Una disputa política en el sistema interamericano afecta a la ex Presidente de Chile Michelle Bachelet y actual Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos con el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) Luis Almagro.
La ex Mandataria chilena pidió este jueves una resolución rápida para la crisis originada en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), cuyo secretario ejecutivo, Paulo Abrao, no fue renovado en su cargo, cuyo mandato venció el 15 de agosto, decisión tomada por Almagro por “supuestas denuncias de irregularidades” cometidas por el funcionario durante su cargo.
Los siete miembros de la CIDH, sin embargo, habían pedido unánimemente la continuidad de Abrao, lo que no habría aceptado Almagro.
«Esta es una situación muy perjudicial que corre el riesgo de minar la independencia y la probada eficacia de la CIDH», dijo Bachelet en un comunicado.
La crisis «también está causando daños a la reputación de la OEA, así que espero que el asunto se pueda resolverse pronto», agregó la ex mandataria chilena.
«La Comisión Interamericana es un órgano imparcial muy eficaz y de gran confianza, cuya labor es sumamente apreciada», remarcó Bachelet. «Ha proporcionado un recurso vital a las víctimas por violaciones de los derechos humanos en las Américas».
Sin embargo, el presidente de la CIDH, Joel Hernández, corrigió este jueves al declarar a la agencia francesa AFP que Abrao, un experto brasileño con amplia experiencia en materia de derechos humanos, «sigue siendo» el secretario ejecutivo del organismo.
Almagro, por su parte, lamentó que la Comisión no haya acelerado el proceso de buscar un sustituto, ante lo que considera una crisis por las numerosas denuncias en contra de Abrao.
«Esto no debería tratarse de una cuestión de reputación personal, ni de lealtades políticas, ni de pérdida de prestigio», pidió Bachelet en su comunicado.

Claudia Pulido
Agregó Joel Hernández que la designación de la secretaria adjunta Claudia Pulido (en la oficina de Abrao) es exclusivamente para atender las cuestiones de índole administrativo, Esta funcionaria, de nacionalidad colombiana, trabaja en la CIDH desde 2001 y ha sido coordinadora de la Sección de Soluciones Amistosas, de la Sección Cono Sur, de la Relatoría sobre los Derechos de las Personas Privadas de la Libertad, y de la Sección Administrativa y Financiera; asimismo, fue oficial de los escritorios de Guatemala y Perú.
La Comisión es un órgano autónomo de la OEA y el 15 de agosto le comunicó la decisión al afectado Abrao, tomada por Almagro sin consulta previa.
Almagro (foto derecha) respondió muy poco después, lamentando que no se haya podido “avanzar en el proceso de designación del secretario ejecutivo de la CIDH debido a la existencia de decenas de denuncias de carácter funcional” presentadas contra Abrao. Y deploró la “falta de tramitación” de estas quejas como un duro golpe a la credibilidad de la CIDH.
“Es completamente falta de ética y repudiable pretender generar confusión respecto a lo que constituye la responsabilidad y rendición de cuentas funcional individual de uno o más funcionarios y lo que constituye la autonomía de la CIDH”, dijo Almagro en un comunicado.
Denuncias contra Abrao
Fuentes de la OEA dijeron que son más de 60 las denuncias contra Abrao presentadas ante la Ombudsperson del organismo, Neida Pérez. Mencionaron en particular acoso laboral y manipulación de concursos y contrataciones.
Sin embargo, Joel Hernández señaló que esas quejas deben seguir su curso legal, pero corren por cuerdas separadas del tema central. “Esas denuncias no son un impedimento para que el secretario Almagro renueve el contrato del secretario ejecutivo Abrao”, opinó. “Aquí quiero ser muy enfático.
La Comisión ha expresado al secretario Almagro la importancia de que estas denuncias sean investigadas (…), pero eso es distinto a la decisión de la Comisión de dar un mandato renovado al secretario Abrao y de la consecuente obligación del secretario general de otorgar el contrato”, agregó.
Abrao, un brasileño de reconocida y destacada trayectoria internacional en derechos humanos, asumió el puesto en la CIDH el 16 de agosto de 2016. A principios de este año, la CIDH anunció que por unanimidad habían decidido renovar la confianza en él por cuatro años más. “Ha logrado enfrentar la grave crisis que vivió la institución y fortalecer la gestión institucional con sostenibilidad financiera e incremento de sus capacidades”, informó el 10 de enero la Comisión, elogiando la gestión de Abrao.
Hernández dijo que la CIDH estaba al tanto de los planteos ante la Ombudsperson, con quien el pleno de la Comisión se reunió en octubre. También precisó que Abrao ha venido atendiendo desde 2019 las recomendaciones de la Ombudsperson y la Comisión ha estado siendo informada de esas medidas.
“Sin embargo, no podemos nosotros aceptar que un informe que se presenta a cinco días de la terminación del contrato esté sirviendo de pretexto para no otorgarlo”, dijo.
Consultado sobre si la CIDH cree que hay una campaña en contra de Abrao que se base en el reporte para no dejarlo en el cargo por otras razones, Hernández contestó: Me limito a los hechos. “En este momento lo que tenemos es la negativa del secretario general de renovar el contrato del secretario ejecutivo Abrao en circunstancias que nos preocupan mucho por la manera en la cual se han venido dando”, añadió, subrayando no obstante la voluntad de diálogo de la Comisión.
La CIDH, surgida de la Carta de la OEA, se compone de siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA. Su Secretaría Ejecutiva, sin embargo, es una unidad funcional especializada que forma parte de la Secretaría General de la OEA, según establece el artículo 40 de la Convención Interamericana de Derechos Humanos.