Por Walter Krohne

Chile se está convirtiendo en una productora de candidatos presidenciales faltando menos de un año para las elecciones (21 de noviembre de 2021). Hay para todos los gustos en esta productora, desde la extrema izquierda a la extrema derecha y ya nadie se hace de rogar en el ruedo político o en los medios cuando apenas se le  menciona “como posible candidato”.

Esto nos hace pensar que debe ser muy “apetitoso” el llegar a ser Presidente de la República y estar bien dentro del aparato del  poder. Buena dieta,  acceso a todos lados, contactos mundiales,  viajes, conferencias internacionales, invitaciones,  autos y aviones a la puerta y también casas y hoteles y quizá, lo más importante es poder llegar a tener un futuro cómodo posterior y descansado en familia, además de poder llegar a pasar a la historia tras haber dejado algún tipo de legado. La historia los juzgará, como se dice.

El ex ministro de defensa Mario Desbordes y el ex Presidente del Banco Estado Sebastián Sichel son los últimos en renunciar a sus cargos públicos para entrar a la cancha con el fin de competir con fuerza, dureza y habilidad con  contrincantes de su misma línea, lo que seguramente va a ser más complicado dentro de la centro derecha o en la derecha de los “socialdemócratas”.

Todos están más o menos en lo mismo: Tomar definitivamente la decisión de entrar en la carrera presidencial, ¿cuándo y cómo? y con ¿quién o qué coalición?; diseñar las propias estrategias de campaña y buscar muchos aliados para finalmente crear un equipo de trabajo.

Pero lo curioso de todo esto es el momento en que se da este despertar de las ambiciones políticas en medio de una pandemia que va acompañada de graves agitamientos sociales por todos lados que en algunos casos aparecen impulsados por infiltrados que se mueven fuera del mundo político propiamente tal.

Para mucha gente de estos sectores afectados por las restricciones de movilidad del coronavirus y los problemas económicos y sociales que de allí se acrecientan, resulta un poco incomprensible querer aspirar a La Moneda con un cúmulo de problemas que no son de fácil solución y en un momento en que la democracia en Chile, teniendo al frente varios puntos de debilidad con un cuadro político mediocre y prácticamente inoperante para llegar a acuerdos, además de ser visible una institucionalidad que está por los suelos y que no funciona como se había esperado y aquí entra el Poder Judicial que no estaría dando “el ancho” como se dice.

El difícil momento que vive Chile

Aspirar hoy a ser la cabeza del Palacio es un paso muy difícil de concretar y un cargo posteriormente complejo de desempeñar o ejercer. Al mismo Sebastián Piñera se le vio varias veces a punto de renunciar o alejado del cargo en medio de un tremendo caos republicano. Y lo será mucho más difícil en el futuro con una lista larga de problemas pendientes, sociales, económicos y de desarrollo del país en general, y al tiempo que parte de la ciudadanía descontenta sale a la calles gritando o quemando iglesias. Y más encima con un debate constitucional que agitará el ambiente político y ciudadano en por lo menos  los dos primeros años del próximo gobierno. Ya se escucha en la calle desde el 18 de octubre: “Son 30 años no sólo 30 pesos”.

Muchas voces han criticado que tanto Desbordes como Sichel ocuparon sus nuevos cargos por un corto período de sólo 138 días (asumieron el 28 de julio), sabiendo antes ya que si decidían caminar por el sendero presidencial estaban obligados a renunciar ahora. Algunos críticos, con o sin razón, se plantean la pregunta de si todo esto beneficia al país porque con tantos cambios es más difícil todavía encontrar un camino de solución a los graves problemas que tiene Chile.

En este cuadro hay gente que mira el panorama con un poco de preocupación personal. Por ejemplo el caso de Joaquín Lavín, quien se ha venido preparando tantos años para ser Presidente, pero ahora otra vez  se encuentra con gente de su propio sector que le sale al camino. Lavín ha hecho de todo y ha sido de todo: pinochetista, extrema derecha, populista y también ahora socialdemócrata de derecha, pero lo que no ha podido es llegar a La Moneda.

Al menos Debordes se inclina a conversar con Lavín sobre su reciente planteamiento respecto de un próximo gobierno de unidad nacional que incluya personeros de la derecha y la centroizquierda, aunque muy en privado quienes acompañan a Desbordes sostienen que lo más viable es buscar un gobierno con acuerdos transversales.

Sebastián Sichel no quería salir ahora  del Banco Estado que le podría haber estado dando dividendos electorales por todos lados. Pero pudo más su proyecto de llegar a la Presidencia aunque no tenga la necesaria experiencia política para el cargo donde deberá  sortear los problemas y falta de lealtades que surgen  dentro del mismo poder.

Sichel ¿a las primarias con Chile Vamos?

Sus reuniones para levantar su candidatura giran en torno a personeros del mundo independiente y con acercamientos también con aliados en Renovación Nacional y hay voces dentro de esta colectividad, como su vicepresidente, diputado Tomás Fuentes,  que plantean la idea que Sichel compita en las primarias presidenciales de Chile Vamos. En el montaje de su estrategia lo acompañan Juan José Santa Cruz (cercano a Andréz Velasco en Ciudadanos), Ricardo Escobar y Mariana Aylwin.

