Por Walter Krohne

El presidente argentino Alberto Fernández encabezó este martes en el Centro Cultural Kirchner (CCK) de Buenos Aires el acto oficial en el que se recordó al expresidente  Nestor Kirchner (2003-2007)  quien falleció un día como hoy, pero hace 10 años.

No está solo: lo acompañaron los dirigentes más importantes del Frente de Todos. La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner avisó que no estaría presente porque nunca participaba de ese tipo de actos, pero apoyó al Presidente en una larga carta que Fernández agradeció y dijo haber sentido como un «apoyo» a su gestión.

Durante el acto fue descubierta la estatua de Néstor Kirchner retirada de la sede de la Unasur en el año 2014 por Lenin Moreno, el presidente de Ecuador.

La primera noticia de la muerte de Kirchner que recibió el actual Presidente, Alberto Fernández, según el relato del diario argentino La Nación, le pareció en su momento como que era mentira. Cuando lo llamaron desde la provincia de Santa Cruz (sur argentino), el 27 de octubre de 2010,   pensó que se trataba de una trampa para hacerlo aparecer como el autor de una «operación»  difundiendo la falsa noticia de su muerte. Pero dudó. Al hombre que lo llamó se le notaba realmente afectado. Fernández contactó entonces a Florencio Randazzo, que era ministro del Interior. Randazzo le dijo que no sabía nada. Llamó entonces a Daniel Scioli, que le confirmó la noticia.

«Para mí fue un balde de agua fría, fue tan shokeante que no sabía qué hacer. Agarré mi auto y estuve dos horas dando vueltas sólo por Buenos Aires”, relató Fernández el año pasado, entrevistado para el documental sobre su persona que hizo La Nación. La salida de Fernández del gobierno de Cristina Kirchner, dos años antes, había sido traumática.

Fernández, el político que mayor confianza había construido con el matrimonio Kirchner en Buenos Aires, que había sido armador del sueño presidencial de Néstor, renunció a la jefatura de gabinete el 23 de julio de 2008 en una carta donde solicitaba la oxigenación de un gobierno que acababa de ser derrotado por el voto «no positivo» del vicepresidente Julio Cobos en el Senado. Fernández se convertiría desde entonces en un opositor acérrimo del gobierno kirchnerista.

El conflicto entre la presidenta peronista Cristina Fernández y el vicepresidente Cobos (foto derecha), procedente del radicalismo (la otra fuerza tradicional de Argentina), comenzó en julio de 2008 cuando éste hizo pública una carta abierta en la que reclamaba que el Ejecutivo enviara al Congreso la discusión sobre el alza tributaria para acabar con las huelgas de los agricultores. Pocos días después, la presidenta Fernández aceptó la propuesta y remitió al Congreso un proyecto de ley que ratificaba un decreto anterior que había elevado los impuestos a la soja y al girasol y, junto con el del maíz y el trigo.

Pero Cobos no se quedó conforme con eso y convocó a los gobernadores y también habló con el actual Papa en Roma,  entonces cardenal argentino Jorge Bergoglio (que siempre se llevó mal con el presidente Nestor Kirchner, esposo de Cristina Fernández, la ex presidenta y hoy vicepresidenta).

Cristina Fernández-Cobos fue la fórmula presidencial que venció en las elecciones  y gobernó dos períodos entre el 10 de diciembre de 2007 y el 9 de diciembre de 2015.

La Constitución argentina establece que la función del vicepresidente es presidir el Senado y reemplazar al presidente en caso de renuncia o muerte.

Durante la confrontación,  el vicepresidente Cobos alegó que “sería lamentable que el vicepresidente tenga que pedir permiso o autorización para ejercer una función, sea protocolar o de opinión», lo que significó una acusación de Alberto Fernández contra Cobos de dañar la democracia, «confundir los roles institucionales» y «utilizar el Senado para un debate con protagonistas indebidos».

Fernandez quería despedirse de Nestor Kirchner en 2010

«Cuando deciden velar a Néstor Kirchner, Alberto Fernández decidió telefonear a Florencio Randazzo (ministro del Interior)  y decirle: ‘Mirá, Florencio, quiero ir a verlo, a despedirme de Néstor. Decíme cómo puedo hacerlo», contó el mismo Fernández consiente de que podía no ser bienvenido y por eso le aclaró: «No quiero ni salir en los medios ni generar un mal momento ni tampoco un momento difícil para Cristina. Solo quiero ir a ver a Néstor». Randazzo le respondió: “en media hora venite”.

Fernández recordó en La Nación: “Fui, entré por una puerta del costado y me paré detrás del cajón de Néstor. Recé un Padre Nuestro y me fui».

El fallecido ex presidente argentino Néstor Kirchner recibió la última despedida el viernes 29 de octubre en su natal ciudad de Río Gallegos, con la más grande movilización popular en la historia de esa ciudad de la provincia de Santa Cruz, a 2.800 Km al sur de Buenos Aires.

Según el Presidente Fernández, en esa época él no tenía diálogo con Cristina Kirchner, pero sí con Néstor. «Yo había hablado con él un mes antes [de su muerte], después de un acto que se hizo en Luna Park», contó. En aquel último diálogo también hubo tensión. «Yo no lo veía bien porque él había tenido un episodio de salud y lo veía muy demacrado. Yo había dicho públicamente que no le exigieran a Néstor, que su salud evidentemente necesitaba reposo y él me llamó muy enojado. ‘No digas eso porque van a decir que estoy mal’, me dijo. Después, ya no hable más».

La historia del monumento

Néstor Kirchner fue el primer secretario de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y su principal impulsor junto a al fallecido Hugo Chávez de Venezuela.

En el 2014, en un homenaje póstumo a Kirchner fue instalado el monumento en la sede de la Unasur en Quito, y fue una donación del Gobierno de Argentina, entonces liderada por Cristina Fernández viuda de Kirchner.

La sede con el monumento fue inaugurada el 3 de diciembre del 2014 en un acto al que asistieron los entonces presidentes de Ecuador Rafael Correa y de Bolivia Evo Morales.

​La estatua de Néstor Kirchner permaneció casi cinco años en el acceso al edificio de la Unasur en Quito. En agosto del 2018, la mayoría de la Asamblea Nacional de Ecuador aprobó una resolución para que el monumento fuese retirado “de manera inmediata”.  En marzo del 2019, a través de una cadena nacional, el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, anunció  “Procederemos a retirar la estatua de Néstor Kirchner. Él no representa los valores y la ética de nuestros pueblos”.

El polémico monumento fue retirado el 16 de septiembre del 2019, después de que la Asamblea autorizara al Gobierno la salida de Ecuador de la Unasur, a la cual también han dejado de aportar Colombia, Perú y Chile.

La estatua de Néstor Kirchner fue retirada finalmente del lugar y empacada y colocada en una bodega hasta que  el Presidente argentino Alberto Fernández  decidió colocar la estatua de Néstor en el Centro Cultural Kirchner (CCK), lo que ocurrió este martes.

El acto en Buenos Aires formará parte de los homenajes al expresidente y ha despertado alto interés político y ciudadano porque podría marcar el reencuentro de Cristina Fernández de Kirchner, actual vicepresidenta, con el presidente Alberto Fernández, quienes no aparecen juntos desde hace dos meses, en medio de la crisis económica que afecta a la nación sudamericana, como comentan algunos medios de comunicación transandinos.