la propuesta de Chile Vamos, comentó que «no estoy en contra de cobrarle impuestos a los ‘súper ricos’, pero con un mecanismo que funcione. Al SII le va a costar más caro buscar bienes que lo que va a recaudar».

El candidato presidencial de la izquierda Gabriel Boris (CS)  expuso que «los y las trabajadoras que generan la riqueza deben dejar de pagar las consecuencias de la crisis. Necesitamos que el Gobierno de respuestas concretas y para eso se requieren propuestas fiscales. Ese es el sentido de esta propuesta».

La comunista y enemiga de los ricos, la diputada Karol Cariola (PC), además impulsora de este proyecto, comentó que «espero que ante tanta inhumanidad el Congreso Nacional decida que estamos disponibles para que esta pandemia no solo la paguen los trabajadores y trabajadoras, sino que también aquellas personas que se han llenado los bolsillos con esta pandemia». En esta «onda» está también otra comunista Camila Vallejos.

Apoyo de la Cepal

La directora ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, dio un espaldarazo este miércoles a la creación de un impuesto permanente al patrimonio y un impuesto extraordinario para mitigar los gastos producidos por la pandemia del Covid-19.

La jefa del organismo con sede en Santiago señaló en entrevista con Radio  Cooperativa que la magnitud de la crisis impone la necesidad de ajustes tributarios que graven «no sólo los ingresos, sino también la riqueza».

Esto, luego de la publicación del informe «Panorama Fiscal de América Latina y el Caribe», que alertó de que el crecimiento regional que se espera para este año -cerca del 3,7 por ciento- no logrará compensar la caída de 2020, ni tampoco revertir los aumentos en la pobreza y desigualdad, de ahí la necesidad de la expansión fiscal, sobre todo a través de subsidios y transferencias directas.

Afirmó además que «Chile ha hecho esfuerzos importantes» en aumento del gasto fiscal y transferencias directas, pero el apoyo popular al retiro de ahorros previsionales se explica porque «es más fácil de obtener».