De una forma escueta y sin entregar mayores detalles, el Ejército de Chile se refirió al informe que entregó la Dirección de Inteligencia del Ejército  (DINE) de la institución castrense al Gobierno en el marco del estallido social del 18 de octubre de 2019.

El diario electrónico El Mostrador publico este martes que el Presidente Sebastián Piñera habría pronunciado la ya histórica frase «estamos en guerra contra un enemigo poderoso, implacable, que no respeta a nada ni a nadie”  el día 20 de ese mes, basándose en un documento de la Dirección de Inteligencia del Ejército que advertía la presunta presencia de un «batallón de 600 agentes» chavistas (del Sebin) y cubanos (del G2-servicio de inteligencia cubano) que supuestamente habían ingresado clandestinamente a Chile.

La presencia de “soldados o agentes extranjeros”, según la Dirección de Inteligencia, se enmarcaba en un plan de injerencia fraguado por el Foro de Sao Paulo (organismo que reúne a partidos latinoamericanos de izquierda)  para desestabilizar el orden constitucional chileno. Esta intervención extranjera  fue descartada por las autoridades de seguridad nacional  y el Ministerio Público.

El Ejército emitió este miércoles un comunicado en el que, sin negar la existencia o autoría del polémico informe de octubre de 2019, indicó que «las actividades de inteligencia y contrainteligencia que realiza la institución, necesarias para detectar, neutralizar y contrarrestar las actividades que puedan afectar la Defensa Nacional, son efectuadas conforme a las disposiciones de la ley N° 19.974 ‘Sobre el Sistema de Inteligencia del Estado y crea la Agencia Nacional de Inteligencia».

El Presidente Sebastián Piñera, desde Magallanes donde se encuentra, aseguró este miércoles haber recibido durante la grave crisis «muchos informes» y cada antecedente relevante que iba surgiendo «lo pusimos a disposición de la Fiscalía para que lo investigaran».

Por su parte, el ministro del Interior, Víctor Pérez, habló en el mismo sentido, y afirmó que las decisiones de la autoridad se fueron adoptando en base a «un número importante de documentos e informes, no solo el de la DINE».

“No creo que el Presidente haya pronunciado la  frase bélica”, que quedará para la historia, basado en la información de la DINE: «Es una elucubración que no comparto», subrayó Pérez.

El general Guillermo Paiva, quien fuera en octubre de 2019 jefe de la DINE, como también el entonces ministro de Defensa Alberto Espina, son mencionados como “implicados” en la entrega de la hoy errónea información de inteligencia. Paiva  es actualmente jefe de la defensa nacional en Tarapacá en el marco del estado de catástrofe por la pandemia. Sin embargo ambos declinaron referirse a la publicación, según Radio Cooperativa.

De acuerdo con la información existente, además, un informe paralelo de la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI) derribó las hipótesis de la DINE.

Otros documentos, sin embargo,  previos a los de la ANI  entregados al Gobierno entre el  8 y el 14 de octubre de 2019, alertaban de eventuales sabotajes  y la posibilidad de que estaciones de Metro fueran vandalizadas, situaciones que sí ocurrieron.