Por Martín Poblete

El Alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín, ha proclamado su nueva identidad ideológica, la social democracia; sin abandonar su domicilio original, la UDI.  Así, por arte de birlibirloque, Lavín ha lanzado públicamente su propuesta política con miras a la elección presidencial de noviembre 2021, declarándose socialdemócrata, una definición de izquierda que con imaginación podría arrastrarse al páramo nebuloso de la centro izquierda.  Un vistazo a la historia.

La social democracia como la conocemos hoy, tiene su origen en los realineamientos de partidos políticos en Europa Occidental, en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Empezó en el Reino Unido con el gobierno laborista de Clement Attlee (foto derecha), quien puso particular énfasis a la democracia cuando enunciaba sus políticas sociales, era un enfoque diametralmente opuesto al de los socialismos marxistas de Europa Oriental, de los partidos comunistas y, particularmente, del Partido Comunista de la entonces Unión Soviética;  estas diferencias fueron fuertemente marcadas por el ministro de relaciones exteriores, el líder sindicalista minero galés Aneurin Bevin. Sin perjuicio de las diferencias con el comunismo y los marxistas, el laborismo inglés fue y sigue siendo, indudablemente, un partido político de izquierda.

En Estados Unidos, los sucesivos gobiernos en el largo mandato del Presidente Franklin Delano Roosevelt, barrieron con cualesquier posibilidad de prolongar la existencia viable de un partido socialista en la línea del fundado por Eugene Debbs;  el líder socialista neoyorquino Norman Thomas le agregó el apellido democrático en los años cuarenta: Social Democratic Party of the United States, con duras aristas anti-comunistas, anti-marxistas y anti-soviéticas, nunca consiguieron ir mas allá de grupos de intelectuales en Nueva York, Cleveland, Chicago, y Philadelphia.   Disgustado con el duro enfoque anti-comunista, el aristócrata bostoniano Michael Harrington encabezó una división, siempre cuidadoso de mantener el apellido democrático:  Democratic Socialism Organizing Commitee  DSOC; Harrington publicó un libro, Socialism (EP Dutton, NY 1972) considerado importante por círculos académicos, mientras sus seguidores en Boston y Nueva York consiguieron mantener por años la publicación de una revista mensual de pensamiento político, Dissent.  Ambos movimientos siempre se consideraron de izquierda, ciertamente a la izquierda de los liberales en el Partido Demócrata.

En Francia, el político parisino Francois Mitterrand (foto izquierda), y el Alcalde de Marsella, Gaston Deferre, acometieron la refundación del socialismo francés,

Wlly Brandt y Helmuth Schmidt los grande líderes socialdemocratas de Alemania.

sin olvidar el legado de Jean Jaurés, poniendo fuerza en la condición democrática unida con la definición socialista, marcando claras diferencias con el proyecto político de centro derecha del General Charles De Gaulle.

En Alemania Federal de post guerra, la refundación del socialismo alemán estuvo a cargo de una importante generación de políticos, destacaron el Alcalde de Berlín Occidental Willy Brandt, después sería Canciller; y el Canciller Helmut Schmidt;  por la dinámica de la Guerra Fría y la singular posición geográfica de Alemania, la definición fue de izquierda democrática sin vacilaciones, con su proyección internacional apoyada desde la Fundación Friedrich Ebert.   El socialismo democrático alemán tuvo influencia decisiva en el desarrollo del sindicalismo socialista democrático, así como en las actividades de la Internacional Socialista en Europa Occidental y mas allá.

Líder español Felipe González

En España, en los años posteriores a la muerte del General Franco, así como en el proceso de Transición, el Partido Socialista Español PSOE asumió definición democrática y socialista, en las palabras de su líder el político sevillano Felipe González.  Como puede apreciarse, todos los desarrollos mencionados unieron la democracia con la idea socialista, siempre anclados firmemente en la izquierda del espectro político.    En el marco de ideas políticas en Chile hoy, la identidad socialista democrática, o socialdemócrata, la llevan el Partido Radical, el Partido Socialista, y el PPD;  los tres, sin la menor duda en la izquierda del abanico.

Entonces, el Alcalde Lavín debiera tener dificultades en sostener su recién hallada descripción de «socialdemócrata», este concepto va unido a definición de izquierda no solo en Chile.  ¿Cómo cuadrar el círculo para ubicarse en, por lo menos, la centro izquierda, y al mismo tiempo seguir representando a la UDI?

Tal vez al contemplar la desaparición del centro, con la DC en el carro de la oposición, Lavín pudo haber pensado en la oportunidad de hacerse con ese millón de electores, que dejaron de votar por la DC sin haberse ido a ninguna otra parte; problema, su audaz pirueta lo podría dejar sin red de seguridad, al perder el apoyo del electorado mas firme de la derecha en los partidos de la coalición Chile Vamos.

La promesa implícita en su maniobra, de ofrecer opción de seguir en el poder, sobre la base de exposición a la farándula y encuestas dónde a pesar de tener mas preferencias que otros, no marca mas del 20%, podría ser considerada oferta muy débil. Ciertamente,  habrá  quienes salgan al ruedo cuestionando las credenciales de quien, súbitamente, se presenta con identidad socialdemócrata y a la vez pretende liderar a RN y la UDI…. difícil truco.