La pandemia no ha terminado y las secuelas que deje nos hará recordar siempre lo que hemos pasado en un año de anormalidades, encierros, peligros de contagio y aislamiento social.

Entre las secuelas de largo plazo, para los que se hayan contagiado,  está la  denominada “niebla mental” que es la dificultad o falta de concentración. Este problema adicional  ha sido incluido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) dentro del “misterio de la covid larga”, que también ocasiona otras afecciones neurocognitivas, cardíacas y respiratorias.

Entendemos por “niebla mental” los problemas que se pueden producir tras la enfermedad y que son  de desorientación, confusión y dificultad para concentrarse que han afectarían  a cerca del 30% de los pacientes que han estado graves y hospitalizados por coronavirus.

«Estamos viendo con preocupación que muchas personas al superar el cuadro agudo ven algunas secuelas en su salud», como ha explicado , investigador del Conicet (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina) y profesor de Inmunología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA)-Foto derecha-.

Entre algunos de los efectos a largo plazo que deja el covid-19 en pacientes dados de alta, mencionó «un cansancio excesivo y la falta de concentración».

Sin embargo, aseguró el especialista que «en la mayoría de los casos (este problema) se resuelve», aunque «puede ser después de tres, cuatro meses o incluso más tiempo» de haber contraído coronavirus. En ese sentido, recordó la importancia de «volver al médico de cabecera para llevar adelante una buena recuperación».

Además de los problemas de concentración, la «niebla mental» podría asociarse a la pérdida de memoria, mareos, dolor de cabeza, desorientación y confusiones frecuentes. Aunque aún no existe claridad sobre la causa de estas afecciones, algunas hipótesis médicas lo relacionan con la inflamación que causa el virus, que a su vez produce una encefalopatía que afecta al lóbulo frontal central (uno de de los seis lóbulos principales,​​​ de cada hemisferio del cerebro), el cual tiene que ver con las funciones cognitivas.

Este mal  ha sido descrito por los especialistas como un cuadro de problemas cognitivos que sobrevienen después de una infección por Covid-19, donde, por ejemplo, una persona ejecuta en 4 horas, lo que antes podía hacer en 2, por falta de concentración y otros factores.

Otra hipótesis vincula estos síntomas con la gran inflamación celular que puede causar el virus y que termina alterando al sistema nervioso y, con ello, las neuronas.

Dr. Esteban Basaez

Aún no existe completa claridad sobre la causa de este fenómeno, pero predominan varias hipótesis, en resumen:

La inflamación que causa el virus provoca una encefalopatía que afecta al lóbulo central, el cual tiene que ver con las funciones cognitivas.

La gran inflamación celular que puede causar el virus termina alterando al sistema nervioso y, con ello, a las neuronas.

Igualmente se cree que el SARS-CoV-2 provoca un daño endotelial (en los vasos sanguíneos) y cardiovascular que puede llegar hasta el cerebro.

El doctor Esteban Basaez, neurólogo de Clínica Las Condes de Santiago de Chile, comenta que “en la práctica clínica, esto se ve principalmente en pacientes que han estado hospitalizados por varios días, en cuidados intensivos o que han requerido ventilación mecánica”.

Asimismo, hay que destacar que este mal puede afectar de la misma manera a jóvenes, a adultos mayores, hombres y mujeres.