La iniciativa de venta de la isla chilena de Guafo, hoy en manos privadas, ha indignado a ambientalistas e indígenas en Chile y en el mundo. La isla está ubicada al sur del archipiélago de Chiloé, en el sur chileno y la preocupación es por los daños que esta «operación»  pueda llegar a causar al medio ambiente, además que su precio de oferta es por una suma minúscula en relación a su valor real.

Según informa el diario británico The Guardian, el territorio, que abarca 50.000 hectáreas, ahora se puede adquirir pagando la suma de 20 millones de dólares. El anuncio, disponible en el sitio de la empresa Private Islands Inc, informa sobre una isla «con más de 44 millas de costa, que alberga una diversa flora y fauna». Solo un faro, única construcción humana del territorio, permanece bajo la administración  de la Armada de Chile.

Los activistas ambientales denunciaron rápidamente esta apropiación del territorio y sus aguas al mejor postor.

La isla de Guafo es un punto de acceso para la biodiversidad marina: hay una amplia variedad de animales marinos, que incluyen ballenas azules, ballenas jorobadas, delfines y orcas.

«La isla es el punto de entrada al Golfo de Corcovado, que es el lugar de alimentación más importante para las ballenas azules y jorobadas en la costa chilena”, dijo Yacqueline Montecinos, jefa de conservación de la biodiversidad marina de WWF, citada por el diario británico.

El medio aseguró, además, que Guafo, en manos privadas durante aproximadamente un siglo, es una de las seis islas chilenas actualmente a la venta en Private Islands Inc. Su cotización, no obstante, habría sido retirada de Sotheby’s Realty esta semana, aparentemente por el interés de los medios de coimunicación mundiales.

Como señala el diario británico, el territorio también alberga la mayor colonia de pardelas del mundo; una colonia de lobos finos australes, una población reproductora de nutrias marinas en peligro de extinción y pingüinos de Magallanes. Por el lado de la flora, el área también alberga una especie rara de árbol de Congonilla.

“La Isla de Guafo constituye un territorio prioritario para la conservación de especies marítimas e investigación, por su variada biodiversidad y microclima. Es aquí donde el Estado de Chile debe dar la protección necesaria, tanto legal como patrimonial”, manifestó el senador PPD Felipe Harboe. Igualmente anunció la presentación de un proyecto de acuerdo que solicite al Presidente de la República la expropiación de la isla para crear una reserva natural administrada por el Estado y las comunidades”. Habló igualmente de declarar la Isla Guafo como Área Protegida. “Es aquí donde el Estado de Chile debe dar la protección necesaria, tanto legal como patrimonial”, manifestó.

En ese sentido, recordó que el pasado 2 de diciembre de 2019, durante la Cumbre sobre Cambio Climático COP25, la actual ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, en el anuncio de la Plataforma de Soluciones para el Océano, llamó “COP Azul” a dicho encuentro, ya que traía por primera vez la protección y el manejo sustentable de los océanos a una cumbre de acción climática. Otra contradicción del Gobierno de Piñera que se había declarado líder mundial de la protección del medio ambiente.

El senador Alejandro Navarro agregó por su parte que “Guafo es  un patrimonio cultural chilote e indígena, con una biodiversidad invaluable. No puede estar a la venta”.

La BBC de Londres añadió a este debate que “un faro y un amplio bosque ocupan la mayor parte de Guafo, una pequeña y deshabitada isla que se puso en venta a cambio de US$20 millones”.

En decenas de países del mundo existen territorios insulares que pueden ser comprados o alquilados, pero esta posible venta genera preocupación en diferentes sectores del país sudamericano.

Políticos, expertos ambientalistas y representantes indígenas consideran que su valor es mucho más alto  que la cantidad de dinero que se pide por la isla.

Este anuncio de venta se conoce dos días después que el gobierno de Sebastián Piñera rechazó  firmar el Acuerdo de Escazú, el primer gran pacto medioambiental de América Latina y el Caribe.

La posibilidad de que un inversor privado multinacional la convierta en un destino turístico y provoque que los ecosistemas que allí cohabitan sufran severos daños es una de las preocupaciones.

La puesta en venta de Guafo se conoció después de que la firma Private Islands Inc., con sede en Canadá, la incluyera en su catálogo de lugares en venta.

Está ubicada frente a la costa del sur de Chile, a 37 kilómetros al suroeste de la Isla Grande de Chiloé. Esta isla deshabitada de casi 50.000 acres (202 kilómetros cuadrados) cuenta con más de 44 millas (71 kilómetros) de costa y alberga una gran variedad de flora y fauna», dice el texto con el que se promociona la venta. En la descripción de Private Islands Inc. se señalaba que la isla es privada y que tiene la categoría de propiedad vitalicia.

En la isla y sus alrededores habitan lobos y leones marinos, al menos cinco tipos de cetáceos y diferentes aves como la fardela negra y el pingüino de Magallanes.

Tiene un faro, instalado en uno de sus extremos desde hace más de 100 años, y es utilizado por personal de la Armada chilena.

El diputado de la Democracia Cristiana  Gabriel Ascencio pidió al Ministerio de Medio Ambiente crear un área marina y costera protegida en la zona donde se encuentra la isla.

«Tiene una importancia ecológica extraordinaria por su diversidad de flora y fauna, principalmente de mamíferos y aves acuáticas, que es extraordinaria y que el país necesita cuidar», indicó el congresista de acuerdo a reportes de medios locales.

La privacidad de la isla

Los pueblos indígenas de la región sur de Chile sostienen que Guafo debe ser reconocida como un territorio colectivo de ellos y que la propiedad les fue despojada el siglo anterior. Diego Ancalao (foto izquierda), presidente de la Fundación Instituto de Desarrollo y Liderazgo Indígena, explica que fue una serie de normas las que propiciaron que la isla terminara en manos privadas y que ahora se encuentre en venta.

«Este territorio terminó en manos privadas porque en 1927 se creó una ley que permitió la subdivisión de los títulos de las comunidades mapuches. Después, con la Constitución de Pinochet (1980) se permitió sacar a la venta los bienes públicos como el agua, las millas marítimas e islas como Guafo», le explicó Ancalao a la BBC Mundo.

Señala además que bajo ese modelo político fue que se usurparon «todos los derechos colectivos de los pueblos indígenas».

«Lo que el Estado hizo fue crear leyes para legalizar la injusticia. Esta venta puede ser legal, pero a la vez es inmoral. Nuestro llamado es muy claro: restituir este patrimonio territorial a las comunidades porque les corresponde por tratados, por derecho y por historia», concluye.

Guafo era un territorio de los indígenas huilliches, un grupo mapuche que habitaba en la zona austral chilena y que todavía se encuentran en el archipiélago de Chiloé.

«En esa isla ese pueblo desarrollaba su espiritualidad y su cultura. Era un centro ceremonial mapuche», añade Ancalao.

Más allá de su valor histórico y posición estratégica, los expertos subrayan la incertidumbre sobre el futuro de sus recursoso naturales. «El mayor riesgo es lo desconocido. No se saben cuáles serán las intenciones de un nuevo propietario con la isla», le explica a BBC Mundo Yacqueline Montecinos, encargada de biodiversidad del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por su sigla en inglés).

La experta señala que la posible construcción de infraestructura en el lugar o proyectos turísticos «pueden generar un alto impacto negativo en la fauna presente en el territorio».