La vida del Presidente Donald Trump pasa por un periódo crítico extremo, aparte de los casi 1.800.000 contagiados por el coronavirus y los 102.693 muertos que registra su país, el más infectado del mundo,  sino por la ola de protestas en contra del racismo extremo que ha vuelto a estallar en varias ciudades estadounidenses, especialmente anoche en que ocurrieron varios incendios y actos vandálicos muy graves y de proporciones.

Todo esto se originó tras el asesinato esta semana (miércoles) en Minneapolis de George Floyd un hombre negro que fue acusado de haber querido pagar con un billete de 20 dólares, supuestaente falso, en un negocio de comioda rápida. El dueño del local alertó a la policía y fue el policía Derek Chauvin  quien detuvo al hombre de color, luego lo torturó y lo asesino hincándose sobre el hombre tendido a un costado de la calle donde ocurrieron los hechos y matándolo por asfixia. Las informaciones dicen que el policía presionó con sus rodillas el cuello del hombre negro por espacio de 8 minutos y 45 segundos, como dijo CNN desde Atlanta, lo que al arrestado le causó la muerte por asfixia. Otras versiones hablan de sólo tres minutos que duro el «estrangulamiento» con manos y rodilla. Esto ocurrió ante la presencia de varios testigos de la policía y de transeúntes que pasaban por el lugar esa noche mientras ocurría el atroz asesinato policial. Chauvin ha sido acusado de asesinato en tercer grado y de homicidio imprudente, confirmaron las autoridades.

Es decir el racismo está nuevamente en su punto más álgido en EE UU lo que ha sido también la característica en toda su historia. El Presidente Trumb no ha hecho nada para calmar la situación, todo lo contrario les ordenó a los policías en Atlanta que dispararan contra los centenares de manifestantes cuando éstos comenzaran a saquear las tiendas.

Esta situación crítica dejó anoche prácticamente a varias ciudades en llamas por protestas que destruyeron tiendas y restaurantes y en Atlanta, la capital del estado de Georgia, los manifestantes negros atacaron la sede mundial de la cadena televisiva CNN.

Anoche los protestantes- todos indignados por el asesinato del policía- en su mayoría negros incediaron el cuartel policial de Minneapolis donde trabajaba Chauvin y atacaron vehículos que transitaban por el lugar y destruyeron diversas tiendas y restaurantes, atacando el edificio de la CNN. Un equipo de esta cadena fue arrestado por los policía anoche en el momento de las revueltas y cuando transmitía del mismo lugar de los hechos.

El gobernador Tim Walz de Minnesota dijo que la policía y la Guardia Nacional se vieron abrumadas por las protestas, que se desataron tras el asesinato de Floyd por el policía.

En diversas ciudades de Estados Unidos se registraron anoche incendios, disparos y arrestos   como en Minneapolis en diversas otras ciudadaes del país, como fue tambien Atlanta. Así se bloquearon carreteras y se enfrentaron con la policía. Los coches de policía y un letrero de CNN son objeto de vandalismo a medida que aumentan los disturbios en Atlanta. En Nueva York oficiales y manifestantes intercambian proyectiles fuera del Barclays Center en Nueva York.

Los altos funcionarios de Minnesota reconocieron en la madrugada de este sábado que habían subestimado la destrucción que los manifestantes en Minneapolis eran capaces de infligir, ya que un toque de queda recién emitido hizo poco para evitar que la gente quemara edificios y convirtiera las calles de la ciudad en un campo de batalla lleno de humo.

Los políticos y la policía no esperaban que las protestas crecieran por cuarta noche consecutiva el viernes, después que se impusiera el toque de queda a las 20 horas Pero crecieron, y los agentes de la ley lucharon por retener su terreno, con las tropas de la Guardia Nacional.

«El comisionado John Harrington, del Departamento de Seguridad Pública del estado, dijo que la policía se estaba preparando para estar en el centro de un «evento internacional» el sábado, prometiendo «restablecer el orden» en el mismo bloque de Minneapolis que estaba ardiendo mientras hablaba. dijo que esperaba las multitudes más grandes que el estado había visto.

Docenas de otras ciudades lidiaron con protestas en sus calles que parecían abrumar en gran medida a las autoridades. Los residentes quemaron autos de la policía en Atlanta , cargaron un recinto policial en Nueva York e incendiaron el centro de San José, California. En algunas ciudades, incluidos Los Ángeles y Portland, Oregón, algunas personas rompieron las ventanas de las tiendas y robaron objetos de las vitrinas .

Paul E. Gazelka, el líder de la mayoría republicana del Senado estatal, dijo que «no se puede permitir la anarquía, no se puede permitir que esta anarquía continúe».

Los manifestantes de Houston marcharon por el centro, bloqueando el tráfico interestatal.

En  Washington Una gran multitud cantó afuera de la Casa Blanca, lo que provocó que el Servicio Secreto cerrara el edificio.

Una marcha en Houston, donde creció la víctima Floyd, se volvió brevemente caótica cuando las ventanas de un SUV de la policía se rompieron y al menos 12 manifestantes fueron arrestados. Mientras continuaba un enfrentamiento, la policía cerró todos los caminos dentro y fuera del centro. «No queremos que las quejas y preocupaciones legítimas de estos jóvenes se vean eclipsadas por un puñado de provocadores y anarquistas», dijo el jefe de policía de la ciudad, Art Acevedo, en una entrevista.

Las imágenes de los helicópteros de noticias sobre San José, California, mostraron a los manifestantes arrojando objetos a los agentes de policía, bloqueando una autopista importante y provocando incendios en el centro. El alcalde Sam Liccardo dijo en una entrevista que vio desde el ayuntamiento cómo una protesta pacífica, lo que llamó personas «expresando su indignación por la injusticia en Minneapolis», se volvió violenta.

Los manifestantes en Los Ángeles bloquearon la autopista 110 , marchando por el centro y alrededor del Staples Center. Imágenes de la televisión local mostraron a los oficiales de policía chocando con una multitud sospechosa de destrozar un coche patrulla.