La madre de la ex Presidenta de Chile, Michelle Bachelet, Angela Jeria (93 años de edad), murió este jueves en el Hospital de la Fuerza Aérea aquejada de una enfermedad que no era contagio por coronavirus, informó la televisión en Santiago. La ex Presidenta viene viajando desde Ginebra, donde vive, a Chile, para participar en los funerales de su madre.
En la Cámara de Diputados el deceso de Jeria fue dado a conocer por su presidente Diego Paulsen. La madre de Bachelet había sido hospitalizada anoche en urgencia del Hospital de la FACH, afectada de una doleencia, al parecer cardiaca. Los diputados homenajearon a Jeria con un minuto de silencio.

Desde marzo, luego de que se diagnosticaran los primeros casos de coronavirus en el país, Angela Jeria permaneció en su departamento ubicado en Las Condes, interrumpiendo sus inusuales actividades diarias, jugando junto a ella un papel clave su nieto Sebastián Dávalos quien la ayudaba con las compras, trámites rutinarios y su compañía algunos días a la semana.
Jeria permanecía en contacto telefónico permanente con su madre que vive en Ginebra donde ocupa el cargo de Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
En los meses de cuarentena, la madre de Bachelet estuvo concentrada en la lectura y en sus estudios preferidos de geografía y arqueología.
Ángela Jeria nació en Talca, el 22 de agosto de 1926, hija de Máximo Jeria Johnson y Ángela Gómez Zamora. Se casó en Temuco en el año 1945 con el general Alberto Bachelet, matrimonio del que nacieron sus hijos Alberto y Verónica Michelle.
Jeria trabajó por muchos años en la Universidad de Chile, tanto en la Editorial Universitaria (1948-1958), como en la Oficina de Presupuesto y Finanzas de la Universidad, donde incluso ocupo el cargo de directora de Finanzas de la Universidad. En 1969 comenzó sus estudios de Antropología los que se vieron interrumpidos por el golpe de Estado de 1973.
Según La Tercera online, durante toda su vida, Ángela Jeria cultivó una estrecha relación con su hija. Durante el exilio ambas viajaron por el mundo denunciando la represión y las violaciones a los derechos humanos que se estaban cometiendo en Chile.
Tras su retorno al país y luego de que Bachelet se convirtiera en la primera mujer en ocupar el cargo de Presidenta, Jeria ejerció funciones de “primera dama” acompañando a la mandataria en numerosos actos oficiales y apoyándola en el cuidado de sus hijos.
“Agradezco que hayas sido mi compañera más cercana en los mejores momentos y también en los más angustiosos. Una compañera inspiradora, fuerte, digna y resiliente, pero también una presencia cercana, cariñosa y apoyadora”, palabras de dolor expresadas por la ex Presidente desde Ginebra.