Por Jessika Krohne
www.psicologiaglobal.cl
Vivimos la era de las “relaciones liquidas”. El filósofo y sociólogo Zygmunt Bauman es el encargado de definir las «relaciones liquidas» como un vínculo muy frágil entre las personas que los rodean a uno. Se enfoca en definir que al ser frágil ese vínculo, hace que las relaciones con una pareja, amigos o familia no pueda perdurar en el tiempo.
Esta fragilidad en formar relaciones se ha acentuado durante la pandemia, ya que muchas personas han aumentado el uso de las redes sociales y ha ampliado su círculo de amigos a través de esos medios. Muchas parejas se han conocido a través de redes sociales o aplicaciones específicas. Eso conlleva a que muchas relaciones no perduran en el tiempo y se acaban bruscamente muchas veces de la misma manera como comenzaron. Ese fenómeno se denomina Ghosting: Este concepto viene de fantasma y significa terminar una relación en la era digital de forma espontánea sin dar mucha explicación. La persona termina con su “pareja” por mensaje u otra red social y muchas veces incluso lo/a bloquea de todos los medios. La otra persona, por supuesto, no tiene ni idea de qué es lo que ha ocurrido. Empieza a enviar mensajes, que en principio comprueba que se leen, pero no recibe respuesta, hasta que observa que ha sido bloqueada. Puede continuar haciendo llamadas insistentes, preguntando a los conocidos, acudiendo a la casa de la otra persona incluso, sin que pueda obtener ninguna explicación de qué es lo que ha pasado.
Queda claro entonces que esa persona ha decidido romper con la relación, pero desde luego, no lo ha hecho de la manera más adecuada. Aunque te pueda sorprender, esta acción es más frecuente de lo que se cree.
Esa es una forma muy agresiva de terminar una relación y claramente afecta bastante a una persona. Muchos especialistas dicen que esta manera de terminar las relaciones se da por el tema de la tecnología.
Facebook e Instagram claramente han contribuido en las formas de cómo nos relacionamos con las personas. En esos medios tenemos “amigos” que definitivamente no son reales amigos y cada vez es más frecuente conocer a una futura pareja a través de estas redes u otras aplicaciones específicas para conocer pareja y terminar a través de una red social y eso genera claramente tener una relación mas desconectada de alguna manera.
Está claro que la evolución de las nuevas tecnologías está haciendo que nuestra manera de relacionarnos cambie, para bien o para mal.
Sí, es cierto que ahora es posible hablar con muchísimas personas cada día independientemente del lugar en el que se encuentren, y también es cierto que la existencia de Internet nos ha permitido entablar amistades con personas cuyo país de residencia ni siquiera tenemos por qué llegar a pisar nunca. Las posibilidades de crear puentes son mucho mayores gracias a chats y servicios de videollamadas, pero esto tiene una desventaja. También es mucho más fácil cortar el contacto con alguien de manera inmediata y definitiva, en cuestión de segundos o pocos minutos.
El ghosting es justamente lo que ocurre cuando alguien decide dejar de hablar y de relacionarse con alguien sin dar ninguna explicación, simplemente no contestando al otro o incluso evitando que este se ponga en contacto con quien lo ignora, bloqueándolo en las redes sociales, etc.
¿Qué consecuencias puede tener el Ghosting?
Las consecuencias para las personas que son víctimas de Ghosting no son menores.
-
- En primer lugar y como no ha habido ninguna explicación, como nadie ha dicho a la persona que ha sido dejada, se hace más difícil dar vuelta la página y empezar a elaborar el duelo, que es lo normal siempre que hay una ruptura.
- Como en estos casos no ha habido un término habitual, este proceso se retrasa y se complica. Es verdad que con el tiempo se podrá imaginar que efectivamente ha sido una ruptura, pero siempre quedará algo de duda.
- Por otra parte, y teniendo en cuenta que no tiene ni idea de lo que ha pasado con esa persona, lo más normal es que, al menos en un principio, en lugar de pensar que ha sido dejado/a, se piense que le ha pasado algo malo. Esta preocupación, unido a la falta de noticias, casi seguro que aumentará los niveles de ansiedad, con las consecuencias que eso conlleva.
- Además, puede tener consecuencias para la autoestima. Lo más normal en estos casos, es quedarse pensando en qué fue lo que se hizo mal, qué fue lo que se dijo y que causó esa ruptura tan abrupta.
¿Qué hacer si uno es víctima de Ghosting?
Para saber gestionar las emociones que surgen al sufrir Ghosting, los consejos a continuación pueden ser de gran ayuda.
- Valorar si había un vínculo afectivo significativo
Es bueno tener en cuenta que, al igual que en la era de las redes sociales es fácil hacer Ghosting, también es fácil confundir por amistad lo que nunca lo fue. Saber distinguir entre amigos y conocidos que orbitan alrededor de los círculos sociales por los que uno se mueve no siempre es tarea sencilla.
Por eso, es importante plantearse en primer lugar si hay algún motivo por el que tiene sentido que uno se sienta mal de haber sido víctima de Ghosting.
Aunque está claro que hacer Ghosting es un acto desconsiderado y que difícilmente puede ser disculpado, también es cierto que no necesariamente hay que dar mucha importancia a todos y cada uno de los casos en los que ocurre. A veces, simplemente basta con tomar nota y dejar de preocuparse por lo que esa persona diga o haga.
- ¿Puede tener problemas personales?
Si la persona que ha dejado de comunicarse con uno es significativa/o para uno, lo siguiente que tiene que hacer es intentar averiguar si está ignorando de manera deliberada/o o si hay ciertos problemas personales o familiares que producen tanto malestar o exigen tanto de ella/el que en general ha suspendido su vida social.
En algunos casos extremos esto es posible, aunque no es muy habitual. Alguien que por circunstancias personales no puede dedicar tiempo a cultivar las relaciones que le importan tiende a avisar de que estará un tiempo sin dar demasiadas señales de vida, por consideración y respeto. Pero si se dan ciertas circunstancias, como la experimentación de síntomas depresivos fuertes, incluso escribir un mensaje puede resultar demasiado agotador.
En cualquier caso, como el Ghosting ha sido impuesto, la capacidad de saber lo que está ocurriendo es muy limitada, por lo que eventualmente, a no ser que se tengan pistas importantes que indiquen lo contrario, se debe dar por concluida la búsqueda y aceptar la conclusión más simple y probable: que la otra persona no quiere comunicarse con uno por algún motivo.
Que no aparezca la culpa
Por definición, el Ghosting está rodeado de ambigüedad, por lo que no está claro por qué se ha cortado el contacto con alguien, lo cual a su vez indica que no hay motivos claros y por consiguiente uno no tiene la culpa de eso.
No viene mal preguntarse en primer lugar si hay algo de lo que se haya hecho que haya podido herir al otro, pero si no se divisa un motivo claro por el que esta persona haya podido adoptar una actitud antagonista, lo mejor es concluir que no existen motivos por los que sentirse culpable.
- Que no se alimente el enfado
Enfadarse con esta situación no hará más que hacer que aparezcan pensamientos obsesivos alrededor de este tema. Que no se permita eso. Simplemente, no se tiene por qué malgastar más tiempo preocupándose por ello.