En este artículo se retiraron las opiniones de Felipe Portales a pedido expreso por el columnista.
Polémica ha originado el fallo del pleno de los magistrados del Tribunal Superior de Australia que dictó la libertad incondicional del Cardenal George Pell (78) tras anular la condena a 6 años de cárcel por abusos contra dos menores.
En este caso existió «una posibilidad significativa de que una persona inocente haya sido condenada porque las pruebas no establecieron la culpabilidad con el nivel de prueba requerido».
El caso por pederastia contra el ex ministro de Finanzas del Vaticano, cargo considerado el número tres de la Santa Sede, se basó en el testimonio de una de las dos víctimas, quien le denunció en 2014 después de que la otra supuesta víctima de abusos muriera de una sobredosis.
El cardenal salió poco después del mediodía de este martes de la prisión de Barwon, a unos 68 kilómetros al sur de la ciudad de Melbourne, sin conocerse aún el destino de su vida y paradero.
La abogada Lisa Flynn, quien representa al padre del protagonista fallecido en este caso, dijo que su cliente está furioso al ver «que el hombre que cree es responsable de abusar sexualmente de su hijo fuera condenado de forma unánime por un jurado para que después se revierta esa decisión y se le permita salir en libertad».
Por su lado, Pell pidió que su absolución no añada más «dolor y amargura» a la que ya sienten las víctimas por abusos sexuales.
«He mantenido de forma consistente mi inocencia mientras sufrí una grave injusticia y esto ha sido resuelto por la decisión unánime del Tribunal Superior», dijo Pell en un comunicado en el que señaló que no le guarda rencor a la persona que lo demandó.
El equipo de abogados de Pell, liderado por Bret Walker, argumentó que la decisión de los jueces del Tribunal Superior del estado de Victoria, que ratificaron el pasado mes de agosto el fallo de un jurado popular, no iba más allá de toda duda razonable.
El Tribunal Superior consideró, además, que el jurado «debería haber dudado sobre la culpabilidad del demandado con respecto a cada uno de los delitos por los que fue condenado».
Pell fue condenado en marzo de 2019 por cinco cargos de abusos sexuales, incluyendo uno por penetración oral, cometido contra dos niños del coro de la Catedral St Patrick’s en 1996 y 1997, cuando era arzobispo de Melbourne.
Reacciones del Vaticano
El papa Francisco tuvo este martes un recuerdo para las personas «que sufren sentencias injustas, debido a la persecución», y les dedicó la misa matutina en su residencia de la Casa Santa Marta. En la misa, que se ofrece atualmente sin fieles por el coronavirus, se refirió al caso Pell dijo que «en estos días de Cuaresma hemos visto la persecución que sufrió Jesús y cómo los doctores de la ley se ensañaron contra él: fue juzgado con dureza, con saña, siendo inocente».
«Me gustaría rezar hoy por todas las personas que sufren sentencias injustas, debido a la persecución», agregó en referencia a la Justicia que llegó cuando el cardenal George Pell fuera puesto en libertad después de que la máxima instancia judicial de Australia anulara su condena a seis años de prisión por abusos sexuales cometidos contra dos menores en los años 90.