No ha sido fácil intentar volver a la normalidad en Alemania. El virus no da tregua o no lo permite. El levantamiento de restricciones a la vida pública alemana, iniciado el 20 de abril con una primera tanda de reaperturas y ampliadas la última semana, no tuvo los resultados que las autoridades sanitarias esperaban, subiendo el ritmo de propagación del virus a una tasa de 1,1 lo que significa porcentualmente que cada infectado contagia al menos a otra personas.
Según el Instituto Robert Koch (RKI), encargado de vigilar la evolución de la pandemia en el país, indicó en las últimas horas que es clave mantener la tasa de propagación de la enfermedad por debajo del 1 –como era hasta hace pocos días, en que llegó a caer al 0,65– clave para contener la epidemia.
La última estadística entregada para Alemania registra más de 170.000 casos de coronavirus y 7.500 muertes. Sin embargo, lo que más preocupa es el registro de 116 muertos y 933 nuevos casos de contagio en 24 horas, según el Instituto Robert Koch.
Esta “alarma” llega después de que hace casi una semana el Gobierno federal y los 16 estados federados acordaran levantar más restricciones, que la canciller Angela Merkel aceptó visiblemente a regañadientes. Así, irán reabriendo de modo gradual grandes comercios, restaurantes y hoteles. Se autorizó además la reunión de personas pertenecientes a dos hogares.
También se acordó el mecanismo de regreso local a las medidas restrictivas si las infecciones repuntaran, tomando como criterio 50 nuevos contagios por cada 100.000 habitantes en 7 días en una zona. Los estados federados (Länder) se comprometieron a aplicarlo en la ciudad, barrio o edificio donde se dé el repunte. Ayer constaba que se había superado ese límite en cinco lugares de: Baviera, Renania del Norte-Westfalia, Schleswig-Holstein y Turingia (uno por land, excepto Turingia con dos), informó el diario La Vanguardia de Barcelona.
La población alemana quiere volver a la normalidad lo antes que se pueda y el último sábado se registraron en este sentido en contra de las restricciones, miles de alemanes en ciudades como como Munich, Stuttgart, Francfort, Colonia y Berlín contra lo que queda de medidas restrictivas. Hasta el 5 de junio siguen vigentes la distancia interpersonal de 1,5 metros, y la mascarilla obligatoria en el transporte público y dentro de las tiendas. Y hasta al menos el 31 de agosto no habrá eventos multitudinarios.
Hace semanas que se celebran estas manifestaciones, que el Tribunal Constitucional avala si se respeta la distancia física y otras reglas. Suele ir sobre todo gente de ultraizquierda o de ultraderecha, pero últimamente van también personas de otros ámbitos ideológicos. Alegan vulneración de derechos fundamentales. En varias marchas del sábado no se respetaron las distancias de seguridad. En Munich, donde se juntaron unas 3.000 personas, la policía optó por no intervenir.
Por estados, Baviera, con 44.593 contagiados y 2.182 fallecidos, sigue siendo el más afectado, seguido de Renania del Norte-Westfalia (35.333 positivos y 1.456 muertos) y Baden-Wurtemberg (33.359 contagios y 1.568 fallecidos). Berlín, la capital, registra 6.274 casos y 165 fallecidos.