La mesa socialista liderada por Álvaro Elizalde mantuvo “en la banca” durante todo este año y más aún al ex líder concertacionista José Miguel Insulza, sin dejarlo “jugar” ni una sola vez. “No me han asignado tareas propias del cargo en más de un año”, dijo molesto el parlamentario.

Sus explicaciones en entrevista con La Tercera son variadas, aparte de que ya está ya «viejito y cansado» como dicen algunas voces del sector, además que  desea “tener mayor libertad para tener y dar opiniones”.

José Miguel Insulza, Carlos Montes y Álvaro Elizalde.

Sin embrgo, lo más serio parece ser el guiño que le ha hecho Elizalde al senador Carlos Montes para las presidenciales dejando simplemente a un lado y bien abandonado al senador Insulza, quien en tiempos de Frei Ruiz Tagle fue uno de los responsables de repatriar al dictador Augusto Pinochet tras ser detenido en Londres.

«La decisión era que nosotros no levantábamos candidaturas presidenciales hasta después del plebiscito. Ahora, si alguien las empieza a levantar es cosa de él, no mía», aseguró frente al caso de su colega Montes.

Este martes se conoció la carta de dimisión que envió el senador a la mesa liderada por Elizalde, en la que asegura que no se le han asignado tareas propias del cargo en más de un año.

¿Se siente excluído?….Respuesta: “Yo no voy a criticar a nadie por eso, no estoy hablando de Álvaro Elizalde, ni nada. Es lo que no ha ocurrido. Entonces, cuando hay reuniones con todo tipo de grupos, sectores, etc y algunos miembros de la mesa van y creo que solamente una vez me han planteado la posibilidad de asistir a una de esas reuniones, uno se siente un poco como que no está cumpliendo una función. Pero no es ese en todo caso el motivo principal de la renuncia”.

¿Entonces?

La verdad es que comencé a conversar esto con el presidente Elizalde hace unos meses, que creo que fue cuando publicamos juntos una carta sobre un acuerdo nacional con el entonces diputado Mario Desbordes (RN). Y esto recibió mucha crítica de parte de gente del partido: que por qué un vicepresidente del partido hacía esto. Y yo en realidad a esa gente le encontré algún sentido, porque claro, ellos deben pensar que yo estaba representando al partido con eso y no lo estaba haciendo. Entonces cada vez que yo hago algo que no le gusta a la gente van a decir que como soy vicepresidente no puedo decir eso. Me pasó también cuando voté a favor de la ley antibarricadas. Entonces quiero tener más libertad para tener opinión. Eso es lo principal. La otra cosa, claro, es que además no estoy haciendo ninguna cosa crucial, no estoy dirigiendo ninguna comisión fundamental ni ninguna campaña muy central. Salvo de asistir cuando puedo a reuniones de mesa o comisión política, no es mucha la actividad que tengo a nombre del partido”, como consigna La Tercera.

Y ¿cuándo comenzaron los problemas?

“Yo diría que comencé a pensar esto cuando se me pasó al Tribunal de Disciplina por no haber estado presente para votar la destitución del intendente de Santiago. Tenía buenas razones para no estar, tenía un compromiso previo. Pero la crítica no fue por no estar, fue por no estar para votar a favor. Y eso me pareció que no correspondía”.

¡La renuncia es indeclinable!