La aerolínea chileno-brasileña Latam anunció formalmente que deja de operar en Argentina, donde los números rojos inclinaron la balanza a esta decisión.En esta forma ya  no habrá más vuelos internos  (volaba a 12 destinos argentinos) ni tampoco  a los cuatro destinos internacionales) Santiago, San Pablo, Lima y Miami.

Latam, aparte de su situación como empresa, siempre se vio afectada por  una regulación discriminatoria frente a Aerolíneas Argentinas , la histórica pugna con los gremios , que sólo en los últimos tiempos bajó la intensidad con la formación de sindicatos de empresa, y finalmente se vio afectada por la paralización de la actividad por la crisis del coronavirus.

Este lunes comenzó un proceso para desarmar la sociedad Lan Argentina S.A. que comercialmente se conoce como Latam Argentina. Esa compañía tiene 1.715 empleados que han quedado desempleados.

Mientras, en Estados Unidos, Latam ha recurrido al llamado capítulo 11 de la ley de bancarrotas estadounidense, en Argentina no tuvo interlocutor  válido en el Gobierno de Alberto Fernández.

Igualmente se ven afectadas con esta medida las filiales de Paraguay y Brasil. Las posibilidades de acudir a la casa matriz a buscar asistencia financiera finalmente se estrecharon.  Latam mostró sus peores números de su corta historia en el país transandino.

Los resultado de Latam (nombre originado en la asociación de Lan Chile y la brasileña Tam) terminaron siendo desastre. Según el balance del año pasado Latam perdió US$133,4 millones, algo por encima de los US$132 millones de los rojos de 2018. Mientras, en Brasil, ganó US$185,7 millones en 2019, y US$356 millones, el año anterior.

Con la llegada del Estado al manejo de Aerolíneas Argentinas (AA), la situación se hizo más compleja para Latam.  A esto se sumó la complejidad de los gremios con reclamos que a una empresa comercial le costó poder cumplir. La figura de AA, que reflejaba el espejo de la línea aérea estatal, era difícil de replicar en otras empresas. No es para menos, la AA llegó a recibir casi US$900 millones por año para subsidiar la operación.

Desde 2011, l a empresa perdió US$325 millones . En ese tiempo, Aerolíneas Argentinas recibió US$4.790 millones en  subsidios, lo que hizo una competencia difícil para Latam.

Finalmente, el sueño monopólico de Aerolíneas Argentinas estará mucho más cerca. Apenas le quedan en el camino Flybondi y JetSmart , dos low cost que seguramente captarán algo más de cuota de mercado. Austral desaparecerá en pocos meses cuando sea absorbida por su hermana mayor AA, y Andes (creada en 2005 para vuelos entre Salta y Buenos Aires)  posiblemente, no vuelva a volar cuando pase la pandemia. Pero cuando los 12 aviones de Latam se retiren, quedará en sus manos, al menos, el 80% del mercado, informó el influyente diario La Nacion de Argentina.