La compañía aérea Lufthansa y el gobierno alemán acordaron un plan de salvación de 9.000 millones de euros (9.800 millones de dólares) que convertirá al Estado en el principal accionista del grupo con 20% del capital, confirmaron las dos partes este lunes.
«Antes de la pandemia del nuevo coronavirus, la compañía era rentable y tenía buenas perspectivas de futuro», dijo el ministerio de Economía en un comunicado en el que anunció la mezcla de inversiones del Estado y préstamos, mientras que Lufthansa aseguró que el Estado alemán se retirará como accionista a finales de 2023.
El estatal Banco alemán de Crédito para la Reconstrucción y el Desarrollo (KfW) dará a Lufthansa financiación por valor de 3.000 millones de euros, en la que también participarán bancos privados con 600 millones de euros.
El estado alemán adquiere, a través del fondo de estabilización económica, una participación silenciosa, sin derecho a voto, por valor de 4.700 millones de euros, que puede reconocerse como capital propio.
Además, se hace con una participación del 20% con derechos de voto limitados por unos 300 millones de euros mediante la suscripción de acciones en una ampliación de capital.
A cambio de la ayuda, Lufthansa se compromete a cumplir determinados objetivos de sostenibilidad al renovar su flota de aviones y limitar las remuneraciones para la junta directiva y otros ejecutivos.