Por Walter Krohne
El populismo en Chile se expande fuertemente a través de dos diputadas Pamela Jiles (PH) y la comunista Camila Vallejo, entre otras y otros. La primera es la “inventora” del empobrecimiento de los futuros jubilados chilenos con sus proyectos de retiros del 10 por ciento para los cotizantes del sistema de pensiones de las AFP; y la segunda le está dando la espalda a todos los que votaron “apruebo una nueva Constitución” en el plebiscito del 25 de Octubre, porque su controvertida propuesta busca modificar ahora el quórum necesario para las decisiones que adoptará la convención constitucional, porque la mayoría simple ya aprobada generaría la “posibilidad de incertidumbre” para realizar nuevas modificaciones durante el proceso de redacción de la Carta Fundamental.
En el primer caso el Gobierno, a través del ministro de la Secretaría General de la Presidencia (SegPres), Cristián Monckeberg, hizo reserva de constitucionalidad al término de la sesión de la Comisión de Constitución del Senado de este miércoles, que despachó a Sala, en general y particular, el proyecto de reforma constitucional que permite un segundo retiro del 10 por ciento de los fondos de pensiones. Este es el segundo gol de Pamela Jiles y se prepara par un tercero.
Según Monckeberg la propuesta aprobada infringe la Carta Fundamental vigente en tres disposiciones, incluyendo la facultad exclusiva del Presidente de la República en materia de gasto. Además, argumentó que una reforma de este tipo necesita un quórum de dos tercios y no de tres quintos como lo han fijado los parlamentarios.
El socialista Alfonso de Uresti, asociado a Jiles (foto derecha), reaccionó de inmediato: «No lo compartimos, pero está en su derecho».
La iniciativa impulsada desde la oposición tuvo tres votos a favor: Pedro Araya (Ind), Alfonso de Urresti (PS) y Francisco Huenchumilla (DC), mientras que Rodrigo Galilea (RN) y Luz Ebensperger (UDI) votaron en contra.
Asimismo, los parlamentarios aprobaron la iniciativa en particular tal cual fue despachada de la Cámara Baja, pero con algunas modificaciones.
Al iniciar la discusión en particular, los senadores rechazaron las indicaciones que decretaban el pago de impuestos para quienes retiren los montos y que pretendían limitar el retiro de fondos solo para quienes hayan visto una pérdida de ingresos durante la pandemia.
Junto a esto, se aprobó un plazo de 15 días hábiles para que las administradoras hagan entrega de los dineros una vez que sean solicitados. Otra indicación aprobada fue la que decreta la retención del monto para quienes adeuden pagos de pensiones alimenticias.
De igual forma, se aprobó que las AFP no podrán hacer discriminaciones arbitrarias al realizar la entrega del dinero retirado, «especialmente en el caso específico de personas que se sometieron al cambio registral de identidad, establecido en la ley Nº 21.120».
Entretanto el senador Francisco Chahuán (RN) emplazó al Gobierno «a pasar ahora a la acción», avanzando en una verdadera y sólida reforma previsional, cuyo poroyecto está estancado en el Senado desde hace meses
Pero esto no es todo si se hace un análisis de la actuación de las dos diputadas populistas mencionadas, que aprovechan cada minuto parlamentario, no para legislar en favor de Chile, sino para ganar adherentes para sus futuras candidaturas a la reelección, pasan el tiempo más entretenidas que en cualquier otra parte y, además bien pagadas. Entre retiros del 10% y acusaciones constitucionales contra ministros del gobierno, que luego de largas discusiones quedan absueltos, la vida de estas parlamentarias es cómoda y efectiva y manejan también un poco de poder político, aunque parezca simplemente no más que un juego de salón.
La comunista Camila Vallejo (foto izquierda) defendió en Radio Cooperativa su proyecto que busca modificar el quórum necesario para las decisiones que tomará la convención constitucional, asegurando que “genera incertidumbre la posibilidad de realizar nuevas modificaciones en base a una mayoría simple”. En este punto ya hay un problema: el PC nunca participó en las negociaciones previas ni tampoco estuvo presente en el acuerdo del 15 de noviembre de hace un año, pero como siempre, ahora quiere cambiar las reglas.
Sin siquiera enrojecerse la parlamentaria manifestó que «tenemos una crítica a cuestiones que quedaron en el acuerdo que creemos que limitan la capacidad de ejercicio soberano de la convención y la capacidad de generar espacios de participación».
El proyecto de la parlamentaria pretende precisamente impulsar un cambio al acuerdo del 15 de noviembre, dejando a discreción de los futuros miembros de la convención constitucional la definición del quórum con que se aprobarán las materias que revise el órgano constituyente, a diferencia de la regla de 2/3 que quedó establecida en el pacto por una nueva Constitución y en la reforma que aprobó el Congreso para habilitar el plebiscito.
“Es una reforma constitucional que busca profundizar la participación y el ejercicio soberano de nuestro pueblo en el proceso de cambio de la Constitución, no solamente dándole la facultad a la convención constitucional y sus integrantes de fijar sus propios quórums de funcionamiento, sino que obligarlos a tener participación a nivel territorial”, sostuvo Vallejo a 24 horas.
La diputada agregó que la idea de su propuesta es que los miembros de la convención definan -con mayoría simple- si quieren mantener los 2/3 o, en cambio, impulsar diferentes mecanismos según la materia a tratar.
Pero la propuesta de la diputada que le ordenó presentar su PC ha recibido más portazos que acogidas desde algunos sectores de la oposición, como la DC, desde donde cuestionaron el hecho de que pretendieran “cambiar las reglas” luego de la votación en el plebiscito.
Fuad Chahin , presidente DC, fue más duro: «Las reglas del juego nunca se cambian en medio de la partida. Un quórum de 2/3 en la convención es lo que se votó en el Apruebo para que la Constitución nos represente a todos. Inaceptable proyecto de Camila Vallejo, que con una lógica chavista pretende cambiar esta regla”.
Excelente artículo !!!!