En medio de una crisis económica que ha durado seis años con pocas luces y mucha pandemia el votante brasileño, en la segunda vuelta de las elecciones municipales de este domingo, emitió su voto en quienes lograron señalar salidas o mostrar logros en áreas como salud, educación y empleo. “El discurso de los ganadores ya anuncia un clima de opinión muy diferente al clima de 2018. La elección municipal es importante no para decir que quién ganará la elección presidencial, sino para ver el ánimo, los temas, el clima de opinión”, analiza el reportero Aiuri Rebello en diario El País.
«El gran tema para el 2022 es el tema social en el país, y esto es lo opuesto al bolsonarismo , dice el politólogo Fernando Abrucio.

Bolsonaro no escuchó ni escucha al pueblo
El fortalecimiento de estas formaciones coincidió con las duras derrotas sufridas tanto por los candidatos que recibieron apoyo del líder ultraderechista como de los aspirantes postulados por el Partido de los Trabajadores (PT) de Lula da Silva.
Los tres partidos de centroderecha más tradicionales del país, que ya habían conquistado la alcaldía de cinco capitales en la primera vuelta el pasado 15 de noviembre, obtuvieron este domingo otros ocho gobiernos de capitales regionales, incluyendo los de Sao Paulo y Río de Janeiro, considerados «las joyas de la corona» como lo definió el diario El Español.
En total acumulan 13 de las 25 capitales regionales en que fueron elegidos alcaldes en las municipales de este año, ya que Brasilia no tiene alcalde por contar con un gobernador, y a que las elecciones en Macapá fueron aplazadas debido al apagón de veinte días que afectó a esa ciudad. Las otras 12 capitales se las distribuyeron ocho partidos.
Las fuerzas vencedoras son el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), del expresidente Fernando Henrique Cardoso (1995-2002); el Movimiento Democrático Brasileño (MDB), por muchos años la mayor fuerza electoral del país y que lidera el exmandatario Michel Temer (2016-2018), y el liberal Demócrata (DEM), uno de los mayores vencedores en las municipales de este año.
EL MDB conquistó cinco alcaldías de capitales este domingo: Boa Vista (Arthur Henrique), Cuiabá (Emanuel Pinheiro), Goiania (Maguito Vilela), Porto Alegre (Sebastiao Melo) y Teresina (Doutor Pessoa).
DEM, el Partido Demócrata cuya antigua denominación era Partido del Frente Liberal (PFL), que en la primera vuelta ya había garantizado las alcaldías de Curitiba (Rafael Greca), Florianópolis (Gean Loureiro) y Salvador (Bruno Reis), obtuvo una cuarta este domingo: la estratégica de Río de Janeiro (Eduardo Paes).

El gran derrotado (¿fin de la era progresista en Brasil y América Latina?
Y el PSDB, que el 15 de noviembre se adjudicó dos gobiernos municipales con Álvaro Dias en Natal y Cinthia Ribeiro en Palmas, sumó otros dos este domingo: los de Porto Velho (Hildon Chaves) y Sao Paulo (Bruno Covas), la mayor ciudad del país.
Por contrapartida, el partido de Lula sufrió derrotas en las dos grandes ciudades en las que aún tenía posibilidades este domingo y por primera vez estará ausente de las alcaldías de capitales regionales de Brasil desde 1985.
Otros formaciones de izquierda tuvieron mejor desempeño, como el Partido Democrático Laborista (PDT), que gobernará dos capitales; el Partido Socialista Brasileño (PSB), con otras dos, y el emergente Partido Socialismo y Libertad (PSOL), que hoy venció la alcaldía de Belén.
El caso más dramático es la derrota del PT que ya gobernó dos veces en Sao Paulo y en 2004 alcanzó un récord de nueve capitales cuando Lula estaba en el segundo año del mandato presidencial de Lula (2003-2010). Los resultados ponen en evidencia el descalabro del PT, que se saldó como uno de los grandes perdedores de estos comicios municipales, tras haber sido considerado por muchos años como el principal referente del campo progresista de Brasil.
Igual descalabro sufrieron los candidatos apoyados por Bolsonaro, que, sin formación desde que abandonó el año pasado el Partido Social Liberal (PSL) por divergencias con sus dirigentes, manifestó respaldo explícito a 13 candidatos, de los que 11 fueron derrotados.
Los únicos considerados «bolsonaristas» que vencieron las elecciones en capitales regionales fueron Tiao Bacalom en Río Branco y Lorenzo Pazolini en Vitoria. Pero mientras que el apoyo del presidente a Bacalom fue bastante tímido, Pazolini pasó toda la campaña negando que compartiese ideas con el líder ultraderechista.
Las tres fuerzas que gobernarán la mitad de las capitales rechazan la polarización del país entre la ultraderecha de Bolsonaro y el izquierdismo de Lula -que generó una gran radicalización en las presidenciales de 2018- y desde hace varios meses vienen negociando una candidatura alternativa de centro para la presidencia en 2022.
En estas conversaciones han participado el gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, uno de los principales líderes del PSDB y que no oculta su deseo de suceder a Bolsonaro; el presidente de la Cámara Baja, Rodrigo Maia, importante líder del DEM, y destacadas figuras de centro señaladas de «presidenciables» como el exministro y exjuez Sergio Moro y el presentador de televisión Luciano Huck. Es la llamada fuerza de centroderecha que busca lograr un nuevo Brasil despolarizado.