La falta general de interés por concurrir este miércoles a las urnas, permitió que la reforma constitucional haya dejado el camino libre para que el presidente Vladímir Putin siga al frente de Rusia hasta el año 2036. Según datos no definitivos, que la Comisión Electoral Central fue publicando incluso antes de que cerraran todos los colegios, el respaldo superó el 70 por ciento.
Las campañas electorales en Rusia, con una oposición débil y una vertical de poder inquebrantable, suelen ser anodinas comparadas con la tensión de las democracias occidentales. La votación que terminó ayer no ha sido una excepción, informó el diario La Vanguardia de Barcelona.,.
La votación sobre la reforma constitucional, que impulsó en enero el propio Putin, estaba prevista para el 22 de abril. Pero igual que otros acontecimientos, como el desfile de la Victoria en la Segunda Guerra Mundial, hubo que aplazarla por la epidemia de coronavirus.
Las autoridades rusas eligieron el 1 de julio tras comprobar que la emergencia sanitaria estaba remitiendo. En Rusia, el tercer país del mundo con más casos detectados (654.405), lo que las autoridades atribuyen a los muchos tests realizados (19,8 millones hasta ayer), el número de fallecidos (9.536) es muy inferior al de otros países muy afectados. En Moscú, el epicentro de la epidemia en Rusia, se registraron este miércoles 611 nuevos casos, la cifra más baja desde principios de abril.
Pero para evitar aglomeraciones, la Comisión Electoral habilitó siete días para depositar el voto, desde el pasado 25 de junio hasta ayer. La oposición cree que esta medida excepcional es un coladero para las irregularidades, como denunció el abogado anticorrupción Alexéi Navalni, uno de los críticos de Putin con más proyecciones políticas. Navalni calificó esta votación de “enorme mentira”, y llamó a sus partidarios a movilizarse.
“Quisiera dar las gracias a los ciudadanos rusos. Enormes gracias por su apoyo y su confianza”, declaró el presidente ruso en un discurso televisado en el que aseguró que la reforma ofrecerá una “estabilidad interna y de tiempo para reformar al país y todas sus instituciones”.
El Kremlin celebró asimismo este jueves un “triunfo” tras la convalidación en la votación nacional de la reforma.
“De facto, se produjo un referéndum triunfal de confianza hacia el presidente Putin”, afirmó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
La votación duró una semana y se terminó con una victoria del sí con 77,92% de los votos. El voto en contra sumó 21,27%, según los resultados finales divulgados el jueves por la Comisión Electoral. La participación fue del 65%.
Entre las reformas constitucionales pedidas por Putin, figura una que le abre la vía para permanecer en el poder hasta 2036, cuando cumplirá 84 años. Su mandato actual termina en 2024.
Las enmiendas también refuerzan algunas prerrogativas presidenciales, como los nombramientos y el despido de jueces.
Y se incluyen otras medidas, como la inclusión en la Constitución de la “fe en Dios” y el matrimonio como institución heterosexual.
El distrito autónomo de Nenetsia, en el Ártico, fue la única región de Rusia donde triunfó el no, con 55,25% de los votos.