Estados Unidos superó este lunes los 10.000 muertos por coronavirus mientras las autoridades sanitarias advierten de que lo peor está por llegar. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, adelantó el reciente fin de semana que esta sería probablemente “la semana más dura, entre esta semana y la próxima, habrá muchas muertes”. Con este nuevo dato, Estados Unidos se sitúa en el tercer país con más fallecidos tras Italia y España, según la Universidad Johns Hopkins.

Nueva York sigue siendo el epicentro de la pandemia dentro de Estados Unidos (ver nota separada)  y el alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, ha asegurado que están preparados con equipos médicos y personal sanitario, pero que la magnitud de la crisis es equiparable a la de la mal llamada gripe española en 1918, o la Gran Depresión de la década de los treinta del siglo pasado.

Mientras los números crecen, las ciudades y los Estados enfrentan la pandemia con medidas distintas. El gobernador de Wisconsin, Tony Evers, por ejemplo, ha emitido una orden ejecutiva para retrasar las primarias previstas para mañana hasta el próximo mes de junio, informó El País de España.

Mientras tanto, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, ha anunciado este lunes la ampliación de las medidas de confinamiento hasta el próximo 29 de abril. Aún así, para Cuomo ha habido lugar para las buenas noticias, ya que en las últimas 48 horas la cifra de fallecimientos diarios por el coronavirus en el Estado de Nueva York estuvo por debajo de 600 (récord fue 630) y fue inferior al récord del sábado pasado. “El sistema hospitalario está a su máxima capacidad”, alertó Cuomo en conferencia de prensa. “La máquina está en rojo. No se puede ir más rápido. No puedes quedarte en rojo durante un tiempo indefinido porque el sistema explotará. El personal no puede trabajar aún más duro. Permanecer en este nivel es problemático”, afirmó.

El Estado de Nueva York, el más afectado por la Covid-19 en Estados Unidos, registraba el lunes 130.689 casos y 4.758 muertes debido a la enfermedad, 599 muertes más que el domingo. El récord de muertos en 24 horas fue alcanzado el sábado, con 630 fallecidos.