En Cuba  entrará en vigencia el 1. De enero de 2021 una reforma monetaria que incluye la implementación de una ley del sistema tributario cubano que establece el cobro de un impuesto del 4% sobre las ganancias, a todos los cubanos con residencia legal en la isla, que vivan y trabajen en el exterior.

La ministra de Finanzas y Precios del régimen, Meisi Bolaños, declaró en la televisión oficial (programa de Mesa redonda) que la “ley 113, del sistema tributario, aprobada en el año 2013 [que aún no ha sido implementada], establece y enuncia la aplicación de un impuesto del 4% de los ingresos obtenidos, a las personas residentes permanentemente en el territorio nacional que vayan al exterior a laborar, y no precisamente por vía oficial o a través de convenios gubernamentales, si no en su derecho legítimo de salir al exterior y contratarse”.

Agregó que “se ha esperado tener creadas las condiciones para ir implementando el pago de ese impuesto” y aclara “en el momento que implementemos ese impuesto del 4%, [será] por laborar, no por estar en el exterior”.

La información confirmada por   la funcionaria cubana debe resultar de interés para todos aquellos cubanos que tras aprobarse las reformas a las leyes migratorias cubanas en 2013, pudieron emigrar al extranjero, incluido EEUU, y establecerse fuera del territorio nacional con la posibilidad de conservar determinadas potestades en territorio cubano, siempre que regresaran al país en un período no superior a los dos años.

Bajo estas condiciones, muchos de los emigrados cubanos con residencia legal en otros países, incluso, después de haber adquirido la ciudadanía en otra nación, viajan a Cuba y si cumplen los requisitos antes mencionados, mantienen allí vigente su carnet de identidad, al llegar, pagan el impuesto aduanal en la moneda nacional, pueden recibir atención médica y adquirir o conservar propiedades en territorio cubano.

La implementación de esa ley tributaria anunciada por la ministro cubana de Finanzas y Precios, es un intento, según dijo, de desmentir rumores, de que se trataba de un nueva ley. Forma parte de las medidas que al parecer, de forma escalonada el gobierno de la isla estará implementando dentro de la llamada unificación monetaria a partir de la cual dejará de circular la moneda cubana convertible, conocida como CUC, y se mantendrán en vigencia el peso cubano de forma paralela al dólar. (CUC -equivalente al dólar- y CUP -24 CUP equivalen a 1 dólar-)

Hasta el año 2013, fecha en la que el gobierno de la isla implementó la aplicación de la reforma migratoria, la población cubana radicada en el exterior se aproximaba a los 2 millones; en EEUU radica más del 85% de estos emigrantes.

Dólar para comprar alimentos

Ya en julio pasado, Cuba eliminó  el impuesto del 10 por ciento al dólar estadounidense y amplió su uso para la venta de algunos alimentos, en momentos en que necesita divisas para enfrentar la crisis generada por la pandemia y el endurecimiento del embargo de Washington.

«Vamos a eliminar ese 10 por ciento del gravamen aun en medio de la hostilidad y el recrudecimiento del bloqueo de los Estados Unidos», dijo a la TV estatal el ministro de Economía, Alejandro Gil. «Esta es una medida que beneficia a todos los cubanos de dentro y fuera del país, (…) que se toma en medio del recrudecimiento del bloqueo (embargo) de Estados Unidos y permite darle más capacidad de compra al dólar», explicó el funcionario.

Por su parte, el presidente Miguel Díaz-Canel afirmó en julio que se está aplicando un conjunto de «medidas que está orientado a fortalecernos, no solo para resistir sino también para salir adelante y desarrollarnos». El Gobierno informó también que trabaja en el diseño de pequeñas y micro empresas, estatales y privadas, así como en la participación de la inversión extranjera en la producción de alimentos».

¿Qué cambia con la eliminación del impuesto al dólar?

Desde 2004, la tasa de cambio del dólar en la isla recibía una penalización, justificada por el Gobierno por la dificultad para operar en esa moneda debido a sanciones. Con retrasos en las reformas a su economía socialista, así como por el endurecimiento del bloqueo, Cuba debió sortear una falta de liquidez y en 2019 inició ventas de electrodomésticos y automóviles en dólares, vía tarjetas bancarias.

A pesar de la alta demanda, quienes compraban debían depositar en el banco los dólares -que habitualmente reciben vía remesas familiares- pero con una penalización del 10 por ciento. Es decir: por cada dólar recibido sólo entraban 90 centavos en la cuenta del banco. Con la eliminación de dicho gravamen, que rige a partir del 20 de julio, se espera que la demanda pueda estimularse.