Por Walter Krohne
La nueva etapa que inició este martes el economista, académico y ahora ex ministro de Hacienda, Ignacio Briones, es difícil y entra a un camino pedregoso donde se conectan para bien o para mal todas las tendencias ideológicas de la derecha. Todos ellos entrarán a una primaria que hasta ahora la encanbezaba como ganador Joaquín Lavín, pero que también está a la baja en las encuestas.
Y así lo dijo Briones tras abandonar esta mañana el Palacio de La Moneda: Inicio ahora una nueva etapa para aportar con «convicción a los grandes desafíos estructurales del país» que requiere reformas sustantivas, pero “reformas con responsabilidad”. Llamó, igualmente, a “volver a creer en Chile y en su futuro”, una frase ya muy usada en la política chilena del último tiempo y que repiten continuamente todos los candidatos tanto de derecha, centro e izquierda.
Al hablar de su nueva etapa destacó que en Chile era esencial o imperativo recuperar las confianzas perdidas en tantos planos. Por eso lo hemos dicho «las ofertas de atajo o de soluciones mágicas que después no se pueden honrar son una receta segura para amplificar la desconfianza y con ello para impedirnos abordar la reforma que el país requiere», palabras, al parecer, dirigidas a la izquierda y también a la centro izquierda y a una parte «añejada» de la derecha.
Esta nueva etapa la inicio con el apoyo de mi familia, mi esposa, mis hijos que aquí me acompañan. El 30 de enero -este sábado- partiría definitivamente su candidatura a La Moneda con Evópoli
Briones llegó a Hacienda a fines de octubre de 2019 a reemplazar a una de las caras más resistidas del gobierno durante el estallido social –Felipe Larraín– y hoy, 15 meses después, ha dejado el gabinete para seguir escalando en su súbita carrera política.
Se hizo popular en el Gabinete de Piñera aplicando un perfil dialogante y cercano, aunque esta fórmula no le funcionó con los retiros del 10% de la AFP, porque allí sufrió una importante derrota política.
Briones llegó a alcanzar en las encuestas una aprobación de 56% en junio, para luego descender a 38% en julio –durante la tramitación del primer retiro– y más tarde caer a un mínimo de 30% en noviembre, cuando impulsó recurrir al TC para impedir un segundo giro, de acuerdo a lo publicado por La Tercera.
En reemplazo de Briones, en tanto, asumiría el ex director de Presupuestos Rodrigo Cerda, un hombre cercano al Presidente Sebastián Piñera y sobre quien recaerá una de las tareas inconclusas de su antecesor: sacar adelante la reforma al sistema previsional.
En la derecha y centro derecha sigue temblando: Joquín Lavín era hasta ahora un seguro presidenciable, pero le salio «gente al camino». Primero fue Sebastián Sichel de gran carisma, impulso y con nuevas ideas como el ex ministro de Hacienda, y ahora surje muy en serio el Ignacio Briones candidato presidencial. Ambos con un curriculum fenomenal: Sobre Briones ya hablamos, y sobre Sichel Ramírez también es brillante como político y abogado. Ejerció como presidente del Banco del Estado de Chile entre junio y diciembre de 2020. Anteriormente, se desempeñó como ministro de Desarrollo Social y Familia y vicepresidente Ejecutivo de Corfo, bajo el segundo gobierno de Sebastián Piñera.
Es decir, por primera vez en muchos años, tendremos en las presidenciales cartas de liderazgos nuevos, brillantes y con conocimientos que han venido a reemplazar a esos viejos o viejas políticas desgastadas (viejos estandartes), nombradas a dedo, sin ganas y que son derrotadas antes de competir en las urnas al presentar planes obsoletos y ya probados cada cuatro años; y pertenecientes a partidos que se derrumban solos por sus rencillas internas que pueden ser históricos, quizá, pero con sus tiempos ya absolutamente agotados. ¿Será este momento el inició de un verdadero nuevo despertar para Chile?