Portada: Saludos de Alberto Fernández y de Cristina Fernández de Kirchner, presidente y vicepresidenta de Argentina, respectivamente   azuzan a la oposición chilena agrupada en el Grupo de Puebla.

“Zanjen diferencias para recuperar el poder” fue el mensaje enviado por el presidente argentino, Alberto Fernández, a la oposición chilena a través del Grupo de Puebla, cuyos fundadores chilenos son el senador Alejandro Navarro, Camilo Lagos, actualmente presidente del Partido Progresista,  y  el ex candidato presidencial progresista Marco Enríquez-Ominami, actual estrecho asesor del Mandatario transandino.

El mensaje fue rechazado de plano y con energía por diferentes sectores políticos e importantes figuras de la política chilena.

Así el presidente argentino prácticamente encabezó el encuentro  entre dirigentes y parlamentarios chilenos de oposición convocados, según dijeron,  para abordar,  entre otros temas la crisis del coronavirus .

El «Meo» con el Presidente argentino, a quien le sirve de «asesor internacional».

El evento  -organizada por Marco Enríquez-Ominami y el presidente del PRO, Camilo Lagos-y  que buscaba debatir propuestas para enfrentar las crisis sanitaria y social, se centró en el mensaje del Presidente Fernández: «eso es lo que le hace falta en Chile, que (el sector progresista o de izquierda) avuelva a unirse, que zanjen diferencias para poder recuperar el poder en favor de los chilenos».

Particpantes registrados: Alejandro Navarro (País), Carlos Ominami (ex PS), Alvaro Elizalde (PS), Jaime Mulet (FRVS), Catalina Valenzuela (PH), Gael Yeomans (Convergencia Social); los senadores Guido Girardi (PPD), Alejandro Guillier (Independiente), Francisco Huenchumilla (DC), Yasna Provoste (DC), Rabindranath Quinteros (PS), Ximena Órdenes (Independiente), Carlos Montes (PS),  José Miguel Insulza (PS); las diputadas comunistas Carol Cariola y Camilia Vallejo, Maya Fernández (PS), Claudia Mix (Comunes) y los ex ministros José Antonio Gómez (PR) y Claudia Pascual (PC).

 

Reacción del Gobierno de Chile

El subsecretario (s) de Relaciones Exteriores, Raúl Fernández, citó a la Cancillería al encargado de Negocios a.i. de Argentina, el ministro Carlos Mascías, por los comentarios vertidos por el presidente trasandino, Alberto Fernández, en una reunión con líderes opositores.

En un comunicado de prensa, la Cancillería informó que esto se debió para representar «la profunda extrañeza del Gobierno de Chile por comentarios vertidos por el presidente de Argentina en una videoconferencia con políticos chilenos el pasado viernes 24 de abril».

Esta situación -según informó el documento- «constituyen una injerencia en los asuntos internos de Chile».

También se indicó que «a juicio del Gobierno de Chile, tales afirmaciones no facilitan ni contribuyen a continuar avanzando en una agenda bilateral que ha sido fructífera y que se ha desarrollado bajo diversos gobiernos en los dos países».

Finalmente, se comunicó que Chile mantiene su disposición a continuar trabajando por intereses comunes en el marco de un diálogo positivo y respetuoso entre ambos países.

Esta citación se hizo por instrucciones del ministro de Relaciones Exteriores, Teodoro Ribera.

Reacciones de protesta

Los firmantes de una carta de acuerdo  contraria a la reunión de Puebla enfatizaron su rechazo planteando y subrayaron que «los problemas de Chile se resuelven en Chile», y criticaron que «se hayan tratado asuntos propios de la política interna». Bajo esta premisa integrantes de Unión Cívica Republicana, Progresismo con Progreso, Comunidad en Movimiento y Cambio Democrático, manifestaron que la reunión “dificulta las buenas relaciones entre países hermanos y demuestra que los principios de colaboración, integración y solidaridad que se expresan en las declaraciones del Grupo de Puebla, sólo rigen para ‘unir las piezas desordenadas’ de los sectores vinculados a un sector político”.

