Por Jessika Krohne
La mayoría de nosotros preferimos caminar sobre terreno firme, seguro y conocido. Pero en la actualidad vivimos una situación de vida que no está dependiendo de nosotros y que es imposible de controlar. ¿Cómo afrontar este momento? ¿Cómo aceptar lo desconocido?
No sabemos cómo será nuestra vida en dos meses más y tampoco imaginábamos en marzo que aún estaríamos en una cuarentena en esta fecha. Muchos proyectos personales y profesionales se han tenido que modificar debido a la emergencia sanitaria y el mundo se detuvo por un buen instante como si nos quisiera transmitir algo. Este año ha significado reorganizarse, reestructurar la vida, aplazar los proyectos y esperar, ya que planificar el futuro se ha hecho imposible con esta pandemia. Obligadamente tuvimos que volvernos más pacientes y esperar. Darle espacio a que el planeta se pronuncie y decida sobre nuestro futuro.
En general, los seres humanos preferimos saber y necesitamos lo seguro y lo conocido, y nos resulta difícil afrontar lo desconocido. La vida está llena de momentos de incertidumbre, pero sin duda esta sensación se intensificó enormemente en los últimos meses. El coronavirus, que llegó a casi todos los rincones del planeta, cambió totalmente la rutina diaria de todos nosotros, llenó nuestra vida de interrogantes e hizo tambalear tanto el presente como el futuro. Esta sensación de no saber, de no tener el control sobre nada se ha intensificado el último tiempo, especialmente en los países latinoamericanos, donde hemos vivido las cuarentenas más largas. No logramos ver la luz al final del túnel y eso angustia mucho.
Nos ha invadido el miedo a lo desconocido. Entonces, sin que nos demos cuenta, este sentimiento dirige nuestros pasos, nos retiene y nos bloquea. Nos paraliza, y nos impide avanzar y alcanzar nuestros objetivos.
Este año es claramente distinto, por lo tanto, no queda otra que aprovecharlo de manera distinta. Retomemos cosas que no habíamos podido hacer por falta de tiempo, escarbemos en proyectos antiguos que nunca pudimos realizar. Tomémonos tiempo para nosotros mismos, conocernos más y reflexionar acerca de diferentes temas. Es el año de estar más con uno mismo, de parar, de mirar para atrás y para adelante y tomar más conciencia de lo que pasa a nuestro alrededor.