Por Martín Poblete Pujol

 

«En qué momento se jodió el Perú?, la famosa frase de Mario Vargas Llosa: Conversaciones en la Catedral, Lima 1971)».

Numerosos opinólogos en todos los medios comentan esa frase de Vargas Llosa, aplicando sus mutuas implicancias a la situación imperante en Chile desde octubre del 2019.

En las últimas semanas del mes de agosto, tres autores han incursionado en el enfoque declinista, habríamos entrado en la pendiente cuyo fin sería el retorno al país pobre de los 1950s.  En esta línea de pensamiento, el Profesor Sebastián Edwards (*)  en extenso artículo en La Tercera, usando lenguaje del ciclismo, habla de volver «al pelotón latinoamericano», uno más entre un grupo de tristes mediocridades;  a su vez, en ellibero.cl, el destacado empresario y ocasional político, Orlando Sáenz, presenta el panorama sombrío de un país descapitalizado, dónde se perdió el interés por invertir dinero en actividades productivas capaces de generar empleo; mientras, también en ellibero.cl, el sociólogo Eugenio Tironi se explaya en dos artículos seguidos exponiendo su visión declinista, si bien reserva opción de salida mediante formación de un conglomerado de partidos de centro junto a reformas en el sistema electoral en busca de mejor representatividad.

El gobierno del Presidente Sebastián Piñera, en particular sus ministros de Hacienda y  Obras Públicas, parecieran confiar en gestionar la recuperación, y sostenerla, con los medios disponibles; la Ley de Presupuesto,  próxima a enviarse al Congreso en septiembre, traerá los lineamientos al respecto.

Sin embargo, no se advierte similar claridad en los  partidos de la coalición de Chile Vamos. En la oposición no se percibe intención propositiva, salvo el habitual intercambio en el Congreso en las formas ya conocidas.

Este humilde “juntaletras” sostiene que Chile no se ha jodido, no todavía. Desde diversos centros académicos, alejados del mundanal ruido, un tanto ahogados por las restricciones impuestas durante la emergencia sanitaria, han ido surgiendo ideas acerca de cómo articular salida de la crisis actual, son propuestas muy diversas pero tienen un punto en común:  es imposible ejecutar proyectos y reformas de largo plazo en el actual clima político, tan «confrontacional» a la vez de polarizado con fuertes tintas ideológicas.

Será necesario elegir gobierno con mayoría en el Congreso en noviembre de 2021, en la esperanza de lograr un país mejor estructurado en torno a consensos fundamentales.

Los países enfrentados internamente no progresan, no es necesario postgrado en ninguna disciplina para saberlo.

La gran manifestación ciudadana del 25 de octubre de 2019, la del millón doscientas mil personas en Plaza Baquedano, es el más importante hecho político chileno en cuanto va del Siglo XXI. En ese acontecimiento quedaron instalados con singular fuerza los temas sociales, si bien ya conocidos habían sido de diversas maneras ignorados por gobiernos y políticos de distintos pelajes; la pandemia del COVID-19 solamente los ha postergado, las diversas medidas asistenciales de iniciativa gubernamental difícilmente trabajadas en el Congreso, no pueden considerarse respuestas a las exigencias entendidas a partir de aquella gran manifestación pacífica, de notable transversalidad.

Caminos posibles

Será necesario genio político para interpretar correctamente  los signos planteados en el  2019?   Luego, siguen aquí algunas cuestiones puntuales, en la esperanza de generar debate de ideas.

1.- En primerísimo lugar, simplificar sistema y normas tributarias.  Eliminar exenciones tributarias.   Suspender discusión de nuevos impuestos, es preciso dejar trabajar la estructura impositiva existente.

2.- Asegurar la eficiencia en el gasto del Estado.  Revisar críticamente programas y proyectos fracasados, ineficientes, inoperantes.

3.- Auditar y evaluar aportes financieros a organismos internacionales.

4.- Auditar aportes financieros a organizaciones no gubernamentales (ONGs/NGOs); cortarlos definitivamente.

5.- La idea de lo NO gubernamental se relaciona con prescindencia de los recursos financieros del Estado, a fin de asegurar la independencia de las organizaciones intermedias de la sociedad;  así nacieron esas entidades en Estados Unidos, Reino Unido, y países europeos occidentales en especial los nórdicos.

