En 1999 Juan Pablo II intentó viajar a Irak, pero no lo logró. Su sucesor, Benedicto XVI también intentó sin éxito visitar el país árabe. Este viernes, en medio de la pandemia de covid-19 que azota al mundo entero, se espera que llegue el Papa Francisco a Irak en una visita de tres días.

El pontífice visitará Bagdad e irá al sur, a Ur de los Caldeos. Ante el impresionante Zigurat celebrará un encuentro interreligioso en el lugar de nacimiento de Abraham (zigurat es un templo de la antigua Mesopotamia que tiene la forma de pirámide. El diseño de un zigurat va desde una simple base con un templo en lo alto. La base podía ser de forma rectangular, ovalada o cuadrada)

Posteriormente irá al norte, a la llanura de Ninive y las ciudades de Mosul y Qaraqosh, destrozadas por el Estado Islámico y donde se concentraba la población cristiana que ha quedado reducida a la mitad. También estará en Erbil, la capital del Kurdistán iraquí que dio cobijo a los que huían de los yihadistas.

El Vaticano espera que el viaje dará a Francisco, y al mundo entero, una mirada de primera mano a la devastación causada por el Estado Islámico durante su período más cruento, del 2014 al 2017, en el que destruyó cientas de viviendas e iglesias de cristianos en el norte y forzó el desplazamiento de decenas de miles de cristianos y personas de otras creencias.

Francisco viaja a la tierra del profeta Abraham para exhortar a los cristianos a que perseveren y permanezcan en el país y para enfatizar que tienen que desempeñar un papel importante en la reconstrucción de Irak. Se cree que había 1,4 millones de cristianos en Irak en el 2003 y que hoy quedan unos 250.000.

Francisco se reunirá a su llegada a Bagdad con sacerdotes, seminaristas y monjas en la misma catedral donde combatientes islámicos mataron a 58 personas en el 2010, en el peor ataque perpetrado contra los cristianos desde la invasión de fuerzas lideradas por Estados Unidos en el 2003. En la fotografía, una mujer camina frente a un mural de la iglesia de la Salvación en Bagdad.

La visita incluirá un encuentro privado con el principal clérigo chiíta, el gran ayatola Ali al-Sistani, una figura reverenciada en Irán y en otros países. En las calles de Bagdad y en otras ciudades se han colocado carteles que anuncian la histórica visita.

El encuentro de Francisco con al-Sistani, el gran ayatola, cuyo llamado hizo que mucha gente se incorporase a milicias chiítas a luchar contra el Estado Islámico.

El tema de la seguridad durante la visita del papa Francisco preocupa porque los ataques en espacios públicos siguen siendo recurrentes, como el ocurrido en un mercado de Bagdad el 21 de enero, en el que murieron al menos 32 personas. Los atentados aumentaron y han incluido ahora cohetes.

Este es el viaje 33 del Papa durante su pontificado y se produce en medio de la pandemia mundial de covid-19 que ha obligado a Irak a establecer toques de queda y restricciones. Casi 4,000 se han contagiado en los últimos días respecto a los centenares de las semanas anteriores, según datos del gobierno.

El Vaticano informó que el papa Francisco, quien ya ha sido vacunado, tendrá pocos contactos con multitudes durante su estancia en Irak y que se han tomado severas medidas para evitar infecciones. El pontífice, no obstante, ofrecerá una misa el domingo 7 de marzo a la que se espera asistirán 10,000 personas en un estadio de Irbil.