Foto de Portada: Putin con el derrocado Mijail Gorbachov

El Consejo de la Federación o Senado de Rusia adoptó hoy la ley que permitirá al presidente ruso, Vladímir Putin, permanecer en el Kremlin hasta el año 2036.

El visto bueno formal a la ley, que desarrolla una enmienda a la Constitución adoptada en un plebiscito el pasado 1 de julio junto a otros cambios en la Carta Magna, se produce después de que la Duma o Cámara Baja aprobara ya el proyecto el pasado día 24.

Una de las modificaciones constitucionales, propuestas a última hora hace ya más de un año y que, para los detractores de Putin fue el principal objetivo de la reforma constitucional, permite al jefe del Kremlin, que llegó al poder en 2000, presentarse a la reelección en dos ocasiones más, en 2024 y 2030.

La nueva ley precisa que la misma persona no puede llegar a ocupar el cargo del presidente durante más de dos mandatos al tiempo que no impide al político «que haya ocupado u ocupe el cargo de presidente de la Federación Rusa participar como candidato en las elecciones presidenciales en el momento de la entrada en vigor de la modificación».

La norma confirma además que en el futuro sólo podrán ser candidatos a la Presidencia rusa aquellos ciudadanos mayores de 35 años que hayan vivido de manera permanente en este país no menos de 25 años.

Los aspirantes al Kremlin no podrán poseer doble nacionalidad o haber tenido pasaporte de otro país en el pasado.

El plebiscito, la idea genial de Putin

El plebiscito del pasado 1 de julio consagró  en Rusia un sistema personalista que otorga a la jefatura del Estado no solo unas extralimitadas atribuciones en su función, sino una influencia sobre los demás poderes del Estado sin parangón en una democracia formal. Con el resultado positivo del referéndum, que ni siquiera era necesario desde el punto de vista legal porque las reformas ya habían recibido el visto bueno —este sí obligatorio— del Parlamento y el Tribunal Constitucional, Putin se convierte en uno de los mandatarios más poderosos de la historia de Rusia, uno de los líderes mundiales que menos cuentas tiene que rendir ante su propia ciudadanía y uno de los presidentes que más puede continuar en el cargo; en concreto, hasta 2036. Lleva en el poder desde 2000.

Todo el proceso de reforma constitucional promovido por Putin se ha caracterizado por la opacidad, la ambigüedad y la falta de consenso, comenzando por el anuncio sorpresa en enero sobre una urgente e importante modificación del texto en la que se mezclaban aspectos institucionales y sociales y donde el meollo estaba en la letra pequeña. Una iniciativa de calado de la cual quedó fuera desde el primer momento la oposición. A continuación, vino un teatral golpe de efecto en el Parlamento, donde la primera mujer cosmonauta, Valentina Tereshkova, pidió que Putin pudiera volver a presentarse. El tercer acto lo ha constituido una votación impulsada por el presidente con el argumento de que él solo actuaría con el respaldo del pueblo, obviando que tanto el Parlamento como el Constitucional —especialmente el primero— son poderes que también emanan del pueblo.

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La era de Gorbachov quedó archivada en la historia
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Mijail Sergueievich Gorbachov promovió desde el mismo Partido Comunista de la URSS una revolución orientada a democratizar el sistema político soviético con sus propuesta de apertura «perestroika y glassnov». Llegó al poder  como  secretario general del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética desde 1985 hasta 1991 y jefe de Estado de la Unión Soviética desde  1988 a 1991.

En 1991, Mijsail Gorbachov, sufrío un golpe de estado liderado por el jefe de Estado de Rusia Boris Yeltsin , quien disolvió la Unión Soviética para dejarle a Rusia libre el camino del poder.

Yeltsin, como lider de Rusia, fue apoyado en su objetivo por  líderes de  Bielorrusia y Ucrania. La institucionalidad de la Unión Soviética paso a conformar lo que se llamó Comunidad de Estados Independientes (CEI). Después, otras ocho repúblicas decidieron seguir el mismo ejemplo y desafiar a Mijaíl Gorbachov, pues el líder soviético todavía luchaba por mantenerlas unidas en un único Estado.

