El líder norcoreano Kim Jong-Un ha vuelto a probar misiles balísticos, algo que en el pasado le ha servido para llamar la atención de la Casa Blanca, lo que si lo logró con el ex Presidente Donald Trump, pero ahora “las cosas” con Joe Biden en el poder en Washington parecen ser diferentes.
Corea del Norte disparó dos misiles balísticos al Mar de Japón en la madrugada de este jueves, según aseguran Estados Unidos y fuentes oficiales niponas.
Se trata de la primera prueba de este tipo desde que Joe Biden se convirtió en presidente de Estados Unidos.
El Gobierno de Pyongyang tiene prohibido probar misiles balísticos, considerados armas amenazantes, según las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
Tanto Japón como Corea del Sur han condenado esta prueba que se produce apenas días después de que se informara que Corea del Norte había lanzado dos misiles no balísticos en el mar Amarillo, ubicado en la parte norte del mar de China oriental.
Las televisoras en Corea mostraron imágenes de lanzamientos previos de misiles balísticos por parte de Pyongyang, lo que para Occidente estas pruebas son una amanaza evidente para los vecinos y aliados de EE UU como Japón y Corea del Sur.
El martes, Biden restó importancia al lanzamiento de un misil no balístico que tuvo lugar durante el fin de semana y dijo que Estados Unidos no lo consideraba una provocación, porque se piensa que esos misiles de corto alcance son de artillería o de crucero, que no están prohibidos por las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Corea del Norte.
La prueba de este jueves también se produce días después de que Estados Unidos recibiera a su primer norcoreano bajo custodia: Mun Chol Myung quien fuera extraditado de Malasia a EE UU.
Mun es un hombre de negocios acusado de lavar dinero a través del sistema financiero estadounidense para proporcionar artículos de lujo a Corea del Norte. Su extradición enfureció tanto a Pyongyang que cortó las relaciones diplomáticas con Malasia.
Si bien los misiles de artillería del fin de semana se pueden ignorar, no tiene el mismo peso el lanzamiento de misiles balísticos que son acciones que violan las sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU (¿cómo el de hoy).
Aún así, el antecesor de Biden, Donald Trump, hizo caso omiso de los cuestionamientos en torno a pruebas de armamento similares en 2019.
Trump y Kim Jong-un llegaron a un acuerdo en 2018 en el sentido que Pyongyang no haría pruebas de misiles balísticos de largo alcance ni de armas nucleares.
En ese entonces, la Casa Blanca no se preocupó de ensayos menores.
Pero el equipo de Biden acaba de regresar de Japón y Corea del Sur, y prometió que «EE.UU. estaba de vuelta» apoyando a sus aliados, publicó la BBC.
Se pensaba que el gobierno estadounidense tendría que decir algo sobre las pruebas armamentistas que amenazan a sus amigos en el Noreste Asiático, pero no fue así, aunque Washington esté consciente que Pyongyang tiene armas más potentes en su arsenal que no ha ensayado desde finales de 2017.
Corea del Norte ha estado más de un año en aislamiento. Incluso cortó la mayoría de su comercio con China, su aliado más cercano, en medio de la pandemia de covid-19 y se estima que su economía está en pésimo estado.
Ahora que parece que las pruebas armamentistas están de regreso, muchos se preguntan qué tan lejos está dispuesto a ir Kim Jong-un para que la Casa Blanca le preste atención.
Funcionarios japoneses dijeron que los dos misiles de Corea del Norte volaron en la madrugada de este jueves 420 km y 430 km respectivamente antes de caer en aguas fuera de la zona económica exclusiva de Japón. No se infligieron daños a barcos ni a aviones.
El gobierno de Biden ha dicho que ha intentado sin éxito establecer contacto diplomático con Corea del Norte.
Pyongyang aún tiene que reconocer que Biden está ahora en el cargo y los dos países siguen en desacuerdo sobre los programas de misiles nucleares y balísticos de Corea del Norte.

La prensa internacional, basada en las afirmaciones de un diplomático surcoreano, informa de que el dictador de Corea del Norte, Kim Jong Un, se encuentra en coma y su hermana menor Kim Yo Jong ha tomado control del gobierno por su ausencia.
La historia
Desde la llegada al poder del tercer gobernante consecutivo del régimen comunista dinástico en Corea del Norte, la relación geoestratégica de aquel país y su gobierno con sus vecinos inmediatos, Corea del Sur y Japón, ha estado marcada por una tensión ascendente, involucrando también a los Estados Unidos y a China.
Kim Jong-Un preside un régimen totalitario cuya base de sustentación es haber puesto un país al servicio del ejército y de una familia, en relación dinástica coherente con las tradiciones orientales, con 72 años ininterrumpidos a cargo del gobierno. Corea del Norte ha construido misiles de rango intermedio relativamente confiables, los ha vendido a varios interesados en Asia, África y el Medio Oriente; el problema está en su progreso en construir misiles intercontinentales,
A principios de agosto de 2017, se desató un alarmante intercambio de amenazas y acusaciones entre la República Popular Democrática de Corea (RPDC, conocida como Corea del Norte) y Estados Unidos.
Las raíces de la historia nuclear de Corea del Norte comenzaron poco antes de los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki el 6 y 9 de agosto de 1945 por parte de Estados Unidos, y del nacimiento mismo de la RPDC (República Popular Democrática de Corea) en 1948. En 1944, Japón, que había ocupado Corea desde 1910, seleccionó Yongbyon, en el norte de la península coreana, como un sitio para desarrollar su programa atómico. Los científicos coreanos hasta recibieron capacitación nuclear básica en universidades japonesas. En otras palabras, el origen de estos ensayos fue iniciativa nipona.