El senador Bernie Sanders, el llamado candidato socialista de los Demócratas, ha tirado finalmente la toalla dejándole la vía despejada al ex vicepresidente del Gobierno de Barack Obama, Joe Biden, en una campaña que no ha estado ajena de luchas poco éticas, caída violentas y triunfos inéditos.
La retirada de Sanders significa la segunda de su carrera a la Presidencia de Estados Unidos argumentando esta vez que estaba perdido de dar la batalla tras la sucesión de victorias de Joe Biden en las últimas citas de las primarias en Florida.
Así parece indicar que la elección del 3 de noviembre enfrentará al Presidente republicano Donald Trump con el demócrata Biden, quien deberá ser confirmado por el Congreso del Partido Demócrata, previsto para agosto, si el coronavirus lo permite.
«Termina la campaña, pero la lucha continúa», afirmó Sanders un comunicado de su equipo de campaña. El senador representa al ala más progresista del partido Demócrata y estuvo cerca de encabezar el cartel electoral de 2016 cuando compitió en las primarias contra Hillary Clinton.
El veterano senador, de 78 años, arrancó las primarias como favorito, pero fue perdiendo impulso a medida que la contienda electoral, que comenzó con una veintena de aspirantes, y se fue reduciendo.
Sanders, quien se define como un socialista demócrata, basó su campaña en una ambiciosa agenda para instaurar un sistema de salud público y gratuito en EEUU. «La campaña, no solo va a ganar las primarias, no solo va a ganar a (el presidente) Donald Trump, que es la persona más peligrosa en la historia moderna de Estados Unidos. Con la ayuda de ustedes, vamos a transformar el país y crear una economía y un Gobierno para todos, no solo para el 1 por ciento», dijo Sanders al lanzar su campaña en marzo de 2019.
El moderado Biden lidera la contienda demócrata con 1.217 delegados y Sanders contaba con 917, todavía lejos de los 1.991 compromisarios que se necesitan para obtener la nominación.
Como consecuencia, y si no hay sorpresas de última hora, las elecciones presidenciales del próximo 3 de noviembre en EEUU. se decidirán entre Biden y el actual presidente, el republicano Donald Trump, quien ya ha anunciado su intención de buscar la reelección.