6.- Estricto control de la inmigración, es irresponsable ampliar y/o facilitar la llegada de nuevos inmigrantes, ya se han recibido más de los que razonablemente pueden acomodarse.

7.- Reforzar la red de salud pública.  En los últimos cinco años se han recibido cerca de un millón de inmigrantes, salvo contadas excepciones, todos ellos son clientes del sistema de salud pública, este influjo no planeado de pacientes ha provocado graves perturbaciones al funcionamiento del sistema, habían empezado a corregirse pero la pandemia impidió seguir progresando. De todas maneras, la oferta de atención sigue siendo de óptima calidad, quien escribe puede dar testimonio de esta realidad, el problema es llegar a recibir atención oportuna.

8.- La sequía seguirá presente. La solución pasa por el manejo eficiente de los recursos hídricos existentes. A veces, las soluciones del Siglo XIX pueden servir en el Siglo XXI, se necesita un programa nacional de construcción de embalses.   Asimismo, debe construirse la carretera hídrica desde el Alto Bío Bío a la Quinta Región interior, con descargas en la Sexta Región y Región Metropolitana.

9.- Urge iniciar la recuperación de la red ferroviaria de carga y pasajeros, destruida durante la dictadura.  El ferrocarril es competidor directo de otras formas de transporte de carga, bien organizada esa competencia puede ser sana, estimulante de mayor eficiencia. En el transporte de pasajeros, el ferrocarril no compite con las líneas aéreas, tampoco lo hace con las líneas de buses interurbanos, ofrece un servicio diferente y lo coloca en el mercado de manera diferente.   Empezar por construir la doble vía de Santiago a Puerto Montt, a la vez de llevar el tendido eléctrico hasta Puerto Montt.   Evaluar construir doble vía en el ramal Chillán-Concepción por la costa.  Construir doble vía con estaciones paralelas en las siguientes líneas de conmutación:  Concepción-Hualqui;  Concepción-Lota; Santiago-San Antonio; Santiago-La Calera, considerar extensión hasta empalmar con el MERVAL  a Valparaíso.  Evaluar ferrocarril de Punta Arenas a Puerto Natales.  Trenes de alta velocidad estrictamente ligados a financiamiento privado, son de alto costo, al final inevitablemente hay aporte financiero del Estado.

10.- En gran proyecto nacional de largo plazo, iniciar la reconstrucción del ferrocarril al Norte.

11.- Continuar la construcción de la Carretera Austral. Usar el derecho eminente del Estado, a fin de asegurar continuidad evitando interrupciones y trasbordos.   Noruega construyó carretera y ferrocarril hasta sus ciudades y regiones al norte del Círculo Ártico; Villa O’Higgins, Puerto Natales, y Punta Arenas están muchos cientos de kilómetros antes del Círculo Antártico.

12.- Recuperar la seguridad ciudadana.  Restablecer el principio de autoridad.  No puede haber lugares donde no entra Carabineros.

13.- Preparar el país para el aprendizaje y trabajo «on line», este legado de la era tecnológica que se ha visto acelerado por la pandemia.   El sector privado, en sus diversos matices productivos del bancario-bursátil al industrial y todos los demás entre medio, ya empezó su adaptación a nuevos enfoques tecnológicos.

14.- En el sector educacional, las cosas son un tanto mas complicadas. La clase debe proceder intacta sin interrupciones.  Está resultando difícil llevar contenido académico a tecnologías usadas por estudiantes para otros fines.  Años de conducta frente al computador, hacen difícil para los jóvenes entenderlo ahora como instrumento de aprendizaje, cuando por tanto tiempo estuvo dedicado a comunicación, diversión y entretenimiento.  El computador con el cual vamos a pedir a los estudiantes leer, escribir, trabajar material educacional, responder cuestionarios, enviar trabajos, comunicarse con sus profesores;  es el mismo instrumento usado para juegos de videos, enviar mensajes de texto a sus amigas y amigos, ordenar bebidas y comidas («delivery»), su propio privado universo, deberá aceptar rendir parte de esa privacidad.

Todo lo anterior es apenas un comienzo.

(*) El economista señala que la crisis interna y el coronavirus “es una combinación horrible” para Chile y que no le sorprendería un crecimiento negativo este año. Acusa que, a 5 meses del estallido social, la violencia no amaina por una combinación de “un gobierno enormemente incompetente, y una oposición irresponsable y oportunista”.