El hombre sospechoso de haber matado este jueves a cuchilladas a tres personas en la basílica Notre-Dame de Niza, es un tunecino de 21 años, llegado a Europa a través de la isla italiana de Lampedusa en septiembre pasado.

El sangriento hecho estremeció a Francia y a toda Europa, especialmente por ser el segundo hecho del extremismo islámico de este tipo que ocurre en territorio francés. Hace unos días un profesor de historia fue asesinado por unos de sus alumnos en París tras opinar sobre Mahoma y el mundo musulmán.

Los líderes de los 27 países miembros de la Unión Europea condenaron este jueves el ataque en Niza, Francia, y formularon un llamado en favor del «diálogo y el entendimiento entre comunidades y religiones, en vez de la división».

En una escueta declaración conjunta, los líderes europeos apuntaron sentirse «conmocionados y entristecidos» por lo ocurrido en Niza, y condenaron «en los más enérgicos términos» lo que consideraron «un ataque a los valores que compartimos».

Políticos y ciudadanos convocaron y asisitieron esta tarde a las 6 pm a un minuto de silencio en la Pariser Platz, de Berlín, sede de la Embajada de Francia en Alemania. Los asistentes recordaron a las víctimas del terrorismo islamista en París, Dresde y Nizza.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, «condenó también con firmeza el ataque atroz»  declaró en Nueva York su portavoz, Stéphane Dujarric. Guterres «reafirma la solidaridad de Naciones Unidas con la población y el gobierno de Francia» durante esta prueba, añadió.

El joven asesino, que estaba en Francia desde comienzos de octubre, fue identificado por la fuente como Brahim Aoussaoui. Habia llegado a fines de septiembre a Lampedusa y colocado en cuarentena, antes de ser sometido a la obligación de dejar el territorio italiano.

Igualmente Arabia Saudita «condenó enérgicamente» el ataque con cuchillo que causó tres muertes el jueves en una iglesia católica de Niza, sobre el Mediterráneo.

«Condenamos con fuerza y denunciamos el ataque terrorista que causó muertos y heridos (…) en Niza, Francia», declaró el ministerio de Asuntos Exteriores saudí en Twitter. «Reiteramos el rechazo categórico de Arabia Saudita a tales actos extremistas que son contrarios a todas las religiones, creencias y sentido común», añade el texto.

Además, pide que «se rechacen las prácticas que conducen al odio, la violencia y el extremismo». El ataque de Niza ocurrió el mismo día en que un guardia del consulado francés en la ciudad saudita de Yeda fue herido con un cuchillo.

Ni la embajada ni las autoridades sauditas precisaron el motivo de la agresión, que se produjo en un contexto de cólera en Medio Oriente contra el presidente francés Emmanuel Macron.

Macron defendió recientemente las caricaturas del profeta Mahoma en un homenaje nacional tras el atentado cometido por un extremista islamista que decapitó el 16 de octubre a un profesor francés, Samuel Paty, quien mostró dichas caricaturas en una clase durante un curso sobre la libertad de expresión (leer en KRADIARIO).

Arabia Saudita no comentó las palabras de Macron, pero rechazó todo intento de vincular el islam con el «terrorismo».