Foto de Portada: El papa Francisco conversa el tema del aborto con el presidente argentino Alberto Fernández
La aprobación del Senado argentino de la Ley que legaliza el aborto en el país transandino ha causado un gran revuelo nacional y críticas del Papa y de la Iglesia Católica en general.
La norma fue aprobada por 38 votos a favor, 29 en contra y una abstención tras una sesión maratónica que comenzó en la tarde del martes y se extendió durante poco más de 12 horas. La Cámara de Diputados había aprobado la iniciativa el 11 de diciembre último.
La ley establece que las mujeres y otras personas con identidades de género con capacidad de gestar tienen derecho a acceder a la interrupción voluntaria del embarazo hasta la 14. semana de gestación. Pasado ese plazo, el aborto será legal sólo en los casos de embarazo por violación o riesgo de vida para la gestante.
Frente al Congreso, una multitud de activistas a favor del aborto, que se identifican con el color verde, festejó la sanción de la ley. “Aborto legal en el hospital”, exclamaron entre abrazos y lágrimas.
Por otro lado, los manifestantes que se oponen al aborto contemplaban desolados la pantalla a través de la cual siguieron la histórica sesión del Senado.
Argentina se suma a un escaso número de países y estados en América Latina que aprueban el aborto que incluye a Uruguay, Cuba, la Ciudad de México, el estado mexicano de Oaxaca, las Antillas y la Guayana Francesas, que no castigan el aborto en la región.
En Chile, durante el segundo gobierno de Michelle Bachelet se presentó (2015) un proyecto de ley que despenalizaba parcialmente el aborto, únicamente en las causales de violación, inviabilidad fetal y riesgo para la vida de la madre. Dicho proyecto fue aprobado por el Congreso Nacional el 3 de agosto de 2017 y luego fue refrendado por el Tribunal Constitucional el 21 de agosto del mismo año. La ley fue promulgada el 14 de septiembre de 2017.
En Argentina, la interrupción del embarazo figuraba en el código penal argentino desde 1921. Las únicas excepciones contempladas por ley eran los casos de violación o riesgo para la salud integral de la madre.
Los abortos clandestinos han causado más de 3.000 muertes en el país desde 1983, según las autoridades. Cada año alrededor de 38.000 mujeres son hospitalizadas por este tipo de procedimientos afirmaron los sostenedores del proyecto, especialmente el movimiento de mujeres que lo lograron tras varios intentos fallidos en las últimas décadas, el más reciente hace dos años. Los fracasos eran atribuidos a la fuerte influencia de la Iglesia Católica sobre la dirigencia política.
Es por ello que la aprobación de la ley significa un duro revés para el papa Francisco, quien horas antes de empezar al debate dedicó un mensaje a sus compatriotas por Twitter: “El Hijo de Dios nació descartado para decirnos que toda persona descartada es un hijo de Dios. Vino al mundo como un niño viene al mundo, débil y frágil, para que podamos acoger nuestras fragilidades con ternura”.
A diferencia de proyectos anteriores, el aprobado este miércoles fue redactado por el presidente Alberto Fernández, un abogado penalista que se comprometió a impulsar la legalización en su campaña electoral de 2019.
Tras superar la votación en la Cámara de Diputados, el resultado en el Senado –donde más de la mitad de sus miembros son hombres– estuvo en duda hasta el último momento.
La ley contempla que la persona gestante deberá prestar por escrito su consentimiento para abortar a partir de los 16 años. Los menores de edad tendrán que ejercer los “derechos a través de sus representantes legales”.
Además, incluye la figura de la objeción de conciencia por parte de los profesionales de la salud y de las instituciones médicas privadas en las que todos sus médicos estén en contra de la práctica, pero establece que los centros que no cuenten con profesionales dispuestos a realizar el procedimiento deben remitir a las pacientes a otra institución.
El médico no podrá alegar objeción de conciencia en caso que la salud de la persona gestante esté en peligro.
Los profesionales de la salud que se nieguen a cumplir con la interrupción del embarazo en los términos comprendidos por la ley estarán sujetos a sanciones que van de los tres meses a un año en prisión y la suspensión de su licencia profesional por el doble de tiempo de la condena.
La ley garantiza además la cobertura integral y gratuita del aborto en el sistema de salud público y privado.
La posición de la Iglesia en Argentina
La Conferencia Episcopal Argentina (CEA) destacó que el pueblo argentino «seguirá eligiendo siempre todas las vidas» en un pronunciamiento difundido tras la aprobación en el Senado de la ley de aborto esta madrugada.
“La Iglesia en la Argentina quiere ratificar junto a hermanos y hermanas de distintos credos y también a muchos no creyentes, que continuará trabajando con firmeza y pasión en el cuidado y el servicio a la vida. Esta ley que ha sido votada ahondará aún más las divisiones en nuestro país. Lamentamos profundamente la lejanía de parte de la dirigencia del sentir del pueblo, el cual se ha expresado de diversas maneras a favor de la vida a lo largo y a lo ancho de nuestra Patria”, afirmó.
“Tenemos la certeza de que nuestro pueblo seguirá eligiendo siempre toda la vida y todas las vidas. Y junto a él seguiremos trabajando por las auténticas prioridades que requieren urgente atención en nuestro país: Los niños y niñas que viven en la pobreza en cantidad cada vez más alarmante, el abandono de la escolaridad por parte de muchos de ellos, la apremiante pandemia del hambre y la desocupación que afecta a numerosas familias, así como la dramática situación de los jubilados, que se ven vulnerados en sus derechos una vez más”, añadió la declaración de la CEA.
El Papa argentino ¿Qué dijo?
Al encabezar su última audiencia general del año, el Sumo Pontífice el argentino Jorge Mario Bergoglio reiteró su visión en contra de la interrupción voluntaria del embarazo.»Todos nacemos porque alguien ha deseado para nosotros la vida», manifestó.
«Para nosotros cristianos el dar las gracias ha dado nombre al Sacramento más esencial que hay: la Eucaristía. La palabra griega, de hecho, significa precisamente esto: acción de gracias».
Durante la catequesis que brindó desde la Biblioteca del Palacio Apostólico del Vaticano, el Santo Padre remarcó que «los cristianos, como todos los creyentes, bendicen a Dios por el don de la vida».
«Vivir es ante todo haber recibido la vida. Todos nacemos porque alguien ha deseado para nosotros la vida», destacó el Papa Francisco.
Así el Papa reiteró su rechazo a la interrupción voluntaria del embarazo, que en la madrugada de este miércoles fue legalizada por el Congreso de la Nación argentina.
En Buenos Aires, en cambio, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner declaró esta madrugada que «la legalización del aborto fue aprobada y se convierte en ley y se gira al Poder Ejecutivo”.