El secretario estadounidense de Defensa, Mark Esper, anunció este miércoles que Estados Unidos  comenzará a retirar unos 12.000 soldados de Alemania cumpliendo las decisiones del Presidente Donald Trump en esta materia, como confirmaron la cadenana estadounidende  NBC y en Europa la RT.

De ellos, 5.600,  serán reubicados dentro de países de la OTAN, y  6.400  regresarán a territorio estadounidense EE.UU.», explicó Esper. Así, dejará en Alemania a 24.000 tras 36.000 en la actualidad. Esta cifra había llegado en algunos momentos históricos a 52.000 soldados. En este último punto salto de inmediato un portavoz de Rusia en el sentido que el Ministerio de Defensa ruso tomará medidas «en caso de necesidad» para el caso que EE UU transfliera tropas a Polonia.

Mark Esper

Espera no respondió a Moscú, pero  señaló que la decisión está diseñada para «fortalecer a la OTAN» y «disuadir a Rusia», además reorganizará a los militares estadounidenses para una «nueva era de competencia por el gran poder». Según Esper, la retirada de las tropas comenzará «lo más rápido posible» y una parte de ella empezará «en cuestión de semanas». No se sabe si con esto se quiso referir al conflicto chino en ebullición.

Además, Esper señaló que la redistribución de los militares «probablemente costará varios mil millones de dólares». El motivo sobre la retirada de Alemania, según lo dicho antes por Trump, se debe a que los alemanes «son morosos en sus pagos a la OTAN» y debe miles de millones de dólares a esta alianza militar. Hace algunos meses Trump se preguntó «¿por qué Alemania le paga a Rusia miles de millones de dólares por energía y luego se supone que debemos proteger a Alemania de Rusia? ¿Cómo funciona? No funciona», declaró entonces el mandatario.

Al mismo tiempo, se prevé que la sede del Comando Europeo de EE.UU. en la ciudad alemana de Stuttgart sea trasladada a Bélgica, según añadió la agencia británica  Reuters.

Rusia expectante

El Ministerio ruso de Relaciones Exteriores ha advertido este miércoles que si EE UU cumple con sus planes de transferir sus tropas de Alemania a Polonia, Rusia tomará medidas, «si fuera necesario», para garantizar su seguridad y la de sus aliados, informó la agencia RIA Novosti en Moscú.

Según declaró el vicecanciller ruso, Alexánder Grushkó (foto izquierda), Rusia «está siguiendo de cerca los anuncios que se generan en Washington sobre la posible redistribución de parte del contingente estadounidense de Alemania a Polonia», y no solo desde el punto de vista de la seguridad regional, sino también «desde el ángulo del cumplimiento del Acta Fundacional Rusia-OTAN, que contiene las obligaciones de la Alianza de abstenerse del despliegue adicional de sustanciales fuerzas de combate».

Grushkó considera que, teniendo en cuenta la retirada de Washington del Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio (INF), sus planes de abandonar el Tratado de Cielos Abiertos y «el fracaso» de la ratificación del Tratado sobre las Fuerzas Armadas Convencionales en Europa (FACE), «resulta obvio» pensar que EE.UU. también puede violar el acuerdo entre NATO y Rusia.

La declaración de la diplomacia rusa se produce un día después de la reunión mantenida por el presidente de EE.UU., Donald Trump, y su homólogo polaco, Andrzej Duda, en la Casa Blanca, al término de la cual el mandatario norteamericano afirmó que reducirá su contingente militar en Alemania y que, «probablemente», transferirá parte de sus militares a Polonia.

Trump comenzó la rueda de prensa conjunta elogiando los acuerdos comerciales y de defensa con Polonia, criticando a otros aliados de la OTAN y reiterando su promesa de retirar las tropas estadounidenses de Alemania, a la que culpó nuevamente por no asumir más gastos militares de la Alianza.

Washington ha estado presionando a Berlín y al resto de la OTAN por no cumplir con el objetivo establecido por la Alianza de destinar el 2 % del PIB nacional a su presupuesto, algo que Polonia ha hecho, a diferencia de los demás aliados europeos, enfatizó Trump.

«Polonia es uno de los pocos países que cumple con sus obligaciones con la OTAN, en particular sus obligaciones monetarias, y nos preguntaron si enviaríamos algunas tropas adicionales», dijo Trump a los periodistas. «Pagarán por el envío de tropas adicionales y probablemente los trasladaremos de Alemania», agregó.

«Vamos a reducir nuestras fuerzas en Alemania. Algunas regresarán a casa y otras irán a otros lugares, pero Polonia sería uno de esos lugares en Europa», dijo Trump. Según el presidente estadounidense, con esta reducción el número de efectivos desplegados en Alemania pasará de unos 52.000 a 25.000 militares.

Por su parte, Duda pareció acoger la idea del aumento de la presencia militar estadounidense en Polonia —que este domingo celebra elecciones presidenciales— y dijo que considera «profundamente razonable» la decisión de «garantizar la presencia de tropas de EE.UU. en Europa».

