En foto de portada la ex presidenta y actual vicepresidenta de Argentina Cristina Fernández de Kirchner junto al fiscal que intentó procesarla Alberto Nisman, asesinado en 2015. 

El diario argentino La Nación publicó este jueves que un exagente de los servicios secretos israelíes Mossad había denunciado en la televisión israelí que la ex presidenta de Argentina y hoy vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, habría tenido conocimiento de la entrega al asesinado fiscal Alberto Nisman (2015) de información sensible sobre “transferencias de dinero por parte de altos funcionarios argentinos vinculados con Irán que incluía datos sobre cuentas bancarias que la entonces ex mandataria argentina manejaba.

Uzi Shava, ex agente de Mossad

El ex agente fue identificado como Uzi Shaya como parte de un documental especial sobre el caso Nisman que emitirá un ciclo de investigación Uvdá («Hecho»), uno de los más prestigiosos programas de la televisión israelí, conducido por la periodista de origen argentino Ilana Dayan. Así lo informó la Agencia Judía de Noticias (AJN).

Shaya reconoció que su entrega a Nisman de “cierto tipo de información sensible pudo haber causado su muerte», porque era un material  orientado a revelar todo tipo de transferencias de dinero de altos funcionarios argentinos que habrían estado  vinculados con Irán.

La periodista Ilana Dayan

La periodista  Dayan le preguntó a Shaya si se trataba de «información sobre las cuentas bancarias de la expresidenta Kirchner y su hijo». Y el entrevistado respondió que: «sí».

Según la AJN el exespía, tuvo un encuentro con Nisman en los primeros días de enero de 2015, en una capital europea, durante las vacaciones que el fiscal argentino interrumpió abruptamente días antes de su muerte. De acuerdo con lo que declaró el exespía a la TV, el objetivo del encuentro fue entregarle a Nisman un sobre, que supuestamente daba cuenta de millones de dólares provenientes del gobierno de Irán que habían tenido como destino cuentas secretas de la expresidenta y su familia, informó AJN. Nisman alcanzó a denunciar a la entonces presidente Cridstina Kirchner, pero días  después apareció muerto en su departamento de Puerto Madero el 18 de enero de 2015.

Multimillonario Paul Singer

Shaya trabajaba entonces para una agencia de investigaciones estadounidense que le daba servicios al propietario del Fondo  Elliot Management, el multimillonario Paul Singer, según la información que se conoció en el programa israelí de TV. El objetivo era utilizar la información sobre la ex  presidenta y su familia para presionarla a fin de que pagara una deuda argentina que ya estaba vencida.

Sin embargo en la causa que investiga la muerte de Nisman no hay información sobre este exespía. Nadie lo había mencionado hasta ahora. Tampoco hay datos sobre encuentro alguno de Nisman en Europa que coincida con lo relatado de Shaya. Fuentes judiciales dijeron a LA NACION que tanto el juez Julián Ercolini como el fiscal Eduardo Taiano -que tiene delegada la investigación- se enteraron de la declaración del exespía recién este jueves por los medios argentinos, y no accedieron todavía al material completo de la TV israelí. Shaya trabajó antes en el servicio de seguridad israelí y paó también por el Mossad (la CIA de Israel).

Igualmente,   un portavoz del Fondo Elliot Managment  negó la versión Shaya sobre los documentos, como se escribió en la AJN.

El conflicto entre Argentina e Irán comenzó con el atentado terrorista contra  la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en Buenos Aires, el 18 de julio de 1994, perpetrado por agentes iraníes (foto de archivo izquierda). Se trató del mayor atentado terrorista ocurrido en la Argentina, con un saldo de 85 personas asesinadas y 300 heridas, y el mayor ataque contra objetivos judíos desde la Segunda Guerra Mundial. ​ La comunidad judeoargentina con casi 300.000 personas, de las cuales más del 80% vive en la Ciudad de Buenos Aires, es la sexta mayor del mundo. ​

En 2006, durante la presidencia de Néstor Kirchner y después de doce años de investigación, el fiscal especial a cargo de la investigación basado en informes de los servicios de inteligencia argentino, estadounidense e israelí, acusó formalmente, al gobierno de Irán  de planificar el atentado y al partido Hezbolá del Líbano, de ejecutarlo.​

En 2004 el presidente Néstor Kirchner creó una fiscalía especial para el caso AMIA, conocida como UFI-AMIA, y designó para dirigir la misma al fiscal Alberto Nisman, el único de los tres fiscales no comprometido en cualquier tipo de encubrimiento como ya había ocurrido en investigaciones anteriores.

​ La muerte de Nisman, cuya investigación aún no había concluido cinco años después, al iniciarse 2020, ha estado en el centro de una fuerte disputa política, llamada en la Argentina «la grieta», incluso entre las víctimas del atentado sin conocerse hasta hoy el autor material del asesinato.