Para comprender  por qué Joe Biden (candidato demócrata a la Presidencia de EE UU como rival del republicano Donald Trump) se decidió por una mujer negra a la vicepresidencia  en la lista para las elecciones presidenciales del 3 de noviembre, aquí van las diez claves que explican de esta decisión:

1.- Kamala Harris representa para Biden no sólo el cargo de vicepresidenta y las elecciones a la Casa Blanca, sino principalmente el propio futuro del partido demócrata y su regeneración.

2.- Biden ya había señalado que era “el candidato de la transición” o sea el que haría de “puente” hacia “una generación de nuevos líderes” demócratas. Una nueva generación en la que las mujeres y las minorías tendrían un papel cada vez más importante.

3.- Kamala Harris, la primera mujer negra en aspirar al cargo, hija de padre jamaicano y madre india, es una fiel representante de esta nueva generación y la elección de Biden la señala como posible heredera del poder en el partido. Directa y asertiva en los debates, su estilo ha quedado patente en los interrogatorios a funcionarios de la Administración Trump. El propio Biden se ha tenido que enfrentar a su dialéctica cuando, en el segundo debate para las primarias demócratas, Harris le reprochó que se hubiese opuesto al traslado obligatorio de alumnos de barrios pobres a colegios de barrios más ricos para asegurar la integración racial. Recordando lo positivo que eso hubiese sido para una niña de su ciudad, remató, contundente: “Esa niña era yo”.

4.-  Biden vio en ella su mejor opción para lograr tres objetivos: ganar las elecciones de noviembre, gobernar el país a vueltas con la pandemia y la recesión, y asegurar el relevo generacional del partido. A los 55 años, Kamala Harris ofrece el contrapunto de juventud en una papeleta donde Joe Biden, con 77 años, se presenta como el candidato más veterano de la historia de EE.UU.

5.- Históricamente, los vicepresidentes han tenido poco peso a la hora de decantar unos comicios, y casi siempre se elegían por tener presencia en estados donde el partido tenía más dificultades para conseguir votos. Kamala Harris puede romper con esta premisa.  Senadora por California, un estado que los demócratas controlan en todas las elecciones presidenciales desde 1992, Harris no es particularmente relevante a nivel geográfico. Sin embargo, sí puede serlo a la hora de captar tres votantes esenciales para los demócratas en los que Biden se quedaba corto: las mujeres, los negros y las minorías.

6.- Biden es consciente del sentimiento de decepción que todavía rodea a muchas mujeres demócratas por la derrota de Hillary Clinton ante Donald Trump en 2016. La marcha de las mujeres, cuya primera manifestación salió a las calles tan solo un día después de la investidura de Trump, congregando a más de 500.000 personas, confirmaba el resurgir del movimiento feminista como reacción a la elección del candidato republicano y las elecciones de 2018 a la Cámara de Representantes de los Estados Unidos confirmaba esta  tendencia: 118 mujeres fueron elegidas, de las que 100 eran demócratas. Su figura puede darles a los votantes una razón adicional para votar al partido demócrata, más allá de la simple animadversión hacia Trump, que parecía haber liderado la campaña hasta ahora. Una hora después de anunciar su inclusión en la papeleta, la campaña de Biden había batido récords de recaudación de fondos, con casi 9 millones de dólares.

7.- La reacción de Trump, que se apresuró a calificarla de desagradable”, “falsa” y “radical”, es la demostración de que su elección preocupa al presidente, aunque tal vez le resulte complicado desacreditarla cuando él mismo y su hija Ivanka contribuyeron a su campaña para la reelección como fiscal general de California en 2014. No hay que olvidar que las mujeres han sido en toda su historia el lado más débil de su personalidad como política. Sin ir más lejos fue su sobrina la que relató y denunció al verdadero Donald Trump.

8.- Kamala Harris es la primera mujer en ser nombrada fiscal de distrito de San Francisco en 2007 y fiscal general del estado de California en 2011, y la primera mujer negra en aspirar al cargo de vicepresidenta, es una poderosa arma para atraer al voto femenino.

9.- Biden eligió además a una mujer negra para lograr de ella un guiño hacia los votantes negros, que han tenido un papel importante en la campaña de Biden y un intento de recuperar los estados que Hillary Clinton perdió en 2016, en parte por la caída en los votos de las comunidades afroamericanas en Wisconsin, Michigan y Pensilvania. Además, en un momento en que las tensiones raciales y la violencia policial en EEUU vuelven a las calles, después de la muerte de George Floyd (hombre negro asesinado por la policía blanca en Minniapolis el 5 de mayo de 2020)  y las consecuentes manifestaciones por todo el país, el pasado de Harris juega a su favor.

10.- El ‘factor Harris’ puede darles a los votantes una razón adicional para votar al partido demócrata, más allá de la simple animadversión hacia Trump, que parecía haber liderado la campaña hasta ahora. Una hora después de anunciar su inclusión en la papeleta, la campaña de Biden había batido récords de recaudación de fondos, con casi 9 millones de dólares. La reacción de Trump, que se apresuró a calificarla de desagradable”, “falsa” y “radical”, es la demostración de que su elección preocupa al presidente, aunque tal vez le resulte complicado desacreditarla cuando él mismo y su hija Ivanka contribuyeron a su campaña para la reelección como fiscal general de California en 2014.