La Corte Suprema colombiana ordenó la detención domiciliaria del expresidente colombiano y líder del derechista partido oficialista Centro Democrático, Álvaro Uribe (68), quien es considerado además el mentor del actual presidente colombiano Iván Duque.
Uribe (a la derecha con su mentor y actual presidente de Colombia Iván Duque – y a la izquierda Duque como presidente) enfrenta una investigación por manipulación de testigos en su calidad de senador, que podría llevarlo a juicio por dos delitos relacionados (soborno y fraude procesal) y castigados con unos 8 años de cárcel.
En 2012, Uribe presentó una denuncia contra el senador de izquierda Iván Cepeda (foto de portada) por un supuesto complot en su contra apoyado en testimonios falsos. El sostuvo que Cepeda, uno de sus mayores adversarios políticos, contactó a exparamilitares presos para que lo involucraran en actividades criminales de los grupos de ultraderecha que combatieron a sangre y fuego a las guerrillas izquierdistas.
Pero la Corte se abstuvo de enjuiciar a Cepeda y en cambio decidió en 2018 abrir la investigación contra el exmandatario bajo la misma sospecha de manipulación de testigos.
Cepeda (de Polo Democrático) presentó en un debate en el Congreso testimonios de exparamilitares que vincularon al expresidente con las autodefensas contra las guerrillas. Uribe lo denunció en la Corte y seis años después, en febrero de 2018, el alto tribunal concluyó que no hubo irregularidad alguna en la conducta de Cepeda y, por el contrario, advirtió posibles irregularidades en la defensa de Uribe. A partir de ese momento, el alto tribunal detectó posibles presiones de Uribe y su defensa contra los testigos que le habían hablado a Cepeda.
Uribe seguirá vinculado a la investigación, solo que privado de la libertad en su domicilio. La Corte Suprema deberá decidir, con base en las pruebas que ha recabado, si llama a juicio al expresidente. En ese caso, el juicio lo llevaría otra instancia del alto tribunal, la Sala de Primera Instancia, conformada por tres magistrados, que enjuician a todos los altos funcionarios con un fuero que los exime de ser investigados por la justicia ordinaria. El mismo fuero que tienen los magistrados, los embajadores, los ministros y, como es el caso de Álvaro Uribe, los congresistas.
En el diario El Heraldo, el senador Iván Cepeda, quien aparece como víctima en el proceso que se le sigue en la Corte Suprema al expresidente Álvaro Uribe, aseguró que con la medida de detención domiciliaria dictada en contra del exmandatario «ha cambiado algo en Colombia: la Corte nos ha recordado que existe una Constitución, un ordenamiento legal y que los jueces tienen la posibilidad de ejercer justicia para bien de los colombianos».
Señaló Cepeda además que esta «es una fecha trascendental. Le otorgamos gran valor a la decisión, que nos ayuda a consolidar la democracia en Colombia. La lección que hoy nos da esta decisión es que no hay personas que en Colombia estén por encima de la justicia y de la ley por muy poderosas e influyentes que sean».
Hizo énfasis en el hecho que fue el propio Uribe quien comenzó con el proceso: «Este ha sido un proceso muy largo, que comenzó el 23 de febrero de 2012. Cumplimos ocho años de este proceso que ha tenido dos etapas: una primera en la que Uribe entabló una denuncia en mi contra y que fue objeto de un auto inhibitorio y de una segunda etapa que ha comenzado a partir de una denuncia que interpusimos por presunto soborno de testigos que buscaría influir la actuación de la justicia».
Afirmó el senador del Polo Democrático que «hay un abundante material probatorio que sustenta esta decisión», concluyó que «no tenemos actitudes arrogantes, vengativas o de animadversión» e hizo un llamado «a mantener un estricto respeto a la majestad de la justicia».