Por Walter Krohne
Con nada menos que 18 candidatos se realizarán este domingo las elecciones presidenciales en Perú (primera vuelta) que son coincidentes con la segunda vuelta de las presidenciales en Ecuador donde el escenario se ve mucho más acotado, ya que el izquierdista Andrés Arauz y el derechista Guillermo Lasso sostienen una lucha codo a codo, donde la gran masa social del partido indígena, desmarcado de ambos candidatos, es clave en la definición de estas elecciones.
La característica común de ambos comicios es que se realizan en plena pandemia de covid-19, en que Perú presenta un cuadro histórico de 1,5 millones de casos y 52 mil fallecidos y Ecuador reporta 330.388 casos desde el inicio de la pandemia, incluidos 16.877 muertos.
Justamente por razones sanitarias, Chile aplazó para los días 15 y 16 de mayo los comicios municipales, de gobernaciones y de los constituyentes, que iban a realizarse también el próximo fin de semana. Asimismo, las elecciones de la segunda vuelta de gobernadores quedó programada para el próximo 13 de junio.
En Ecuador, Arauz, delfín del exmandatario socialista Rafael Correa (2007-2017), y Lasso, un exbanquero conservador y acérrimo opositor del exgobernante, compiten para suceder al presidente Lenín Moreno, que, tras cuatro años de presidencia, entregará el poder el 24 de mayo.
Perú, entretanto, enfrenta la elección más fraccionada de su historia. Según una última encuesta Ipsos el candidato presidencial centroderechista Yonhy Lescano (10%) lidera aún los sondeos de intención de voto, escoltado por la izquierdista Verónika Mendoza (9%) y el derechista Hernando de Soto (9%), según una encuesta publicada el último domingo. El sondeo ratifica los pronósticos que aseguran que la elección será reñida y que ninguno de los 18 candidatos se adjudicará la presidencia el domingo 11 de abril, por lo que habrá una segunda vuelta el 6 de junio.
En el cuarto lugar figuran empatados con 8% el exfutbolista George Forsyth (centroderecha) y Keiko Fujimori (derecha populista).
El ultraderechista Rafael López Aliaga retrocedió tres posiciones y se ubicó en sexto lugar, junto con el izquierdista Pedro Castillo. Ambos tienen un 6%.
En Perú el debate electoral ha estado dominado por los cambios que deben impulsarse, en forma urgente, en el sistema de pensiones con distintas propuestas planteadas por las 18 candidaturas.
El 15 de marzo de 2020, el Ejecutivo peruano decretó una cuarentena total que inmovilizó por 107 días al país generando un alza en el índice del desempleo y dejando al descubierto el impacto de la informalidad laboral. De acuerdo con las cifras del gobierno, un 70% de la fuerza laboral no cuenta con seguridad social, lo que significa que viven con el dinero que reciben muchas veces a diario, mientras que el resto de los ciudadanos vio en el retiro de fondos de pensiones AFP una salida temporal a los problemas económicos.
Los observadores políticos tienen mucha incertidumbre sobre lo que ocurrirá en el Perú después de las elecciones. El portal peruano RPP, advirtió ya que la recaudación de impuestos durante 2020 se contrajo casi en un 16%. Es decir, que a las arcas del país ingresaron cerca de 24 mil millones de soles (US$ 6.500 millones) menos, lo que equivale a poco más de todo el presupuesto del sector de salud, lo que limitará las posibilidades de emprender reformas para el futuro gobierno. A esto se suma, que con el último retiro aprobado seis millones de personas quedarán sin fondos para su vejez.
En Ecuador el izquierdista Andrés Arauz y el derechista Guillermo Lasso se enfrentan en el balotaje en una una lucha codo a codo donde la gran masa social del partido indígena, desmarcado de ambos candidatos, es clave en la definición de las elecciones.
Tras la accidentada primera vuelta del 7 de febrero, en la que el líder indígena de izquierda Yaku Pérez denunció fraude al quedar marginado del balotaje por 0,35 puntos porcentuales frente a Lasso.
Después de la derrota de Pérez y de lograr ser la segunda fuerza en el Legislativo, Pachakutik, brazo político del mayor movimiento indígena, se ha desmarcado de los dos contendientes en el balotaje, lo que deja en el aire hacia adónde se inclinará ahora el 20% de votantes «indígenas» de la primera vuelta.
Varias encuestas colocan por delante, con casi una decena de puntos, a Arauz, quien en la primera ronda sacó una diferencia de 13 puntos para ganar con el 32,72% de los sufragios.
Pero la última encuesta de la investigadora Market vaticina un “empate técnico” entre Arauz, de 36 años y candidato de la coalición de izquierdas Unión por la Esperanza (Unes), y Lasso, de 65 y fundador del movimiento Creando Oportunidades (Creo). Según esta encuesta, el 50% votará a Arauz y el 49%, a Lasso, con una desigualdad de unos 70.000 sufragios.
Con esta proyección, el panorama para el balotaje del 11 de abril es “totalmente incierto, existiendo por ahora un cuadro electoral que sigue plenamente abierto.
El número de indecisos, que al final de la primera vuelta rondaba en un 35%, ha bajado a un 8%. La encuesta CEDATOS cerrada al 30 de marzo, dio 52% a Lasso y 48% a Arauz.
La victoria en primera vuelta, apoyada en la imagen del todavía popular expresidente Correa, le dio a Arauz cierta superioridad frente a Lasso.
Después de dejar el cargo en 2017, el exmandatario se mudó a Bélgica con su esposa de esa nacionalidad. Ya en esa fecha comenzaron a aparecer juicios en su contra y empezó una disputa con su exaliado Moreno (actualmente en el poder) y finalmente el ex presidente, que gobernó durante una década, fue condenado en ausencia a ocho años de cárcel por corrupción.
En este balotaje hay dos modelos políticos y económicos en juego. Por un lado, el retorno de la izquierda y, por otro, la consolidación de la derecha tras el giro que dio Moreno, quien llegó al poder impulsado por Correa y termina su mandato respaldado por empresarios y organismos como el FMI.