Argentina, como lo ha hecho históricamente en las grandes crisis, ya tiene a su haber 1.800 millones de dólares, para ayudar a mitigar las consecuencias sanitarias, sociales y económicas generadas por la pandemia del coronavirus, como se informó oficialmente en la Casa Rosada.
El presidente Alberto Fernández “movió sus palillos políticos y contactos financieros” recibiendo este jueves el apoyo del Grupo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que desembolsará a Argentina un récord de 1.800 millones de dólares.
Esta ayuda, que se convierte en el mayor monto de asistencia financiera que el organismo brinda a la Argentina en los últimos 10 años, fue comunicada por el titular del BID, Luis Alberto Moreno, durante una videoconferencia que mantuvo esta mañana con el presidente Alberto Fernández.
Desde la residencia de Olivos, el Presidente agradeció “el apoyo del BID en este momento difícil donde ponemos el foco en los temas sanitarios, sociales y económicos».
Además, señaló que Argentina tuvo «la ventaja de ver antes la experiencia de Europa: nos fijamos un plan y tomamos las medidas necesarias para implementar la cuarentena”.
El paquete de asistencia tendrá como objetivo apoyar al sistema de salud y la red de protección social para los sectores más vulnerables, y para la recuperación económica y del empleo, con énfasis en las micro, pequeñas y medianas empresas nacionales.
Así Argentina marcó una diferencia con Chile donde se siguen acomodando las piezas en el tablero de la ayuda económica-social con un Congreso que funciona a medias (que no quiere bajarse las dietas) y tratando de recurrir a fondos soberanos o de ahorro. Algunos analistas locales dijeron que mientras Argentina ya tiene asegurado parte del dinero, en Chile las autoridades siguen con la reducción o ajustes de presupuestos, dentro de la política neoliberalista, y en vez de endeudarse reducen presupuestos necesarios como como el de los bomberos formado por voluntarios y por lo tanto trabajan gratis para Chile.