Las agencias federales de salud en Estados Unidos pidieron este martes suspender inmediatamente la vacunación con la fórmula de Johnson & Johnson contra el coronavirus, luego de que se registraran seis casos de trombosis entre las 6,8 millones de dosis aplicadas en el país.

Tanto la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC) detuvieron la distribución de la vacuna de Johnson & Johnson en los centros de vacunación federales y piden a las autoridades estatales que hagan lo mismo.

«Recomendamos una pausa en el uso de esta vacuna por precaución», informaron los CDC a través de un tuit en su cuenta oficial.

En Chile

Tras conocerse la preocupación en EE UU el ministro chileno de Ciencias, Andrés Couve, se refirió al tema en Radio Agricultura, indicando que en nuestro país – en donde esta vacuna aún no ha sido aprobada, el Instituto de Salud Pública además de aprobar el uso de emergencia de las inoculaciones, mantiene una revisión de los datos internacionales.

“Los estudios que tenemos en Chile que se han publicado son principalmente  los de la Universidad Católica, que entregó perfiles de calidad del producto, también de seguridad y de inmunogenicidad. En ese sentido, los efectos adversos de la vacuna de Sinovac han sido muy leves, no hemos tenido efectos adversos significativos”, indicó.

Así, indicó, “tenemos que estar tranquilos que en Chile las vacunas se evalúan con estándares muy altos, y el ISP hace una tarea que no es solo la autorización, sino que también una revisión periódica de los antecedentes que vayan llegando”.

La FDA detalló que se encuentran revisando los datos que involucran seis casos reportados en EE.UU. de un tipo de coágulo sanguíneo «raro y grave» en individuos que recibieron la vacuna.

Todos los casos de trombosis registrados hasta ahora se dieron en mujeres de entre 18 y 48 años, según informaciones de The New York Times.

Una de ellas murió en el estado de Nebraska y otra se encuentra hospitalizada en condición crítica.

En una declaración conjunta publicada este martes, la FDA y los CDC aclararon que el tipo de coágulo sanguíneo presentado en los pacientes, trombosis de senos venosos cerebrales (TSVC), necesitaba un tratamiento diferente al habitual.

El tratamiento que se suele utilizar —un medicamento anticoagulante llamado heparina— «puede ser peligroso».

La empresa Johnson & Johnson respondió a las recomendaciones de la FDA y los CDC a través de un comunicado, en el que asegura que la seguridad es su «prioridad número uno» y que comparte «todos los informes de eventos adversos» con las autoridades sanitarias.

«Somos conscientes de que se han reportado eventos tromboembólicos, incluidas trombocitopenias, con el uso de vacunas contra la covid-19. En la actualidad, no se ha establecido una relación causal clara entre estos eventos raros y la vacuna Janssen (J&J)», precisó.

La farmacéutica estadounidense añadió que continuaría trabajando en estrecha colaboración con los reguladores.

Según datos de los CDC, casi siete millones de personas han recibido la vacuna de Johnson & Johnson en EE.UU., y cerca de nueve millones de dosis han sido enviadas a diferentes estados.

Las agencias federales esperan que los funcionarios estatales de salud sigan su recomendación de suspender la distribución de la vacuna.

En Europa existen preocupaciones similares vinculadas a la vacuna desarrollada por AstraZeneca y la Universidad de Oxford, lo que ha causado en algunos países cierta resistencia a recibir la inyección.

En consecuencia, y tras semanas de investigación, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) concluyó la semana pasada que los trombos debían incluirse como un efecto secundario raro que puede aparecer en algunos receptores de esta vacuna contra la covid-19.

Los expertos destacaron que la probabilidad de morir por una afección como esta es tan baja como una entre un millón. Por el contrario, la covid-19 mata a una de cada ocho personas infectadas mayores de 75 años, y uno de cada 1.000 infectados sintomáticos con alrededor de 40 años.

Por lo mismo, las autoridades y científicos han insistido en que los beneficios de AstraZeneca y de otras vacunas superan los riesgos.

Lo informado por KRADIARIO en marzo

Alemania, Francia, Italia y España se convirtieron el 15 de marzo de este año  en los últimos países europeos en suspender temporalmente el uso de la vacuna Covid-19 desarrollada por AstraZeneca por problemas de coágulos de sangre.

El Ministerio de Salud alemán señaló una recomendación del Instituto Paul Ehrlich para vacunas y biomedicinas de que se requiere más investigación.

El ministro de Salud, Jens Spahn, dijo que Alemania había registrado siete casos de trombosis en las venas cerebrales entre 1,6 millones de vacunas con la AstraZeneca.

«Ocurrió muy raramente», dijo Spahn. «Esto se refiere a un riesgo muy bajo, pero si realmente existe un vínculo con las vacunas, es un riesgo desproporcionado», agregó Spahn.

Agregó que para reanudar el uso, Alemania estaba esperando una nueva evaluación por parte de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), que se espera en unos días (la que se hizo y se continuó utilizando dicha vacuna).

El presidente francés, Emmanuel Macron, también dijo que la vacuna dejará de usarse hasta la nueva evaluación del regulador de drogas de la UE. Lo llamó una «medida de precaución» y dijo que existe la posibilidad de que las vacunaciones se reanuden rápidamente.

El regulador italiano de medicamentos Aifa también calificó su suspensión nacional como una medida de precaución. La semana pasada, hubo casos de muerte en Italia de personas que fueron vacunadas con la AstraZeneca, aunque no se ha establecido un vínculo causal en esos casos.

España también se sumó a la pausa de la vacunación con AstraZeneca hasta la revisión, en una medida que la ministra de Salud, Carolina Darías, calificó de «precautoria y temporal».

AstraZeneca dijo este domingo que no hay evidencia de que su vacuna Covid-19 aumente el riesgo de coágulos sanguíneos.

Varios otros países de Europa también han suspendido la vacunación después de informes aislados de coágulos de sangre. La inyección producida por el gigante farmacéutico británico-sueco y la Universidad de Oxford del Reino Unido también se ha suspendido  en Irlanda, Dinamarca, Noruega y los Países Bajos (leer en Kradiario).

La EMA, que recomendó la aprobación de la vacuna a finales de enero, ha puesto en marcha una investigación sobre la vacuna, al igual que las autoridades sanitarias nacionales de varios países europeos.

La agencia sostuvo que la vacuna era segura de usar, diciendo que los beneficios de proteger a la población del Covid-19 pesaban más que los posibles efectos secundarios.

«Varios miles de personas en la UE desarrollan coágulos de sangre cada año por diferentes razones», dijo la EMA, y agregó que el número de casos notificados de trombosis entre los vacunados no fue proporcionalmente mayor que entre la población general.

Sin embargo, el primer ministro británico, Boris Johnson, rechazó a idea de que Gran Bretaña suspenda la vacuna AstraZeneca, diciendo que no hay evidencia que justifique tal acción.

La República Checa y Polonia también dijeron que no tenían planes inmediatos para suspender las vacunas con la AstraZeneca.