Por Walter Krohne
¡Es increíble! Chile no tiene remedio. En medio de un programa electoral con varias elecciones por delante comienza ya la efervescencia de las presidenciales con el derechista Joaquín Lavín (a la derecha con su contrincante Daniel Jadue) a la cabeza, que ya se ha transformado en una especie de «aspirante histórico», aunque después, en la recta final el alcalde «socialdemócrata» de Las Condes «arrugue» y pueda perder la carrera.
Pero el esfuerzo e interés que hay en suceder a Sebastián Piñera es increíble, a pesar que el próximo gobierno la va a tener mucho más difícil que el actual, especialmente en el plano económico y también social.
La lista de presidenciables ya es larga, larga. Parece que las alcaldías son como el «preuniversitario» para llegar a la presidencial. Aparte de Lavín está el comunista Daniel Jadue de Recoleta que tiene hoy 7% de expectativas de llegar a ser Presidente de la República contra 12 que tiene Lavín, según la encuesta Cadem. Así al menos lo siente la gente que fue consultada.
Mas atrás le siguen Evelyn Matthei con un 2 por ciento, la alcaldesa de Providencia que parece que se ha debilitado frente a la opinión pública tras abusar “demasiado” con sus apariciones en televisión y repitiendo siempre sus argumentos y experiencias políticas del pasado. Quiere aparecer en Chile como una Angela Merkel, pero esta posibilidad está a miles de kilómetros de distancia de ser una líder al estilo de de la Canciller alemana.
Pero así en la lista siguen ex bacheletistas como Francisco Vidal (con 2%) y Heraldo Muñoz (con 2%) que quieren volver al poder para cambiarlo todo y después de cuatro años abandonar el cargo sin haber hecho nada de lo prometido: Bachelet prometió una nueva Constitución que no la hizo; una reforma tributaria que la hizo mal; y una reforma educacional que también terminó en fracaso.
El tercer grupo de candidatos presidenciales lo componen personajes que ya son conocidos pero siguen con las mismas declaraciones de siempre, y mejor habría que olvidarlos: Beatriz Sánchez (2%), José Antonio Kast (1%), Franco Parisi (1%), Pamela Jiles (1%),. Me hago siempre la pregunta ¿adónde estuvo metida Beatriz Sánchez después de ser derrotada hace tres años y durante la más grave crisis del siglo? Tuvo algún liderazgo, o alguna participación en la vida pública chilena. Nada, cero. Entonces ¿Qué le puede ofrecerle ahora a los chilenos?
Hasta José Miguel Insulza aparece en la lista de candidatos a la Primera Magistratura del país; sí el mismo ex canciller del gobierno de Eduardo Frei Ruiz Tagle, cuya principal tarea fue traer devuelta al dictador Augusto Pinochet tras ser detenido en Londres por crímenes de lesa humanidad. En octubre de 1918 declaró sin arrugarse que «a partir de lo ocurrido en Londres fue un proceso que ha permitido hacer mucha más justicia en Chile», sostuvo el actual parlamentario por Arica.
Para que vamos a nombrar a otros candidatos como Ximena Rincón o Marco Enríquez Ominami, porque es perder el tiempo.
Me parece que no hay ningún otro cargo en Chile que tenga más interesados que el de Presidente de la República. Parece extraño, pero hay que considerar que el poder debe ser “muy lindo y muy satisfactorio”, aunque a veces duele y de verdad. Es el caso de Piñera que en la última semana de octubre contaba con una aporobación de sólo 18% y 73% de rechazo.
El plebiscito
Sobre este acto cívico para una nueva Constitución, entre las principales razones para votar apruebo estuvo terminar con la desigualdad (48%) y terminar con la Carta reformada de Pinochet (20%). En cambio, entre los principales motivos para votar rechazo estaba el que “no era necesario una nueva Constitución, solo reformarla” (38%).
Finalmente, la percepción de que Chile va por buen camino aumenta 9 puntos tras el plebiscito y llega a 38%, el nivel más alto desde la crisis social de octubre de 2019.
25% de quienes declaran que no fueron a votar en el plebiscito afirman que fue por razones personales (estaba enfermo, no alcancé, otros), 21% que fue por temor a contagiarse de Coronavirus, 19% “porque no vive en la comuna donde estaba inscrito para votar o lo cambiaron de local de votación”, 10% porque estaba seguro que ganaría el apruebo o el rechazo, 7% porque “creo que la Constitución no cambia en nada mi vida”, 7% porque “no me interesan las elecciones”, 5% porque “quise manifestar un rechazo a la política y al sistema político” y 1% porque “iba a votar apruebo, pero no en un contexto de violencia”, 24% señaló otra razón.
Respecto a las razones para votar apruebo, 48% asegura que “para terminar con la desigualdad social en pensiones, educación y salud, 20% para “terminar con la Constitución de Pinochet”, 8% para que “mejoren los sueldos y la calidad de vida en general”, 9% para que “cambie el sistema político” , 8% para “cambiar el modelo neoliberal”, 4% para “mejorar la confianza en las instituciones” y 3% para que “termine la violencia y el desorden público”.
En cambio, sobre las razones para votar rechazo, 38% señala que es porque “no es necesario hacer una nueva Constitución, hay que reformarla”, 30% porque “el plebiscito fue impuesto a través de la violencia”, 17% porque “desconfía de los políticos” y 14% porque” la Constitución actual ha asegurado el éxito de Chile en los últimos 30 años”, entre otros.
Acerca de las sensaciones post plebiscito, 64% menciona que son positivas, en detalle, 42% menciona esperanza, 11% tranquilidad y 11% alegría. En cambio, un 28% asegura que son negativas, en detalle, 20% menciona preocupación, 4% tristeza, 3% miedo y 1% enojo.
Finalmente, sobre las expectativas post crisis, 68% cree que cuando Chile logre superar esto será un mejor país que antes, 13% (-6pts) cree que será igual que antes y 14% (+2pts) un peor país de lo que éramos.