Gorvbachov, quien acaba de cumplir 90 años de edad, reconoció años después a la BBC tras su caída política que «hubo traición a nuestras espaldas. A mis espaldas».

«Quemaron toda la casa para poder encender un cigarrillo. Sólo para llegar al poder»,  señaló el ex líder soiviético. «No pudieron hacerlo por medios democráticos. Entonces cometieron un crimen», agregó.

El 25 de diciembre de 1991, Gorbachov anunció su renuncia como presidente de la URSS. Ese día, en el Kremlin, la bandera soviética fue arriada por última vez.

«Estábamos en ruta a una guerra civil y yo quería evitarla», recordó Gorbachov a la BBC.

«El enfrentamiento y la división en un país como el nuestro, repleto de armas, incluyendo armas nucleares, podía haber causado numerosas muertes y causado una inmensa destrucción», explicó entonces.

«No podía permitir que eso pasara. Renunciar fue mi victoria», le dijo Gorbachov a la BBC.

¿Qué hay de Putin?

En su discurso de renuncia, Gorbachov afirmó que, como resultado de la perestroika, el programa de reformas que él impulsó,  la sociedad «había adquirido libertad» (dejando atrás la horrorosa dictadura soviética).

25 años después del golpe de estado en su contra y su renuncia, la BBC en la misma entrevista le pregunto si pensaba que la libertad estaba bajo amenaza en la Rusia de hoy.

Y Gorbachov respondió: «Ese proceso (iniciado por la perestroika) no se ha completado». «Tenemos que hablar francamente de esto. Hay personas para quienes la libertad es una molestia, no se sienten bien con ella», indica.

«¿Se refiere a Vladimir Putin?», le pregunto la BBC.

«Tendrán que adivinar a quién me refiero», respondió de forma enigmática.

«Esta es una pregunta que te dejo a contestar», señaló Gorbachov.

Vladimir Putin es considerado uno de los líderes más poderosos en la actualidad, pero en la conversación con la BBC Mijaíl Gorbachov evitó hacer una crítica directa a  Putin. Sin embargo, deslizó varias indirectas sobre sus diferencias.

¿Putin alguna vez pide consejos?, preguntó Gorbachov. «Ya lo sabe todo», responde sin dudar.

«A todos les gusta hacer las cosas a su manera. ‘C’est la vie‘ (así es la vida), como dicen los franceses».

El expresidente soviético es un duro crítico de la Rusia moderna. «Los burócratas robaron las riquezas de la nación y comenzaron a crear corporaciones», señala.

Gorbachov señala, por ejemplo, que uno de los socios más cercanos del presidente Putin y jefe del gigante emporio petrolero Rosneft, influye en asuntos de Estado.

Pese a sus reparos, el exlíder soviético también cuestiona a Occidente por «provocar a Rusia».

«Estoy seguro de que la prensa occidental, y eso lo incluye a usted (al entrevistador de la BBC), recibió instrucciones especiales para desacreditar a Putin y deshacerse de él. No físicamente, sólo para asegurarse de que se aleje», afirma.

Gorbachov asegura que la «campaña de descrédito» no tuvo éxito. Todo lo contrario.

«Alcanzó el 86% (de popularidad), ¡pronto será del 120%!».

La vida de Gorbachov: Hoy tiene 90 años de edad

1931: Nació en la localidad de Privólnoye, en el oeste de lo que era la URSS

1955: Se graduó de la Facultad de Derecho de la Universidad Estatal de Moscú y se hizo miembro del Partido Comunista

1970: Se convirtió en el Primer Secretario del partido en la ciudad de Stávropol

1980: Llega a ser miembro titular del Politburó comunista soviético

1985: El Politburo lo elige Secretario General del Partido Comunista

1987-1989: Impulsa las reformas conocidas como «glasnost» (apertura) y «perestroika» (reestructuración)

1987: Firma un tratado de desarme nuclear con Estados Unidos

1990: Acuerda la reunificación de Alemania tras la caída del Muro de Berlín en 1989

1991: Es detenido durante el golpe abortado por los radicales rusos en agosto, luego renuncia a la presidencia en diciembre.