Asimismo, agregaron en el documento que “resulta desconcertante ver a políticos de trayectoria democrática participando en una reunión que dificulta las posibilidades de llevar a cabo el necesario diálogo interno para abordar el sufrimiento” que ha provocado el Covid-19.

“La oposición tiene un importante rol que jugar, pero no hay una sola manera de ser oposición. Reivindicamos la oposición constructiva para enfrentar esta crisis”, añadieron.

Concluyendo que la situación por la que está pasando el país, “exige disposición para construir acuerdos que permitan enfrentar la crisis sanitaria, la crisis social y la crisis económica”.

El Presidente del PPD, Heraldo Muñoz  en una videoconferencia declaró que «no me parece que se tenga que discutir el futuro de la oposición con el Presidente argentino»

En ese punto, agregan que «la oposición tiene un importante rol que jugar, pero no hay una sola manera de ser oposición. Reivindicamos la oposición constructiva para enfrentar esta crisis». En tercer lugar, señalan que «Vivimos un momento crítico de la humanidad y de nuestro país que exige disposición para construir acuerdos que permitan enfrentar la crisis sanitaria, la crisis social y la crisis económica.

La buena voluntad y la altura de miras del gobierno y de los dirigentes políticos de todos los sectores es indispensable para aminorar este sufrimiento».

«No estaremos frente a la ‘gran oportunidad para Latinoamérica’ mientras no seamos capaces de unirnos y hacer uso de las herramientas de nuestra democracia para derrotar esta pandemia, el creciente desempleo y pobreza que se vislumbra. De aquí salimos todos juntos, bien o mal. El futuro dependerá de la grandeza con que enfrentemos esta etapa de nuestra historia», finaliza el texto.

Hay que recordar que el pasado enero, los movimientos Progresismo con progreso, Unión Cívica Republicana y Comunidad en Movimiento firmaron un acuerdo con miras al proceso constiuyente y demandas sociales, entre otros temas de la contingencia nacional.

El ex presidente socialista chileno, Ricardo Lagos criticó el rol de los partidos opositores en medio de la pandemia y aseguró que “no están dando el ancho”.

El llamado a la “nueva normalidad” que podría revivir las protestas en Chile

El Gobierno chileno tomó la polémica decisión de abrir poco a poco los centros comerciales y las escuelas, cerradas por el coronavirus. Los expertos aseguran que no es el momento para las actividades cotidianas y que podrían retomarse las protestas sociales.

Así como Europa, que lucha hace casi tres meses contra la pandemia del SARS-CoV-2, Chile, que detectó su primer caso el 3 de marzo y tiene actualmente 174 fallecidos y 12.306 contagiados, ya dio a conocer un plan para retomar las actividades cotidianas. «Nos estamos preparando para la nueva normalidad, para el retorno seguro”, señaló este viernes el presidente chileno, Sebastián Piñera, en entrevista con Canal 13.

El Gobierno chileno confirmó la reapertura gradual de centros comerciales, el regreso de funcionarios públicos a sus puestos de trabajo y la vuelta a clases, entre otras cosas.

Las medidas tomadas por el Gobierno para enfrentar la pandemia -entre ellas, el polémico «carnet sanitario” para pacientes con supuesta inmunidad tras superar la COVID-19- han sido cuestionadas por diferentes sectores, incluso por algunos grandes empresarios como el dueño de Cencosud, el alemán Horst Paulmann.

La pandemia ha frenado las protestas sociales que se venían dando masivamente en todo el país desde el pasado 18 de octubre, lo que resultó ser un alivio para el Gobierno. De hecho, el plebiscito para elegir una nueva Constitución fue postergado para el 25 de octubre.

Sin embargo, en los últimos días, diversos grupos de no más de 50 personas han desafiado las medidas de cuarentena parcial (Leer en Kradiario) y se han reunido para protestar en Santiago. Frente al regreso de esta «normalidad”, muchos serían los que consideran legítimo volver a las calles para manifestarse, como señalan algunos analistas.