El Festival de Viña del Mar sigue generando incertidumbre mientras avanzan las semanas, ahora con los canales descartando un trascendido sobre un evento sería conducido por Karen Doggenweiler y Francisco Saavedra, y que sería grabado.
La información de un «plan B» apareció este viernes en el diario La Estrella de Valparaíso pero ambos canales afirmaron en un comunicado que «no han presentado ninguna opción de show alternativo en reemplazo del Festival Internacional de Viña del Mar».
Junto con decir que aún no reciben respuesta a la carta enviada días atrás a la Municipalidad de Viña del Mar en la que solicitan suspender el evento debido a la pandemia, descartaron lo mencionado por el diario.
«Desmentimos las versiones que circulan sobre un eventual programa grabado en un estudio de seis días de duración, sin público y con la animación de Karen Doggenweiler y Francisco Saavedra», expresaron ambos canales.
Este Festival Internacional de la Canción es un certamen musical anualmente organizado en la ciudad chilena de Viña del Mar (Región de Valparaíso) desde su inicio, el 21 de febrero de 1960. El origen del evento fue bien modesto, pues la realización del primer festival en Viña del Mar se logró casi sin presupuesto por iniciativa del entonces alcalde Gustavo Lorca y del periodista del diario La Unión de Valparaíso, Carlos Ansaldo, quien fuera entonces director del «Departamento de Turismo y Relaciones Públicas de la Municipalidad de Viña del Mar». El objetivo central era promover el turismo de la Ciudad Balneario del Océano Pacífico. La sede de este festival fue siempre la Quinta Vergara, de la ciudad viñamarina donde fue creciendo de año en año hasta convertirse en un evento de categoría mundial.
Ya este año, en febrero, el Festival tuvo algunos problemas debido al estallido social que comenzó en octubre de 2019 y que se prolongó afectando a las principales ciudades chilenas y también a Viña del Mar. Sin embargo, los problemas fueron superados, aunque se registraron graves incidentes en la ciudad, precisamente el día inaugural, pero tras superarse estos problemas su realización fue posible en la forma en que había sido proyectado.
Como ex integrante de la Comisión Organizadora del Festival de Viña del Mar, creo que hoy pagamos el precio de la privatización del Festival dejado al arbitrio de los canales de televisión que lo han desnaturalizado y transformado solo en un show de TV, las competencias de canciones ya no tienen ninguna trascendencia, los premios de gaviotas se han «chacreado», los artistas contratados ya aburren por su repetición. Y ahora producto de la pandemia del COVID 19, hacerlo sin público es absurdo, por lo cual se acabó la continuidad y con suerte volverá el 2022 ya con un nuevo alcalde o alcaldesa, espero que sin la «faradulitis» que caracterizó la gestión Reginato.