Foto de portada: Tumbas de «última hora» en el cementerio  Vila Formosa de San Pablo, hoy el centro de la paandemia en Brasil

Brasil vivió este jueves su día más duro desde la llegada de la pandemia, con un récord de 407 muertos en las últimas 24 horas, cifra por la que subió a 3.313 el número  de decesos por el coronavirus, además de otros casi 50.000  casos críticos.

El Ministerio de Salud brasileño informó acerca de las nuevas cifras de fallecidos y precisó que la cantidad de contagiados también se disparó dado que se registraron hoy 3.735 nuevos casos, el número más alto reportado hasta ahora, que elevó los casos a casi un medio centenar de miles.

El fuerte crecimiento se explica en parte por el avance de la pandemia en Brasil, donde los distintos estados del país han adoptado diferentes estrategias para controlar al virus, sólo en algunos casos la cuarentena es obligatoria, y en donde el mismo presidente, Jair Bolsonaro, aboga activamente por reactivar la economía y evitar fuertes restricciones.

Además, la acumulación de muertos en los reportes obedece a las prácticas del Ministerio de Salud de reducir el personal dedicado a la carga de datos en los fines de semana, de acuerdo al periódico O Globo.

El reporte de muertes de esta jornada es casi el doble que el récord registrado el 17 de abril, cuando fallecieron 217 personas. Desde entonces el número se había mantenido estable o habían descendido, hasta hoy. En comparación, ayer se reportaron 165 muertes y 2.678 nuevos contagios.

Más de la mitad de los muertos se registraron en San Pablo, el estado más poblado y más castigado por el coronavirus, donde se concentran 16.740 enfermos y ya se registraron 1.345 muertos.

La cartera de Salud adelantó ya que la próxima semana presentará un plan de relajamiento del aislamiento social, pese a que los estados más críticos de Brasil todavía no llegaron a un pico de contagios.

Detrás de San Pablo, Río de Janeiro (530), Pernambuco (312), Ceará (266) y el propio Amazonas (234) son los estados con más muertos.

Prohibidos los velatorios de las víctimas

La Alcaldía de Sao Paulo anunció este jueves  que abrirá 13.000 fosas en los cementerios municipales y prohibirá los velatorios de las víctimas de COVID-19 a partir del próximo sábado.

«El virus se está extendiendo por la ciudad de Sao Paulo. En todas las regiones, en todos los barrios ya tenemos casos confirmados», alertó el alcalde de la capital paulista, Bruno Covas.

Sao Paulo, con un población estimada en 12 millones de habitantes, es el epicentro de la pandemia en Brasil al contabilizar 912 fallecidos y 11.225 casos confirmados, según el último balance oficial.

En los últimos días, operarios especializados trabajan con varias excavadoras hidráulicas en el cementerio de Vila Formosa, el mayor de Latinoamérica,  donde se calcula que reposan los restos de 1,5 millones, para abrir nuevas tumbas en ese camposanto.

En Vila Formosa, situado en la zona este de Sao Paulo, se cavarán cerca de 8.000 tumbas hasta el próximo sábado, mientras que en los de Vila Nova Cachoeirinha y Sao Luis se abrirán unos 5.000 lugares nuevos.

La media histórica de sepulturas en la ciudad es de casi 240 diarios en los meses de verano y de 300 durante el invierno, que comenzará en Brasil en junio.

En este sentido, el Ayuntamiento de San Pablo ya contrató 220 sepultureros para enfrentar la crisis y pretende aumentar la plantilla con otros 200 más para el periodo nocturno, si el número de entierros supera los 400 por día.

En paralelo, los 19 hospitales de la red pública de la capital paulista se acercan a su límite al tener ocupadas una buena parte de sus camas de cuidados intensivos.