Por Walter Krohne

El alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín (UDI) da el primer paso para llegar al Palacio de La Moneda al anunciar este miércoles su renuncia a la Alcaldía de Las Condes y entrar de lleno a “un nuevo camino” que es el desafío presidencial que ha intentado buscar en toda su vida política, posibilidad que se ha visto frustrada en dos ocasiones: en las elecciones de 1999, donde fue derrotado por el ex Presidente Ricardo Lagos, mientras que en 2006 no logró ni siquiera pasar a segunda vuelta, siendo superado por la también la  ex presidenta  Michelle Bachelet y por Sebastián Piñera.

A través de su cuenta de Twitter, Lavín manifestó que «hoy parto un nuevo camino. Nuestro país necesita sanar, unirse, integrarse. Lograr que todos vivamos en el mismo Chile. Vale la pena jugarse por eso, dispuesto a asumir el desafío presidencial. No postularé a la reelección en Las Condes. Ya seguiremos conversando», escribió el ex pinochetista.

 La de Joaquín Lavín,  es en la vida real actual una de las cartas mejor evaluadas y con mayores posibilidades de triunfo en la derecha chilena que, seguramente será la tendencia ideológica que al final dará el nombre del sucesor del actual Presidente Sebastián Piñera, esto debido a la división diversa que afecta a la oposición izquierdista o centrista, además de la falta de líderes en ese sector. De esta manera, con su decisión, Lavín toma ventaja de quien sería su principal contendora al interior de la UDI para convertirse en una carta presidencial del partido en serio, la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, aunque su imagen se ha debilitado en los últimos meses por la reducción de las ayudas comunales  durante la pandemia.

Por otro lado, el actual presidente de la UDI, Javier Macaya, comunicó a fines de diciembre que el partido no adoptaría ninguna determinación presidencial antes de los comicios del 11 de abril, donde se elegirán a los nuevos alcaldes y convencionales constituyentes.

Igualmente en este evento electoral de fundamental importancia para Chile también parece estar controlado por la derecha, ya que la lista única que engloba a toda ese sector,   incluyendo también a la extrema derecha de José Antonio Kast la harían invencible frente a una izquierda dividida y pobre en cuanto a ideas y propuestas.

La secretaria general greamialista, María José Hoffmann, aseguró que “la decisión de Joaquín Lavín va a remecer el escenario presidencial. Es una muy buena noticia para la UDI y para Chile. Valoramos el compromiso de Joaquín con la integración social, que está muy en el ADN de la UDI”.

En la izquierda, dentro del Partido Comunista, el alcalde de Recoleta, Daniel Jadue, cuyo nombre suena para estar en la papeleta presidencial, el fin de semana dio a entender que irá si o si a la reelección como jefe comunal , sin aclarar bien si seguirá en la carrera presidencial. Esto quizá porque su partido comunista no se ha pronunciado oficialmente  aún sobre el apoyo al edil como candidato presidencial. Las malas lenguas opinaron que el edil no quiere quedarse “sin pega” y por eso ha tomado esta decisión  de repostularse como jefe comunal.

“Voy de candidato a la reelección en Recoleta (…). Solo dejaría Recoleta si es que la ciudadanía me da una tarea más relevante”, dijo Jadue   el fin de semana en el programa Mesa Central del canal 13.

Era una de las incógnitas que dejaba la incipiente carrera presidencial. Pese a que los números lo sitúan como un nombre relevente de la oposición, el alcalde de Recoleta no se había pronunciado respecto a la posibilidad de volver a competir por el sillón edilicio, manteniendo un ojo fijo  en la carrera presidencial.

Jadue también se refirió a la marginación del PC (al igual que Convergencia Social) de las últimas conversaciones de la oposición de cara a conseguir una lista única, convocadas por la CUT. En ese aspecto, siguió la línea planteada por el partido, de correr en más de una lista. “Las dos listas garantizan mucha mayor representatividad ahí hay representatividad numérica”, aseguró.

Al respecto, el edil argumentó que la razón es no compartir los mínimos comunes establecidos por parte de la oposición. “Estos mínimos comunes en nada representan lo que la ciudadanía ha demandado, lo que la ciudadanía ha puesto sobre la mesa. Así, no nos vamos a arriesgar a ir en una lista con gente que no quiere la constitución que quiere la gente. Yo prefiero ir en una lista separada con un bloque anti neoliberal”.

Para la derecha  es más importante en estos momentos la elección de los constituyentes antes que la presidencial, porque en esa «segunda cámara» se fijará un paquete completo de los derechos y compromisos u obligaciones de los chilenos  para los próximos 40 años. Es por eso que ha enfatizado en la idea de llegar a esa elección del 11 de abril con una lista única. Esta idea no ha pasado sin críticas: La abogada Elisa Walyer (DC) dijo esta mañana en el primer Café de Radio Cooperativa que uno de los principales problemas del pacto electoral  Chile Vamos  con el Partido Republicano es que este último “no quiere la nueva Constitución, no entiende el Chile del presente, sino que mas bien quiere aferrarse a la Constitución actual”. Reconoció además que “gran parte de la UDI está en la misma posición: quiere participar para bloquear, no realmente para entender que acá hay un nuevo camino de cambio de país y de paradigma”.

El ministro del Interior, Rodrigo Delgado, ya destracó este punto este martes al referirse al “pacto”.  “Lo que se juega en abril, lo que se juega en la |convención constituyente, es tremendamente importante, no para los próximo cuatro años, como puede ser una elección municipal o parlamentaria, lo que se juega ahí es el Chile en los próximos 40 o 50 años”, dijo Delgado.

“Por lo tanto, todo lo que podamos hacer en materia de unidad, en materia de puntos de acuerdo (en la derecha), es necesario hacerlo. Y, por lo tanto, los partidos están generando y han abierto ese diálogo. A mí me parece que eso es lo que corresponde”, declaró.

Así, este miércoles Cristián Monckeberg y Antonio Walker dejaron sus respectivas carteras en el Gabinete de Sebastián Piñera para competir por uno de los escaños de la Convención Constitucional y subirse al carro de los esperados cambios.