Por Jessika Krohne

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La pandemia nos está controlando la vida y generando un tremendo desorden mental. Los casos en Santiago aumentaron abruptamente, lo que generó una gran incertidumbre entre los capitalinos. Pasamos de un día para otro a fase 2, lo que obligó a muchos a cambiar sus planes, cancelar viajes y no saber si podrán reunirse con sus seres queridos en estas fiestas.

No se puede planificar nada, ya que todos advierten de una segunda ola más agresiva que la primera. Eso claramente genera mucho estrés y deteriora la salud mental de los chilenos que están pasando por muchos otros problemas ademas de la pandemia. Problemas económicos y el estallido social los tiene a muchos con bastante ansiedad y estrés.    

Estamos viviendo un momento de la vida bajo una tremenda incertidumbre. No sabemos lo que va a ocurrir con este virus, si la vacuna va a tener realmente efectos positivos y va a cumplir con sus objetivos o vamos a tener que vivir varios años más en este nivel de distanciamiento social, en esta incertidumbre de no poder planificar nada y vivir la vida en forma diferente por largo tiempo.

“Es duro desde un punto de vista de salud mental”, comenta Bernardo Barra, psiquiatra de la clínica Universidad de los Andes”, “porque haber vivido tantos meses de confinamiento generó muchas emociones negativas: rabia, angustia, tristeza, algunas personas desarrollaron patologías psiquiátricas, como depresiones, trastorno de pánico o de ansiedad. Luego viene ese veranito de San Juan, donde podemos volver a hacer una vida relativamente normal, y ahora nuevamente retornamos bruscamente a un «paso a paso» lleno de restricciones;  es como retraumatizar a las personas. En una fecha, donde hay muchos eventos planificados, como primeras comuniones, matrimonios y fiestas de fin de año y donde los rubros de gastronomía y hotelería siguen acumulando grandes pérdidas.

El mismo especialista agrega que en cuanto a los efectos que podría tener este nuevo encierro en la salud mental, menciona que esto puede empezar a “generar de nuevo altos montos de angustia y de ansiedad, en algunas personas pánico, en otras personas rabia, irritabilidad, molestia de tener que volver a vivir este encierro”.  

Vivimos una vida incierta, un futuro extraño, un momento crítico y no sabemos hasta cuando va a durar esto y si volveremos alguna vez a la normalidad.