En público reniega de los resultados que dibujan una derrota y da fuelle a toda una ofensiva legal y mediática para intentar cambiar un mapa electoral que hasta ahora le es adverso. Pero en privado, el presidente Donald Trump cada vez asoma más la posibilidad de presentarse para la contienda en 2024, según reportes de medios estadounidenses.

Asesores, donantes y aliados de Trump admiten que a pesar de la embestida judicial no hay una gran estrategia para revertir los resultados de las elecciones, que muestran al presidente electo Joe Biden con la mayoría de los votos del colegio electoral (290, de momento), así como una ventaja de 5 millones de votos en el voto popular nacional, con más de 77 millones sufragios a su favor.

El equipo de abogados de la campaña de Trump ha entablado demandas en varios estados con el propósito de cuestionar los resultados bajo el supuesto de que hubo fraude, pero las evidencias han sido escasas o muy débiles para darle curso en tribunales.

En algunos casos, los propios funcionarios estatales republicanos han certificado la limpieza del proceso, como el fiscal general de Arizona, Mark Brnovich, quien sostiene que las elecciones fueron «libres, justas y acertadas», o el secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger, que asegura que los funcionarios han «trabajado duro para llevar a cabo un recuento justo y preciso para asegurar que la voluntad de los votantes se refleje en el recuento».

Este miércoles el presidente hizo una aparición pública al visitar el Cementerio Nacional de Arlington por el Día de los Veteranos y colocar una ofrenda ante el monumento del Soldado Desconocido. Pero no dio ningún tipo de declaraciones. Solo tuiteó: «Ganaremos», un mensaje que ha retuiteado muchas veces.

Desde el día siguiente de las elecciones, Trump ha pasado su tiempo principalmente al teléfono, llamando a asesores, aliados y amigos. El presidente ha estado «tratando de encontrar gente que le dé buenas noticias», dijo un asesor citado por el diario The Washington Post.

En algunas de esas conversaciones, aparentemente Trump ha dicho que entiende que Biden asumirá el 20 de enero y no se ha referido a un segundo mandato sino a la posibilidad de presentarse en 2024, según el Post.

«Voy a presentarme en 2024. Voy a postularme de nuevo», dice Trump en privado, según un alto funcionario de la administración que ha hablado con él esta semana, citado por el Post.

Doug Deason, uno de los principales donantes de Trump que asistió a la fiesta de la noche de las elecciones en la Casa Blanca, también dijo al diario que los actuales esfuerzos están concentrados en recoger dinero para costear las querellas judiciales de naturaleza electoral.

Aunque «es más que probable que encuentren algún fraude, no habrá suficiente para justificar la descalificación de suficientes votos para que Trump gane suficientes estados y alcanzar la presidencia, aunque podría».

«Probablemente no lo hará. Pero le dará a los partidarios de Trump el consuelo de que Biden lo ganó justamente», dijo Deason al Post.

¿Cómo lo hizo Grover Cleveland?

El senador republicano Lindsey Graham, uno de los principales aliados del presidente Trump, ya lo asomó desde el pasado lunes cuando dijo a la Fox News Radio, aun sin admitir la derrota del mandatario, que si «se queda corto» no debería «dejar morir su movimiento» y debería «considerar presentarse de nuevo».

«Le animaría a pensar en hacerlo», dijo Graham, diciendo que Trump debería «crear una organización, plataformas en los próximos cuatro años para mantener su movimiento vivo».

«Grover Cleveland regresó. Donald Trump debería pensarlo si se queda corto», dijo Graham, haciendo referencia al único presidente que ha servido dos mandatos no consecutivos. (Cleveland fue el vigésimo segundo, en 1884 y vigésimo cuarto presidente de EEUU, en 1892).

Rick Gates, colaborador de Trump durante su campaña presidencial de 2016, tampoco cree que perder las presidenciales en 2020 marque el final político de Trump. «Va a seguir desempeñando un papel importante en el Partido Republicano», aseveró Gates, citado por USA Today.

Una impresión parecida expresó Mick Mulvaney, exjefe de gabinete de la Casa Blanca, quien pronostica una campaña de Trump para los comicios de 2024. «Yo esperaría que el presidente se mantuviera involucrado en la política y lo pondría en la lista de personas que probablemente se postularán en 2024», dijo al mismo medio.

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¿Y los otros aspirantes republicanos?

 Una eventual postulación de Trump para 2024 no solo representa un desafío político para los demócratas. Al interior del Partido Republicano pudiera ser un obstáculo en las aspiraciones de figuras emergentes como el senador Tom Cotton de Arkansas, la exembajadora ante la ONU Nikki Haley, el incluso, aunque con muy pocas probabilidades, el propio vicepresidente Mike Pence.

Si Trump planea otra campaña es muy probable que todos ellos den un paso atrás, dijeron los aliados de Trump a The Washington Post.

Aliados de Pence, citados por The New York Times, esperan que regrese a Indiana y se gane la vida dando discursos pagados o escribiendo un libro, pero consideran que todavía tiene un papel que desempeñar en el final de las elecciones de 2020. Pence a secundado las denuncias infundadas de Trump sobre un supuesto fraude y pospuso unas vacaciones en Florida para quedarse en Washington ayudando en la cruzada del presidente para desafiar legalmente los resultados.

«El vicepresidente Pence ha estado en constante contacto con nuestro equipo y extremadamente involucrado en los esfuerzos legales de la campaña, haciendo todo lo que nosotros y el presidente le hemos pedido, así como liderando los esfuerzos para recaudar dinero para el fondo legal», señaló en una declaración Ali Pardo, la portavoz del vicepresidente.

Casos legales pendientes que tiene Trump

Los resultados preliminares muestran que Trump ha obtenido de más de 72 millones de votos populares, una base lo suficientemente sólida como para apoyarse en una futura postulación.

Pero cuando deje la Casa Blanca también deberá enfrentar algunos litigios pendientes que pudiesen ser potencialmente dañinos para sus aspiraciones políticas.

Trump está bajo investigación por el fiscal de distrito de Manhattan, Cyrus Vance Jr., por el pago de dinero para silenciar al menos a dos mujeres que alegaban haber mantenido relaciones extramaritales con él, previo a las elecciones de 2016, entre ellas la actriz porno Stormy Daniels. El exabogado del magnate, Michael Cohen, admitió en una audiencia en el Congreso en 2019 que esos pagos se habían hecho efectivos.

La fiscal general de Nueva York, Letitia James, también adelanta investigaciones a Trump por supuesto fraude al «desinflar» el valor de sus activos para pagar menos impuestos.

Otra demanda en su contra cursa en tribunales de Maryland y Washington por la supuesta violación de la la cláusula de emolumentos (u honorarios) de la Constitución al beneficiarse del gasto de gobiernos extranjeros en su hotel Trump en el centro de Washington.

Trump deberá también hacer frente a una demanda interpuesta por la escritora y periodista  E. Jean Carroll, quien lo acusa de violarla durante la década de 1990 y de difamarla al llamarla una mentirosa a la que nunca había conocido. El Departamento de Justicia intentó asumir la defensa del presidente pero un juez federal a finales de octubre de este año lo rechazó al argumentar que «los comentarios presuntamente difamatorios del presidente Trump sobre la señora Carroll no estarían relacionados a su empleo».

Fuente: Univisión