A través de un comunicado que expresa sus diferencias con la región sobre cómo encarar la crisis en Venezuela y la relación con el chavismo, el Gobierno argentino decidió retirar a la República de Argentina del llamado Grupo de Lima del cual este país había sido uno de los fundadores bajo la presidencia de Mauricio Macri.
Este Grupo es una instancia multilateral que se estableció tras la denominada Declaración de Lima, el 8 de agosto de 2017 en la capital homónima, donde se reunieron representantes de 14 países con el objetivo de dar seguimiento y buscar una salida pacífica a la crisis en Venezuela. Entre otras cosas, exige la liberación de los presos políticos, pide elecciones libres, ofrece ayuda humanitaria y critica la ruptura del orden institucional en el país sudamericano. Recientemente Bolivia ingresó a este grupo.
Doce países americanos en un principio suscribieron la declaración: Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Perú, uniéndose posteriormente Guyana, Haití, Santa Lucía y Bolivia. Siendo avalado también por Barbados, Estados Unidos, Granada, y Jamaica
que asistieron al encuentro, así mismo organismos como la Organización de los Estados Americanos y la Unión Europea, además de la oposición venezolana, han dado su respaldo a dicho documento. En febrero de 2019 se incorporó a Venezuela, más precisamente al gobierno interino de Juan Guaidó.
Argentina, como miembro fundador bajo la administración el Presidente Macri, estuvo de acuerdo entonces a aislar al régimen de Nicolás Maduro. Pero desde que asumió Alberto Fernández, en diciembre de 2019, el Gobierno nunca firmó sus decisiones y documentos.
Sin embargo, ya en octubre del 2020, en medio de las idas y vueltas del gobierno argentino por su postura respecto de la crisis en Venezuela, bajo la influencia directa de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y del informe de la Organización de Naciones Unidas (ONU), entregado por la socialista chilena y ex Presidenta Michelle Bachelet, que denunció la violación grave de los derechos humanos en el país caribeño y a el diputado de la provincia de Buenos Aires Luciano Bugallo se sumó a la polémica al compartir un video en el que se ve al vicecanciller argentino Pablo Tettamanti retirándose de una reunión del Grupo Lima en el momento en que la agrupación expresaba su apoyo al líder de la oposición Juan Guaidó.
El siguiente es el comunicado de prensa emitido por el canciller Felipe Solá, este miércoles:
«En el día de la fecha, la República Argentina formalizó su retiro del denominado Grupo de Lima, al considerar que las acciones que ha venido impulsando el Grupo en el plano internacional, buscando aislar al Gobierno de Venezuela y a sus representantes, no han conducido a nada. Por otro lado, la participación de un sector de la oposición venezolana como un integrante más del Grupo de Lima ha llevado a que se adoptaran posiciones que nuestro Gobierno no ha podido ni puede acompañar.
«Una vez más, reiteramos que la mejor manera de ayudar a los venezolanos es facilitando que haya un diálogo inclusivo que no favorezca a ningún sector en particular, pero sí a lograr elecciones aceptadas por la mayoría con control internacional. Es claro que no pueden las autoridades venezolanas desconocer, sin embargo, que producir las condiciones para un diálogo que resulte productivo es primordialmente su responsabilidad. Un diálogo del que deben formar parte, pero del que no puede apartar a la oposición en su conjunto. Un diálogo que sin duda se vería enriquecido con voces provenientes de los principales actores sociales del país, como la Iglesia, el sector empresario y las organizaciones no gubernamentales, sin exclusiones.
«En un contexto en el que la pandemia ha hecho estragos en la región, las sanciones y bloqueos impuestos a Venezuela y a sus autoridades, así como los intentos de desestabilización ocurridos en 2020, no han hecho más que agravar la situación de su población y, en particular, la de sus sectores más vulnerables.Con este espíritu, la Argentina continuará sosteniendo su compromiso con la estabilidad en la región, y buscará encaminar soluciones pacíficas, democráticas y respetuosas de la soberanía y de los asuntos internos de cada Estado».