Por Jessika Krohne

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La vida cambió para siempre. Nunca va a volver a ser lo que fue antes que llegara el corona virus a Chile. El sábado, la alcaldesa de Providencia Evelyn Matthei dijo en una entrevista que Chile atraviesa por una crisis social, económica, política y sanitaria lo que es tal vez el peor escenario para un país. Todo esto genera una tremenda incertidumbre para los chilenos. No se sabe cuanto va a durar todo esto y como va a ser la vida después. El estrés, la ansiedad, la angustia y el insomnio se pueden dar más frecuente en esta época. 

Los chilenos son las personas que más han estado encerrados en esta crisis sanitaria. Niños sin ir al colegio ni ver a sus amigos. Y la educación se da de forma muy irregular, donde muchos estudiantes no tienen acceso a la tecnología para continuar sus estudios. Se forma una brecha muy grande entre los colegios particulares y los municipales. Por otro lado, preocupa el aumento de los niños frente a las pantallas, tanto para las clases online como frente a la tele o juegos de consola. 

Las reuniones por videollamada son cada vez más frecuentes y una herramienta esencial en el día a día, tanto para el trabajo como también para juntarse con amigos. 

Las consultas psicológicas y de muchos otros profesionales de la salud se están realizando en la modalidad online. La telemedicina llegó…y tal vez para quedarse. 

Las aplicaciones de ejercicios físicos también son cada vez más frecuentes y muchos hacen yoga, pilates y zumba desde la casa. 

Toda esa nueva forma de vida también ha llevado a que la gente viva la vida más sola. La interacción con otras personas ha disminuido mucho, ya que se trabaja en casa, se compra online, se hace ejercicio frente a una app. Todo eso implica tener que lidiar con la soledad. A algunas personas les cuesta más que a otras. Otros tienen que aprender a enfrentar la soledad y tomarle el gusto a estar más consigo mismo.

En resumen, se puede decir que las medidas de aislamiento preventivo obligatorio han modificado los hábitos cotidianos de la gente, en muchos casos impactando negativamente en la calidad de vida. 

Como ya dicho anteriormente, a parte de la ansiedad, la angustia, insomnio etc.; se empiezan a experimentar emociones negativas como enojo, ansiedad, aburrimiento, sensación de encierro y, en ocasiones, sentimientos de soledad. Todo esto conduce a la pregunta: ¿cómo podemos proteger nuestra salud mental durante la pandemia? 

Los especialistas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires (UBA) elaboraron guías especiales con recomendaciones para afrontar esta situación:

  • No sobreexponerse a las noticias y consultar solamente fuentes confiables (organismos oficiales o instituciones prestigiosas). Hacerlo en momentos del día establecidos, por ejemplo, al mediodía o a la tarde, y no tanto al despertar o antes de dormir. 
  • Mantener los horarios del sueño. 
  • Realizar periódicamente una rutina de ejercicio físico en el hogar. 
  • Acceder al aire fresco, a la luz solar y la naturaleza, siempre que sea posible. 
  • Llevar una alimentación equilibrada e hidratarse bien. 
  • Mantener redes de contención emocional con familiares, amigos y personas de confianza a través de medios digitales. 
  • Limitar los grupos de chats que difunden noticias, muchas de ellas falsas o erróneas, ya que promueven pensamientos negativos. 
  • Brindar apoyo práctico y emocional a los adultos mayores. Con datos simples, explicarles lo que está sucediendo sin dramatismo, ni alarma.
  • Hablar con los hijos o menores cercanos sobre la información oficial sobre el coronavirus en un lenguaje adecuado a la edad.
  • Mantener espacios de esparcimiento, juego y divertimento que promuevan emociones positivas en los niños. 
  • Buscar ayuda profesional si el nerviosismo y los sentimientos negativos aumentan.

Consejos que ayudan a enfrentar este momento de la mejor forma posible y que hacen llevar la vida de una mejor manera.