Trump complica las relaciones globales

Según la BBC Mundo, muchos analistas estiman que la decisión del retiro de tropas desde Alemania  debilitará la alianza militar transatlántica materializada en la OTAN que cumple 70 años de vida y ha sido la  más exitosa de la historia. La presencia militar estadounidense en Alemania se originó en la ocupación aliada tras el final de la II Guerra Mundial. Luego evolucionó por las necesidades de la Guerra Fría, cuando Estados Unidos llegó a tener allí centenares de miles de soldados como mecanismo de disuasión ante la Unión Soviética.

En la actualidad, en Alemania  están ubicados los cuarteles generales para Europa de la Fuerza Aérea y del Ejército de EE.UU., los del Comando para África -conocido como Africom-, así como varios de los más importantes centros de entrenamiento militar estadounidense en el Viejo Continente.

Además de las preocupaciones por sus consecuencias estratégicas, la propuesta ha causado molestia en Europa pues al parecer fue diseñada por Estados Unidos de forma unilateral.

«Esto es completamente inaceptable, especialmente dado que nadie en Washington pensó en informar por adelantado a Alemania, un aliado en la OTAN», dijo Peter Beyer, coordinador de Merkel para las relaciones transatlánticas, al diario Rheinische Post.

El hecho de que la propuesta del gobierno de Trump no haya sido presentada públicamente y que, de hecho, aparentemente haya sido elaborada sin consultar con los aliados europeos hace difícil conocer a cabalidad los resortes que la impulsan.

Sin embargo, diversos analistas coinciden en apuntar hacia ciertos aspectos que van desde razones estratégicas hasta antipatías personales.

Charles Kupchan, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Georgetown e investigador principal del Council on Foreign Relations, un centro de estudios con sede en Washington, señala que hay al menos tres tipos de consideraciones que pudieron haber sido tomadas en cuenta.

«Puede que los responsables del despliegue de tropas estadounidenses hayan decidido que dada la situación en Europa, las fuerzas estadounidenses pueden ser reducidas. Especialmente con miras a aumentar la presencia en Asia Oriental», le dice a BBC Mundo.

Un segundo tipo de consideración, según el experto, se relaciona con las elecciones presidenciales en Estados Unidos previstas para noviembre.

«Trump está en medio de una campaña para su reelección y, en general, él ha sido bueno para cumplir con sus promesas de campaña. Una de estas es adoptar una política exterior más aislacionista. Una reducción en Alemania está en línea con su deseo general de hacer regresar las tropas a casa», señala Kupchan.

El experto asegura que ésta también es una de las razones por las cuales el mandatario estadounidense se ha mostrado tan dispuesto a retirarse de Siria y Afganistán.

«La antipatía visceral de Trump hacia Europa y, en particular, hacia Alemania» sería, según Kupchan, el tercer factor a valorar.

«Él ha desestimado desde el inicio a la Unión Europea y la ha visto como un competidor económico de EEUU. Considera que Alemania, en concreto, ha sacado ventaja del generoso acercamiento de EE.UU. a los asuntos internacionales, comprometiendo fondos insuficientes para el área de Defensa y exportando sus autos a EE.UU.», apunta.

China también en alerta

Wang Yi, ministro de Relaciones Exteriores de China (foto izquierda), prometió una respuesta firme y racional a las acciones «imprudentes» de EE.UU. Además, señaló que todos los países deben «evitar que el mundo sea arrastrado a una nueva guerra fría». Así lo afirmó recientemente en una conversación telefónica con su homólogo francés, Jean-Yves Le Drian.

«Cuando se enfrente con la imprudencia de EE.UU., la respuesta de China será firme y racional. China se opondrá resueltamente a las prácticas maliciosas que infringen nuestros derechos e intereses legítimos, China nunca será la primera en agitar el conflicto», enfatizó el diplomático, comentando el cierre por parte de Washington del Consulado General de China en Houston y el posterior cierre de la misión diplomática estadounidense en Chengdu.

«Creemos que todos los Estados pueden tomar decisiones correctas y sabias y estar en desacuerdo con el punto de vista del grupo político influyente que se encuentra en EE.UU.», agregó Wang Yi, y aseguró que Pekín está «dispuesto a mantener la estabilidad de las relaciones» con EE.UU. debido  a «los intereses comunes de los pueblos» de ambos países.

El martes pasado, la Administración Trump decretó el cierre del Consulado chino en Houston (EE.UU.) con el fin de «proteger la propiedad intelectual y la información privada» de la nación norteamericana. El presidente estadounidense alegó que funcionarios chinos intentaron robar datos de instalaciones en Texas, incluido del sistema médico, y puntualizó que «siempre es posible» ordenar el cierre de más consulados de China en el país.

En respuesta a la decisión «unilateral» de Washington, la nación asiática ordenó el viernes el cierre del Consulado estadounidense en la ciudad de Chengdu, alegando que se trata de una contramedida «legítima y necesaria» que «se ajusta al derecho internacional».

China condenó «enérgicamente» la medida «unilateral» de EE.UU. e instó al país norteamericano a revocar «inmediatamente su decisión errónea». Por su parte, la Casa Blanca instó a Pekín a abstenerse de recurrir al «ojo por ojo» en sus relaciones.