Pero Sichel busca también aliados dentro de la UDI y Evópoli. En este sentido se ha reunido con frecuencia con el exministro del Interior de Piñera,  Andrés Chadwick, quien sería su consejero en algunos temas. Así y todo marca poco en las encuestas hasta ahora, 1,9% en Pulso ciudadano esta semana.

Los dos disponibles en el entorno de RN se suman como precandidatos a otros del mundo de la derecha como es desde luego el histórico Joaquín Lavín (hoy encabeza las encuestas) como también a Evelyn Mtthei, la polémica alcaldesa de Providencia. Y en este grupo entra por un costado la extrema derecha republicana de José Antonio Kast. En la encuesta Activa Research, Lavín marca 11,9%,aunque por la contingencia del 10% de las AFP, es superado por la diputada Pamela Jiles, quien anotó 13,8%.

De todos estos personajes si o si el mejor posesionado es Lavín, aunque sus añejas declaraciones e innovaciones en política asustan a algunos y sorprenden a otros. Dos ya le han perjudicado: Su declaración a favor de la opción del Apruebo en el Plebiscito y también, por supuesto, la de definirse como “socialdemócrata”.

Su explicación es además obvia, más para la izquierda que para la derecha: Un estado socialdemócrata es el que garantiza mayores derechos sociales.

Justamente la de «socialdemócrata» de Lavín fue el factor que activó la decisión presidencial de la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei. “Lavin se cambió de domicilio político”, dijo la edil.

Otros candidatos o precandidatos de la derecha son Rodolfo Carter, el alcalde de La Florida, aunque en una entrevista en Canal 13 opinó que «si Lavín está firme en las encuestas, no competiré, pero no sabemos lo qué pasará de aquí a abril»; y Francisco Chahuán quien en un momento afirmó que “el único capaz de ganarle a Lavín, soy yo”.

El caso de José Antonio Kast es muy especial porque lo que ha dicho es que “siempre he señalado que me encantaría estar nuevamente en la papeleta electoral», aunque en 2017 marcó sólo 7,93% de las preferencias. Pulso Ciudadano informó que solo un 2,9% de sus encuestados afirmó que votaría por él.

Joaquín Lavín «intercambiando ideas» con el también candidato presidencial del Partido Comunista Daniel Jadue.

La oposición

Al otro lado del espectro político, en la izquierda,  el más firme que aparece es el comunista Daniel Jadue, el alcalde de Recoleta.

«Se me ha cuestionado por ser comunista, pero nadie habla de mi programa (…) ¿lo que les parece mal es que hayan farmacias populares en todo Chile, que hayan ópticas populares en todo Chile, que hayan inmobiliarias populares en todo Chile?», afirmó Jadue, hace algún tiempo, destacando el hecho de qué él fue el inventor de estas tiendas populares. En «Pulso Ciudadano», esta semana se ubica en el tercer lugar, siendo superado por Pamela Jiles y Joaquín Lavín.

En todo caso se sabe concretamente que si toda la oposición fuera unida a la elección y apoyara a Jadue, el edil de Recoleta sería ya  el próximo Presidente de Chile. Sin embargo esta unión es ultra fragil y por cualquier hecho, actitud o declaración considerada “indebida”, el naipe de la izquierda se desmorona.

“No votaría por Jadue y espero que tengamos otra alternativa que no sea Joaquín Lavín», aseguró hace unas semanas la senadora y ex candidata presidencial DC, Carolina Goic, como recordó canal 13 agregando que el senador también DC Jorge Pizarro aventuró que el jefe comunal de Las Condes  «no tiene ninguna posibilidad».

Heraldo Muñoz

Y en la centro izquierda figura ya como candidato el ex canciller Heraldo Muñoz, presidente del PPD. «Chile necesita muchos cambios para transformarse en el país más justo, más próspero, más digno, más solidario”.

Aparte de estos candidatos que son los que marcan o pueden llegar a marcar más todavía, hay varios otros como Francisco Vidal, Ricardo Lagos Weber. Jorge Tarud, Ximena Rincón, Francisco Huenchumilla, Alberto Undurraga, José Miguel Insulza, Carlos Montes, Isabel Allende, Alvaro Elizalde, Beatriz Sánchez (ex candidata presidencial).

«No es el momento de anunciar proyectos personales» afirmó este viernes la ex candidata presidencial Beatriz Sánchez, ante la pregunta de una eventual repostulación como carta del Frente Amplio.

La periodista -quien obtuvo un 20,34% de los votos en 2017, posicionando al Frente Amplio como la tercera fuerza política en el país- remarcó que la tarea del bloque en este momento será buscar mayorías de cara a la Convención Constitucional que redactará el nuevo texto, y cuyos integrantes se elegirán el 11 de abril de 2021.

Y finalizamos la lista de la productora de «presidencialistas» en Chile, con otra mujer, la controvertida Pamela Jiles que baila cada vez que puede o que gana una votación en el hemiciclo del Congreso en Valparaíso. Por segunda semana consecutiva Jiles se ubicó en el primer puesto de las preferencias presidenciales en la encuesta Pulso Ciudadano, con un 13,8%. Un alza que se ha atribuido al efecto del segundo retiro del 10%, que si bien fue una iniciativa compartida con otros legisladores, Jiles se ha encargado de capitalizarla al máximo a favor de su precandidatura presidencial.