Por Martin Poblete Pujol
Pasado mañana debía expirar el New START Treaty/NST, firmado el año 2010 por los ex presidentes estadounidense Barack Obama y ruso Dmitri Medvedev.  Hacia fines del año 2019, el Presidente Donald Trump y su Secretario de Estado Mike Pompeo, anunciaron su intención de no renovar este importante acuerdo, indicando falta de cumplimiento de parte de Rusia de importantes aspectos en materias de verificación, observaciones que fueron enérgicamente rechazadas por el actual Presidente ruso Vladimir Putin y su Ministro de Relaciones Exteriores Sergei Lavrov.  Durante la campaña presidencial en Estados Unidos, Donald Trump insistió en su negativa a renovar el NST, Joe Biden declinó referirse específicamente al asunto, indicó que lo haría una vez en la Casa Blanca.
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La semana pasada en Moscú, por instrucciones del Presidente Vladimir Putin, el Ministro de Relaciones Exteriores Sergei Lavrov confirmó la intención del gobierno ruso de renovar el NST.   Hoy miércoles poco antes de mediodía, en Washington DC, el Secretario de Estado Antony Blinken informó la decisión del gobierno del Presidente Joe Biden de renovar el NST; como a la pasada, se refirió a las necesarias reuniones entre las partes signatarias en las semanas venideras, a fin de acordar la reanudación de los mecanismos de mutua verificación.
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El Tratado NST no es un instrumento de limitación ni de reducción de armas nucleares, es un acuerdo de control de armamento existente, contemplando muy especialmente su colocación en misiles intercontinentales.  Los dos elementos claves del NST son el número de 1550 cabezales nucleares, de los cuales 700 pueden estar instalados en misiles intercontinentales ya emplazados en su punto de partida; estos cabezales llevan carga mínima de una bomba termonuclear de veinte megatones cada una.
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Los restantes ochocientos cincuenta cabezales incluyen cifra variable de cabezales múltiples, capaces de llevar varias bombas atómicas tipo Hiroshima, es decir un solo misil puede alcanzar varios blancos en un solo vuelo, los llamados MIRV Multiple Incoming Reentry Vehicle.  En otra variable, el NST incluye cabezales nucleares emplazados en bombarderos transcontinentales.  Los mecanismos de verificación en el Tratado NST son de alta complejidad, su aplicación requiere de cuidadosas negociaciones, son cuestiones que van al corazón de la seguridad nacional de las partes signatarias.
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El tratado original de 2010 no incluyó cabezales nucleares en misiles emplazados en submarinos estratégicos, la idea entonces era mantener el caracter bilateral del instrumento; de considerarse los submarinos estratégicos, habrían tenido que incluirse los cabezales nucleares en misiles emplazados en los cuatro submarinos de Clase Tridente en la Real Marina Británica.  Este asunto probablemente surgirá en las negociaciones venideras, no solo por las comprensibles preocupaciones rusas, siempre hay uno de esos submarinos en patrullaje por el Mar del Norte, también está el cuestionamiento planteado por China respecto a los submarinos estratégicos en la Séptima Flota de los Estados Unidos.   De todas maneras, el mundo queda mejor con la extensión del Tratado NST a 2026.
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Reservas mundiales estimadas de armamento nuclear
País Ojivas nucleares activas / total* Estratégicas desplegadas
Las armas nucleares en tres países del Tratado de No Proliferación (NPT)
Rusia 6375​ 1326​
Estados Unidos 5800​ 1373​
China 320​ s/d